Cecilia Bákula: “Recuperar la institucionalidad de país es una obligación y derecho de todos los peruanos”

La historiadora y exdirectora del Museo del Banco Central de Reserva del Perú, Cecilia Bákula, recomendó a los jóvenes de intervenir en la política y proponer soluciones de cambio para combatir la actual crisis política y económica.

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Con respecto a la iniciativa del Perú de adherirse a la OCDE, Bákula dijo que, el gobierno debe tener una respuesta coherente de lo que está solicitando.
Con respecto a la iniciativa del Perú de adherirse a la OCDE, Bákula dijo que, el gobierno debe tener una respuesta coherente de lo que está solicitando.

Ante la crisis política que atraviesa el país y que ha socavado a sus instituciones al haberse copado ministerios con las personas menos idóneas y sumergidas en casos de corrupción, se debe prestar atención a la historia y a las mentes lúcidas. Infobae conversó con la historiadora y exdirectora del Museo del Banco Central de Reserva del Perú, Cecilia Bákula, para que nos dé luces de la coyuntura que vivimos y su mirada de los jóvenes como el motor de salida y recambio.

¿Por qué nuestro país sigue sumergido en este clima de constante crisis política que está deteriorando a nuestras instituciones?

Como analista de la historia, esta grave situación de crisis de institucionalidad no la habíamos experimentado tan fuerte como ahora; y esto pasa porque no tenemos autoridades comprometidas con el país y sus ciudadanos, solo están comprometidas con ellas mismas lo que conlleva a la corrupción. De un lado tenemos a un gobierno tan venido a menos que copa las instituciones con personas no idóneas para el cargo. Sin embargo; la crítica que hacemos todos en los diferentes espacios o niveles del gobierno tiene que ser con una visión constructiva, donde todos aportemos con argumentos y acciones.

¿Esta crisis de institucionalidad que vive el país se puede comparar con algún hecho histórico similar?

El Perú todavía tiene un poco más de doscientos años de vida republicana, es relativamente bastante joven comparado con otros grandes países que tienen más de diez siglos de existencia. Ante ello, no quiero decir que dejemos que pase el tiempo sin hacer nada. Tenemos mucha esperanza en la gente joven que es coherente con esta situación y levanta su voz. Pero citando épocas históricas, hemos tenido crisis nacionales e internacionales gravísimas como el mismo proceso de ruptura con España o la misma guerra con Chile que dejó al país moralmente y económicamente devastado; pero dentro de esta tragedia rescatamos la dignidad y el compromiso con la patria que tuvieron nuestros héroes Miguel Grau, Francisco Bolognesi o Alfonso Ugarte.

¿La pandemia ha sido la catapulta para que entremos en esta crisis?

Hoy estamos experimentando un momento difícil de dolor, el luto va a tener que pasar en cualquier momento, pero tampoco hay que tener esa visión simplista de la historia, donde solamente reina el caos y la desesperación. En este momento todavía no encontramos a un referente o un paradigma para salir de esta situación, pero pronto aparecerá. Con la población de jóvenes que trabaja, aporta con su conocimiento y mantiene una ideal se va a comenzar a ver la luz.

¿Pero hoy hay muchos jóvenes que se alejan de la política por lo que ven que pasa con el país?

Esta situación no tiene que desanimar a los jóvenes. Las crisis son un escalón o peldaño para el éxito, toda crisis puede generar un momento de reflexión, de tomar energía y de salir adelante. De lo contrario no entenderíamos, por ejemplo; cómo se vivió en el siglo X u XI en aquel oscurantismo terrible. Todo fue un proceso de depresión tremendo, pero salimos del tiempo románico al mundo gótico, y otras épocas, donde vimos la luz del conocimiento. Son cuatro siglos, que quizás no nos toque ver el resultado, ¿pero vamos a dejar de poner empeño o poner el hombro para construir? Hay que seguir avanzando, desde donde nos toque hacer cada uno, como desde nuestro trabajo. Además, el Perú en su historia es muy grande, muy potente en la antigüedad y en la vida republicana. Lo que tenemos es una tendencia tanática a ver solo lo malo, y no recuperar la institucionalidad; recuperarla es un derecho y una obligación.

¿Hoy vemos a jóvenes que no participan de la política por la misma desazón y frustración de lo que ven lo que hacen las autoridades del gobierno?

Sin duda, ya que existe este sistema de vientre de alquiler, donde se negocian los puestos de estar en esta o en esta otra bancada o tal vez hago la mía propia, lo cual resulta una inmoralidad. Sin embargo, los jóvenes que quieren participar en política, lo tienen que hacer, pero que se comprometan con lo que ofrecen.

RECUPERACIÓN DE LA INSTITUCIONALIDAD

¿Entonces, cómo podemos recuperar y fortalecer la institucionalidad de nuestro país?

El tema de cómo recuperar la institucionalidad de nuestro país, en realidad, no es otra cosa que, recuperar los valores de la buena estabilidad. Es decir que, necesitamos como país, encontrar unos lineamientos de referencia que se conviertan en las columnas salomónicas y perfectamente contundentes que te permitan dos cosas; primero saber que el Perú existe como una realidad extraordinaria que es anterior a nosotros; y la segunda es que la generación de jóvenes haga de esas columnas el punto de arranque con el futuro. Además, se tiene que apoyar lo que funciona bien.

¿Qué instituciones son las más fuertes y las que funcionan bien en el país?

