La tarde del lunes, el empresario argentino Sergio Fontanellas murió tras el ataque de un sicario que le disparó dos balazos. El hecho se produjo en la ciudad de Iquitos, en el nor oriente peruano, donde la víctima radicaba desde hace años.
El hombre, de alrededor de 70 años, era un próspero empresario naviero. Y saltó a las noticias a fines de los años noventa, cuando fue incluido en una investigación sobre lavado de activos de dinero del narcotráfico. Dicho caso también comprendió al entonces asesor del expresidente Alberto Fujimori, Vladimiro Montesinos, y al narcotraficante Fernando Zevallos. Luego de escapar a Argentina, Fontanellas fue extraditado al Perú donde cumplió una breve condena, hasta que fue absuelto de las acusaciones gracias a un habeas corpus.
El abogado de la víctima, Josué Chávez Cotrina, contó que estuvo con él solo minutos antes del homicidio. Relató a radio FM Sol de Río Tercero, Córdoba, que tuvieron una audiencia judicial a las 2:30 p.m. en su despacho, y alrededor de las 3:30 p.m., se retiró.
“Se fue a un lugar al que le gusta frecuentar, al restaurante en la calle Samanez Ocampo, se fue solo, manejando su vehículo, entró al restaurante donde suele almorzar y tomar sus cervezas. En ese momento cuando estaba sentado apareció una moto con dos personas, la persona que iba atrás hizo dos disparos, lamentablemente certeros que acabaron con la vida de nuestro amigo. Eso fue lo que pasó”, contó el jurista.
Asimismo contó que recientemente, el sábado pasado, Fontanellas le comentó que había recibido amenazas de personas. “Había tres personas que pretendían matarlo; él creía que se trataba de una extorsión porque le pedían 40 mil soles, pero minimizó la posibilidad de que el hecho se materializara”, indicó.
Según Chávez Cotrina, el empresario estaba enfocado en recuperar los bienes que le había incautado el Estado por el juicio de lavado de activos. Fontanella señalaba que estaba tratando de recuperar lo que era suyo sin hacerle daño a nadie. Además, consideraba que no tenía enemigos como para temer por su vida.
En todo caso, señaló el abogado, todas las discrepancias que pudiera haber tenido se han ventilado en el Poder Judicial, y no es de ahora, sino desde hace 10 o 15 años. Por esa razón, el empresario andaba solo, manejaba su vehículo, no tenía temor, y lo califica como un hombre lleno de vida y sano.
“Ahora estamos a la espera que la policía haga un trabajo diligente, serio, que dé no solo con los autores materiales, sino también con los autores intelectuales de este terrible homicidio”, dijo Chávez Cotrina, quien es su abogado hace seis meses, pero lograron entablar una amistad. Agrega que decidió defenderlo, porque consideró que su reclamo y su lucha eran justas.
Comentó también que Fontanellas tenía pensado regresar a Argentina después del 17 de junio, porque ese día le iban a devolver una motonave llamada La Contamana. De hecho ya la resolución había sido procesada. Ahora los hijos decidirán qué hacer con el patrimonio.
QUÉ PASARÁ CON EL CUERPO
El letrado comentó que está en comunicación con la familia para dar los siguientes pasos. “Me estoy comunicando con los hijos, Marcela que está en España y Marcelo en Argentina para ver qué hacer con el cuerpo y trasladarlo a la ciudad de Lima. Ellos van a tomar la decisión si trasladarlo a Córdoba”, sentenció.
Por último, Chávez Cotrina mencionó que el Poder Judicial determinó que era inocente. Incluso reveló que había construido una industria naval en Iquitos, donde llegó a tener casi mil trabajadores y era responsable con el pago de su personal. “Era una persona apreciada, por eso la ciudad de Iquitos está conmocionada”, dijo.
También aprovechó para pedir a la justicia que “haga un trabajo serio y dé con los autores intelectuales, porque ya dio con los materiales, pero alguien contrató a esos sicarios”.
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