Caso Sergio Fontanellas: millonarias propiedades en disputa entre las pistas para determinar el móvil de su asesinato

Periodista de Iquitos da detalles de la vida del empresario argentino y de una muerte anunciada, debido a las amenazas que recibió.

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Crimen en Iquitos.
Crimen en Iquitos.

Kevin Rodríguez, periodista de radio La Voz de la Selva de Iquitos y corresponsal de Radio Programas del Perú, ha seguido de cerca el caso del empresario argentino Sergio Fontanellas Bobo, recientemente asesinado de dos balazos a manos de un sicario.

En diálogo con Infobae, comentó que el día de su muerte, el hombre de negocios llegó a un restaurante de la calle Samanez Ocampo, en la ciudad de Iquitos, en la región Loreto. Era un cliente frecuente. A los pocos minutos llegaron dos sicarios a bordo de una motocicleta. El que iba como pasajero saca un arma y desde la ventana dispara al interior del local, hiriendo de dos disparos al argentino que tiene alrededor de 70 años.

Según se puede ver en las cámaras de vigilancia, la motocicleta avanza, da un giro, y vuelve a la puerta para asegurarse que sí llegaron a herir a su objetivo, para luego emprender la huida.

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Rodríguez relata, de acuerdo a los testigos que estaban en el restaurante, Fontanellas se paró por instinto, pero al ver las heridas que le produjeron las balas, cayó al piso. Las personas intentaron asistirlo, lo subieron a un mototaxi y lo llevaron a una clínica, pero ya era demasiado tarde. A los pocos minutos certificaron su muerte.

Eran conocidos sus supuestos vínculos con el narcotraficante Fernando Zevallos y el exasesor presidencial de Alberto Fujimori, Vladimiro Montesinos. Según una investigación fiscal que se le inició por lavado de activos, era el supuesto testaferro de ambos personajes. “Supuestamente, se le había dado grandes sumas de dinero para que lavara activos en la selva peruana, eso incluía compra de propiedades, vehículos y embarcaciones para cubrir distintas rutas”, indica el periodista loretano.

Agrega que cuando se le empieza a investigar huye del Perú. Y en el 2011 lo detienen en Argentina y lo traen al país para continuar con el proceso de investigación. Estuvo internado en el penal de San Jacinto de Iquitos, y cuando salió en libertad nunca tuvo restricciones. Debido a este proceso muchas de sus propiedades fueron decomisadas por el Estado, “pero extrañamente muchas van a parar a manos de otros empresarios”.

Fontanellas fue absuelto de todo el proceso de investigación debido a un hábeas corpus que se presentó en el 2019 y que terminó saliendo a su favor en el año 2021. Debido a esto, cuando se falló a su favor, salió a todos los medios de comunicación locales a solicitar al Estado que todas las propiedades como casas, vehículos y embarcaciones les sean devueltas como propietario.

“Él decía que quería tenerlas, pero las [propiedades] que le sirven al Estado, las cedía. El problema era que varias de sus cosas fueron a parar a otros propietarios, cuando la custodia estaba bajo el Estado. Debido a este cuestionamiento, él era amenazado constantemente, supuestamente empresarios no querían que recupere sus cosas”, asevera.

Es entonces cuando empiezan las amenazas de muerte. “Supuestamente los empresarios no querían que él recupere sus cosas. Y es debido a esas amenazas que posiblemente lo hayan asesinado”, refiere Rodríguez.

Sergio Fontanella, empresario argentino asesinado
Sergio Fontanella, empresario argentino asesinado en Perú.

LLORAN SU MUERTE

El argentino era conocido en Iquitos porque se había casado con una peruana, y producto de ese compromiso tenían dos hijos, “tenía arraigo desde hace años”.

Además, generó varios puestos laborales, tuvo muchos trabajadores. Por ese motivo, al lugar donde fue acribillado y hasta la misma clínica, asistieron varias personas. “La mitad de la calle estaba llena de conocidos suyos, y muchos de ellos lloraban su muerte”, explica Rodríguez.

Apunta que su fuerte era el sector naviero amazónico, con embarcaciones que recorrían los ríos Ucayali, Amazonas, Marañón, y hacían la ruta Yurimaguas, Iquitos hasta la triple frontera de Perú, Colombia y Brasil. Supuestamente se aprovechaba de estas embarcaciones para hacer movimientos de droga.

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