Hay dos instituciones emblemáticas y que pueden ser como un norte de luz. Una de ellas es la Cancillería, que el año pasado cumplió 200 años; y es la primera institución que fundó el libertador Don José de San Martín en agosto de 1821. Y en términos generales esta es una institución que ha tenido muchas más luces que pequeñas sombras. A pesar que pueda tener cabezas o cancilleres ajenos, sus funcionarios han hecho que esta institución funcione bien. Lo mismo sucede en el Banco Central de Reserva, una institución sólida en sus argumentos, en su visión, en su misión de lo que sí hace y en lo que no hará jamás. Estas instituciones tienen en la coherencia un espíritu de cuerpo y un norte.

¿Cómo podemos comenzar a construir una institucionalidad sólida en nuestro país?

La institucionalidad también la tenemos que construir en pequeño. Es decir, en la familia, escuelas y universidades. Sin embargo, lo que hoy hace mucho daño al país, es que haya universidades “vende títulos”, en lugar de que ejerzan competencias y habilidades entre sus estudiantes. Pero igual la esperanza no se pierde.

¿Cuál es su opinión de que haya congresistas de la República debatiendo y aprobando leyes a medianoche?

Hay congresistas que quieren apurar todo a cualquier hora para poder irse a su famosa semana de representación que termina siendo un escándalo de despilfarro en muchas cosas. Pero también por parte del Ejecutivo nos quieren hacer creer que el Perú va a comer más o ser más educado si tenemos una nueva constitución. Y en gobiernos pasados también se han dado normas, como la supuesta reforma política y judicial que fueron parte del referéndum al que se nos convocó, lo cual ha sido un engaño.

Ahora que se acercan las elecciones municipales y regionales, ¿qué debemos buscar en los candidatos?

Es nuestra responsabilidad como ciudadanos buscar y votar por las personas idóneas. Hoy tenemos una democracia un poco relativa porque nuestra participación ciudadana de alguna manera la podemos ejercer saliendo a marchar a las calles, o podemos pedir que se reconsidere alguna norma. Ante la corrupción, el Perú ha despertado en muchos sentidos, más que todo en muchas regiones. En ese sentido, el ser congresista, alcalde o gobernador regional debe tener una resolución ética y moral; pero lamentablemente la actividad política está muy venida a menos con partidos políticos resquebrajados. No obstante, esto no implica que la juventud no deba dejar de participar en política. Si el joven se tiene que comprar el pleito, hay que hacerlo.

¿La iniciativa de ingreso del Perú a la OCDE puede mejorar la institucionalidad de nuestro país?

Esta política de Estado de ingresar a la OCDE es un privilegio que obliga al país a estar a la altura de los países que lo conforman con una institucionalidad sólida. No es solo que te abren la puerta y adquieres un sillón. Sin embargo, el gobierno debe tener una respuesta coherente de lo que está solicitando. Esto no solo es una condecoración que te la pones en el pecho, sino que asumes obligaciones y compromisos internacionales. Si el Perú logra ingresar a esta institución se compromete. El problema es qué sucede si el Perú incumple algunas de ellas, entonces nos convertimos en un estado paria. A nivel interno, por ejemplo, vemos que el Banco Central nos da garantías suficientes, pero esa institución no lo puede todo, si no tenemos un Ministerio de Economía y Finanzas que camine paralelamente con esa necesidad para mantener la estabilidad monetaria. Ahora estamos viviendo una inflación espantosa que nos afecta a todos, pero siempre afecta más al que menos tiene.

¿Cómo el país puede recuperar su competitividad después de salir de esta pandemia?

El paternalismo no es una forma de gobierno, la caridad es importante, pero no es lo que tiene que hacerse, como sucede con los bonos. Es mejor que se deba generar empleos para que la gente no lleve a su casa el producto de un bono, sino que perciba un salario que lo haga más competitivo en un trabajo formal.

¿Esta actual crisis política y económica nos puede llevar a una convulsión social?

Esta crisis va a terminar mucho más pronto de lo que nos imaginamos porque hoy se está tocando al hambre y al bolsillo del pueblo, pero una de las cosas es que no se puede copiar la realidad de otros países. Por ejemplo, el caso de Venezuela, donde hubo una carestía terrible, una desesperanza que hace que millones salgan de su país. Sin embargo, en el Perú muchos estamos pagando un costo de gasolina muy alto que va a comenzar a paralizarnos, y esa parálisis va a ser de verdad la catapulta de una convulsión social. Es horrible lo que pueda a pasar, ya que todavía no hemos tocado suficiente fondo y puede suceder un cataclismo. A mí me preocupa mucho porque ese cataclismo podría ser un enfrentamiento entre peruanos, la historia nos narra en épocas republicanas enfrentamientos sociales, guerras civiles muy dolorosas. Ese dicho que dice a río revuelto, ganancia de pescadores, se aplica también en estos momentos, con el hambre del pueblo lucran y han lucrado mucho los que están en el gobierno, pero todavía hay gente que cree que se puede sacar algo bueno de un árbol malo.

¿Qué mensaje le dejaría a la juventud?

A la juventud le corresponde un Perú mejor, un país de paz, de meritocracia, un país donde el éxito no esté cuestionado, donde no sea una vergüenza ser exitoso. Salir del país no es una solución, ya que la salida del inmigrante es muy dura. Pero es aquí donde tenemos que dar la batalla. El gran reto de la juventud de hoy es que todos estamos obligados moralmente a ser parte de este cambio y hacer sentir nuestros buenos deseos como país. Creo que va a ver un renacimiento de los partidos políticos, una de las instancias donde la juventud debe transitar para hacer realidad las políticas que necesita nuestro país.

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