Una de las expresiones más comunes del mundo que sirve para entender una situación en particular está saliendo a pedir boca. Tan solo un par de letras que encierra un significado extenso en varios idiomas. Es una de las pocas palabras que escrita de mil maneras diferentes siempre va a significar lo mismo: OK, ok, okay, okey.
Pero, ¿por qué se ha extendido su uso por casi todo el mundo? Los entendidos señalan que uno de los motivos es su sencillez, la rapidez y que no demuestra emociones más allá de la conformidad o aceptación con alguna situación en particular.
Cabe recordar que la Real Academia Española (RAE) señala que en el idioma de Cervantes se acepta el uso de ‘OK’ (siempre en altas) y sus adaptaciones “okey” y “oká”. Aunque también recalca que disponemos de otras alternativas como “bueno”, “de acuerdo” o “vale”, cuyo uso es preferible.
LA TEORÍA DEL ORIGEN
Hay muchas al respecto, pero quizá la más extendida hasta nuestros días la ubican desde los días de la guerra de secesión de los Estados Unidos (1861-1865). Sin embargo otros la retrasan recién hasta la Primera Guerra Mundial (1914-1918).
El relato dice que en las trincheras se colgaba un cartel que decía ‘OK’, que significaba zero killed. O sea, que la batalla había terminado sin bajas en las filas.
LA PALABRADE WILLIAM RICHARDSON
La historia también señala que la palabra OK apareció por primera vez en el diario de William Richardson. Un inglés que relataba su periplo desde Boston a Nueva Orleans en 1815, una vez terminada la batalla de Nueva Orleans (la más sangrienta de la guerra civil estadounidense).
El texto que escribió decía: “Arrived at Princeton, a handsome little village, 15 miles from N Brunswick, ok & at Trenton, where we dined at 1 P.M”. Aunque los expertos se niegan a considerar esta situación como el nacimiento del OK
SU DEBUT EN LA PRENSA
En 1939 el diario ‘Boston Morning Post’ publicó el OK por primera en sus páginas. Fue en la edición del 23 de marzo cuando, en un artículo satírico, pusieron el ‘o.k’ como abreviatura de “oll korrect” [”all correct”, todo bien], un error ortográfico puesto así a propósito por la jerga moderna de la época. Se dice que fue Charles Gordon Greene, editor del diario, el autor de la nota.
JUEGO DE PALABRAS
Pero hay que dejar en claro que el hombre de prensa del ‘Boston Morning Post’ no inventó la palabra sino que se valió de un juego que desde 1830 se puso de moda ente los jóvenes intelectuales de entonces que consistían en escribir las palabras con errores ortográficos y luego abreviarlas para usarlas entre ellos en sus conversaciones. Algo así como el LOL, OMG, pero sin errores.
Al final, OK (oll korrect) tuvo más aceptación que otros términos como “OW” [”oll wright”, “all right”, todo bien] o “KG” [”know go”, “no go”, no ir].
TAMBIÉN EN LA POLÍTICA
Esta vez, las artes políticas sirvieron para popularizar el término ‘OK’. De acuerdo con la publicación History, el octavo presidente de los Estados Unidos, Martin Van Buren, tentaba la reelección. Y para ganar votos, su portátil (ellos también la inventaron) formó una banda de matones que se hizo llamar “OK Club”. El OK también hacía referencia al apodo de su candidato, “Old Kinderhook” (Kinderhook era la ciudad natal de Van Buren) y a la palabra OK, ya popular por aquel entonces.
Por último, también hay anuencia entre los especialistas al señalar que los telegramas ayudaron a la propagación del ok.
Y tú que también la debes haber usado al menos un par d veces en tu vida ¿cuál a es tu versión preferida: OK, ok, okay, okey?
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