La crisis económica de estos últimos meses, sumado a la alta inflación y alza de precios, han dificultado la reducción de pobreza para este año 2022. Esto porque las familias de menos ingresos son las más afectadas por las alzas de precios, pues destinan el 53% de sus gastos a la compra, a diferencia del 31% que destinan las personas de mayores ingresos.
Antes de la pandemia y en los últimos años, uno de los factores de la lenta reducción de la pobreza en el país era el bajo crecimiento de la actividad económica en 2020 (por debajo del 4%). Ahora, además del bajo crecimiento, el Banco Central de Reserva (BCR) redujo su estimado a 3.1% debido a la alta inflación.
“Un proceso inflacionario alto podría reducir la posibilidad de que un hogar sea clasificado como no pobre, ya que su gasto per cápita debería ajustarse a la misma velocidad que la variación nominal de los precios de la canasta básica”, se lee en el informe del BCR que analiza el impacto del alza de precios en el bienestar de la población.
Además, el aumento de precios está afectando en mayor medida a las familias de bajos ingresos. En el año 2021, los hogares de mayor gasto por persona designaban S/ 31 de cada S/ 100 de su gasto a alimentos, mientras que los hogares de menores ingresos asignaban S/ 50.3 de cada S/ 100 de su gasto.
Esto quiere decir que las familias de menores ingresos, y por ende de menor gasto (quintil inferior), destinan más recursos para la alimentación. En 2021, estas familias estaban clasificadas en situación de pobreza y el alza de alimentos evitaría que su situación mejore este año.
REDUCCIÓN DE INGRESOS Y AUMENTO DE ALIMENTOS
Por otro lado, una segunda razón por la que este año no se podría reducir la pobreza es porque los ingresos mensuales aún no se recuperan, respecto al nivel previo a la pandemia. De acuerdo a lo analizado por el BCR, los hogares con menos recursos experimentaron un cambio significativo en sus ingresos durante la pandemia.
Si bien el año pasado hubo una recuperación económica importante, el dinero que reciben las familias más vulnerables es sustancialmente más bajo de los niveles que percibían en 2019, con un rezago de alrededor del 35%.
Por otro lado, las cifras de pobreza dadas por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) en el 2021 eran del 25.9% de la población, lo cual representa a unas 8.5 millones de personas. Si bien significó una reducción con respecto al año 2020, donde la tasa subió a 30% (9.8 millones de personas), aún está por encima del 20.2% logrado en el 2019.
INEI también explicó que una persona es considerada pobre en el Perú si no logra cubrir el gasto de la canasta básica, establecida a S/ 178, que incluye alimentos, vestimenta, entre otros. Para declarar la pobreza extrema, solo se toma en cuenta el gasto en alimentos, cuya canasta mínima es de S/ 201 por persona.
EFECTO DE LA INFLACIÓN
Ahora que los montos de la canasta básica se han encarecido, el economista de Macroconsult, Álvaro Monje, coincide con que este año 2022 no habrá reducción de la pobreza.
“Coincidimos con el BCR en que este año no habrá reducción de la pobreza. Incluso, en nuestros estimados, tenemos que habría un ligero incremento en el número de pobres”, expresó al diario Gestión.
“Mientras el BCR proyecta que este año se crecerá 3.1%, en Macroconsult prevemos que solo será de 2.5%. Con ello, la tasa de pobreza es más alta”, agregó.
Asimismo, señaló que la inflación está mermando la capacidad adquisitiva de la población”. Sumado a que la población aún no recupera el nivel de ingresos que percibían en tiempos prepandemia y ello afecta la capacidad de compra de la canasta básica.
“Con una inflación alta y sin incremento de los salarios nominales, el único resultado es la merma de su capacidad de compra. Incluso la situación podría extenderse a los 2023″, finaliza.
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