Aceptemos el dolor: jugamos mal el día más importante y nos costó los boletos al Mundial

En la previa del repechaje, Perú era favorito ante Australia: por nombres y juego. Pero todo eso hay que demostrarlo en el campo. Y la ‘bicolor’ jamás pudo imponerse ante su rival de turno. De hecho, lo mejor de la selección en los 90 minutos fue el resultado parcial, pues los ‘amarillos’ habían tenido las más claras del encuentro. Al final lo perdió por penales.

Justo cuando muchos pensaban que los peruanos dominarían la pelota desde el primer minuto, sucedió todo lo contrario. El equipo de Graham Arnold sorprendió con su planteamiento y atacó por todos lados a los sudamericanos. Y cuando las revoluciones bajaron, la imprecisión se apoderó de todos. Sobre todo en la mitad del campo: Renato Tapia, Sergio Peña y Christofer Gonzáles no conectaron.

Un caso aparte es Christian Cueva, llamado a ser el más peligroso en la selección nacional. ‘Aladino’ fue perdiendo la inspiración con el correr de los minutos y terminó acalambrado. Pero hubo una jugada que, quizás graficó lo que estaba pasando: Ricardo Gareca le dio un ‘jalón de orejas’ cuando perdió el esférico a los 34′ de la primera parte.

Con el café cargado del entretiempo, se esperó otra cara. Pero no fue así. Salvo el palo de Edison Flores (que entró en lugar de un cansado André Carrillo), Perú no tuvo remates claros al arco contrario. Ocurrió más de lo mismo. Incluso pudo perderlo al final con un remate cruzado tras acción por el sector izquierdo del terreno de juego.

Podemos decir que Perú tuvo más intenciones recién el segundo tiempo suplementario. Llegaba tocando, pero nunca encontró ese último pase. La profundidad. El remate de larga distancia. Australia, mientras, sacaba un ‘as’ bajo la manga: cambió de portero y metió Andrew Redmayne, conocido por atajar penales de manera insólita.

Y todo se definió desde los doce pasos. Pedro Gallese, que casi no tuvo participación, atajó el primer penal y la balanza se puso a favor de la ‘blanquirroja’. Tras ello, metieron todos, hasta que tocó el turno de Luis Advíncula. ‘Bolt’, recuperado para este partido, falló su remate y los nervios crecieron.

Alex Valera, con poca experiencia a nivel selección, cargó con la mochila del sexto penal y no logró convertirlo. Perú se quedó sin Mundial en el repechaje y un silencio se apoderó en más de 32 millones de almas. Pero tenemos que aceptarlo, jugamos nuestro peor cotejo en el día más importante.

Quizás tampoco merecimos ganar, pero todo lo que vivió la ‘bicolor’ para llegar a esta instancia, duele. Y hay que aceptarlo. No hay culpables. No hay fracaso. Más bien hay que aplaudir el proceso, porque pasamos de estar penúltimos en las Eliminatorias, a quedar quintos por encima de selecciones como Colombia y Chile. En el fútbol, como todo en la vida, hay revanchas. Nos verán volver.

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