El mal escondido: así luce la corrupción estatal en el día a día de los peruanos

Desde falta de seguridad ciudadana hasta una deteriorada atención médica. Los casos de corrupción en el país afectan el acceso a servicios básicos y la calidad de vida de la ciudadanía.

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El Perú perdió más de 22 mil millones de soles en corrupción, según la Contraloría de la República. Foto: Andina.
El Perú perdió más de 22 mil millones de soles en corrupción, según la Contraloría de la República. Foto: Andina.

Años atrás, en el informe Incidencia de la corrupción y la inconducta funcional en el Perú 2020, la Contraloría de la República estimó que la corrupción genera la pérdida de más de 22 mil millones de soles en el país. Aunque se suele vincular esta problemática como un tema institucional, la corrupción en el órgano estatal se ve reflejada a diario en la calidad de vida de los peruanos. ¿Cómo podemos presenciar estos actos en la cotidianidad? Especialistas consultados por Infobae explican sobre ello.

“La corrupción nos afecta cuando la policía no puede hacer los patrullajes porque no se cuenta con el combustible necesario. O se cuenta con el combustible, se cuenta con los vehículos, pero estos no están equipados o no se encuentra técnicamente hablando operativos o en capacidad de poder ser utilizados”, explicó Martín Cabrera, abogado y exgerente de Relaciones Interinstitucionales de la Contraloría General de la República.

En diálogo con este medio, el consultor afirmó que la corrupción puede evidenciarse en las carencias que padecen las instituciones públicas en el Perú y, a través de estas, afectar la calidad de los servicios que reciben los ciudadanos.

Según Cabrera, la falta de un correcto manejo del presupuesto público se ve influenciado en muchos aspectos. Citó un ejemplo: al momento de acudir a un centro de salud y no recibir tratamiento médico porque la entidad encargada de ello no ha adquirido los fármacos suficientes o no los ha implementado.

“La corrupción afecta directamente en la calidad de la prestación de los servicios públicos a los que tiene derecho el ciudadano. Lo más crítico se evidencia en el sector salud cuando no hay medicamentos”, mencionó.

El exfuncionario también se refirió a la cifra revelada por la Contraloría sobre la pérdida a causa de los actos de corrupción y señaló que ello representa solo un breve alcance de lo que realmente ocasiona esta problemática.

“En realidad esos 22.000 millones por año de pérdidas por corrupción son, aunque parezca increíble, solo lo que se ha podido percibir o identificar a partir de las intervenciones que hizo la Contraloría, pero la Contraloría no puede intervenir en todo”, precisó.

POBLACIÓN VULNERABLE

Cuando hablamos de la influencia de la corrupción en la vida de los peruanos es importante recordar el manejo del presupuesto público durante la pandemia por el COVID-19. En el año 2020, el Estado decidió entregar canastas con alimentos de primera necesidad para las familias con mayor índice de pobreza que no podían trabajar a causa de la inmovilización social obligatoria. Sin embargo, la iniciativa del gobierno fue muy cuestionada. Las familias recibieron alimentos en pésimo estado, productos con gusanos y otros vencidos.

Lisbet Janampa limpia al exterior de una olla común en Pamplona Alta, un vecindario de bajos ingresos a las afueras de Lima, Perú. 11 abril 2022. REUTERS/Daniel Becerril
Lisbet Janampa limpia al exterior de una olla común en Pamplona Alta, un vecindario de bajos ingresos a las afueras de Lima, Perú. 11 abril 2022. REUTERS/Daniel Becerril

La especialista en Gestión Pública, Magdangelica Terry, manifestó que las personas que se presentan en situación de vulnerabilidad están más expuestas a verse perjudicadas por los casos de corrupción, ya que dependen de la prestación de determinados servicios básicos que ofrecen las instituciones públicas.

Los más perjudicados son las personas con mayor índice de pobreza, las personas que no tienen acceso ni siquiera los servicios básicos y que esperan una canasta para poder subsistir”, aseguró.

Además, la experta se pronunció sobre el caso de la entrega de canastas durante la pandemia por el COVID-19 y afirmó que esta práctica requiere un mayor control de parte de los órganos estatales para no caer en procesos irregulares de compras.

“Son muchas municipalidades involucradas en investigaciones por compras fraudulentas. Por ejemplo, uno puede haber dicho que compró 600 kilos de arroz a tres soles y en verdad compró 500 o 600 a dos soles. Entonces tienes un sol ahí que igual lo facturaron, igual pasó por caja, pero nunca llegó al verdadero beneficiario”, detalló.

De acuerdo a un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la corrupción incrementa la desigualdad económica, social y los niveles de pobreza en los países, ya que impide la distribución equitativa en diferentes aspectos, el aprovechamiento de oportunidades y el camino hacia una calidad de vida.

“La corrupción perpetúa la desigualdad y la pobreza, afectando el bienestar y la distribución del ingreso, y socavando las oportunidades de participar equitativamente en la vida social, económica y política”, sostuvo.

La organización sugirió que esta problemática está presente en niveles superiores respecto a años pasados. “La corrupción es una de las cuestiones más corrosivas de nuestro tiempo. Malgasta los recursos públicos, aumenta la desigualdad económica y social, alimenta el descontento y la polarización política y disminuye la confianza en las instituciones”, informó.

CORRUPCIÓN: ALGO MÁS QUE UN ASPECTO ECONÓMICO

Si bien los actos de corrupción son propiciados para alcanzar un beneficio económico, no es la única en la que este problema está presente. La contratación de funcionarios públicos que no cumplen el perfil para atender las demandas de un sector también perjudica la prestación de servicios a los peruanos.

Paola del Carpio, coordinadora de investigación de Red de Estudios para el Desarrollo, dijo que la corrupción también está presente en las contrataciones irregulares. Es decir, en el nombramiento de profesionales no aptos para dirigir una institución pública.

“Esa es otra forma de corrupción. Mucho de este gobierno en particular es la cantidad de nombramientos que no cumplen perfiles que se han dado porque, al final de cuentas, tú estás poniendo a alguien en un puesto para el cual no está listo. Estás condenando al ciudadano mal al servicio, expuso.

Esta práctica es muy frecuente en el ámbito político. Las designaciones de personal no capacitado para lidiar con la problemática de los distintos sectores del país suelen evidenciarse a menudo. La economista planteó que estas acciones también representan hechos de corrupción, pues se piensa en el beneficio de la persona a contratar y no en la mejoría de los peruanos.

“La corrupción no está presente solo es los grandes contratos. Al final es: ‘contrato a mi amigo, aunque no cumpla con el perfil’; lo importante es que tenga trabajo. Eso también está muy mal y preocupa mucho porque se está dando a nivel de todo el Estado en este momento”, precisó.

La corrupción afecta en gran medida a los peruanos, así lo reveló un reciente estudio de opinión de Ipsos. Según la encuestadora, el segundo problema que más afecta personalmente a la ciudadanía es la corrupción. El 21% de los participantes afirmó ello, lo que representa un incremento de 4% con respecto a noviembre del año pasado.

Asimismo, la encuesta reveló que la corrupción encabeza la lista de los tres principales problemas del país en la actualidad. El 54% de entrevistados manifestó ello, seguido del 44% que considera que como segundo factor importante la delincuencia y falta de seguridad.

Foto: IPSOS.
Foto: IPSOS.

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