Ana Estrada sigue en su lucha. Afectada por una enfermedad incurable y buscando una muerte digna con la eutanasia, la Defensoría del Pueblo informó que hoy, viernes 3 de junio, es la nueva audiencia de su caso.
La activista tiene 45 años y desde los 12 años sufre polimiositis, una enfermedad degenerativa e incurable que debilita sus músculos y la mantiene conectada a un respirador artificial y actualmente se ha paralizado casi todos los músculos de su cuerpo. Ahora tendrá la oportunidad de exponer frente al juez supremo Augusto Ruidías Farfán por qué tiene el derecho a ponerle fin a su vida.
Ana, quien es la primera peruana en pedirle al Estado peruano ejercer su derecho a una muerte digna cuando ella lo requiera, consideró que cuando ella inició el tema era algo de lo que no se hablaba, un tabú, pero ahora se abrió un debate, así sea en contra o a favor.
En 2016, en una entrevista con La República, la también psicóloga -atendía a sus pacientes en su departamento y dictó talleres sobre sexualidad en mujeres con discapacidad- dijo que amaba la vida, pero cuando le practicaron la traqueotomía después de permanecer en UCI, se planteó no prolongar su vida en condiciones que son dignas, además, que depende de sus padres que son adultos mayores.
Ha sido muy crítica al artículo 112 del Código Penal que criminaliza y hace que el Estado tenga el derecho sobre su vida y decisiones. En este se explica lo siguiente: “Homicidio piadoso: El que, por piedad, mata a un enfermo incurable que le solicita de manera expresa y consciente para poner fin a sus intolerables dolores, será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de tres años”.
Ana también reconoció que quiso ponerle fin a su vida clandestinamente, pero luego pensó que no estaría bien hacerlo dentro de la ilegalidad, que no era su forma de desenvolverse en la vida y que, finalmente, hubiera sido muy trágico quitarse la vida de esa manera.
Abrió un blog para explicar por qué deseaba una muerte digna. Pasó años buscando contactos por internet para consultar sobre la eutanasia, hasta que decidió hacerlo público y comenzó a contar su historia. Así, se inscribió en Change.org para tener una “respuesta más activa”; sin embargo, una vez publicado la petición trascendió fronteras.
Su recorrido por el activismo ha sido positivo. Pensaba que iba a ser rechazada pero fue todo lo contrario: mucha gente comenzó a empatizar con ella y su lucha ha sido aplaudida, incluso, por un sector conservador de la sociedad peruana. No quiere morir ahora, pero está preparando su camino para cuando llegue el momento, para que no ruegue por su muerte.
DECISIÓN DE UN JUEZ DIRIMENTE
El juez supremo Augusto Ruidías Farfán define la decisión judicial sobre Ana Estrada para poner fin a su vida, a través del procedimiento técnico de la eutanasia.
En 2021, la activista hizo historia cuando el juez Jorge Luis Ramírez, del 11° Juzgado Constitucional de la Corte Superior de Justicia de Lima ordenó que, para este específico caso, no se aplique el artículo 112 del Código Penal, que tipifica el delito de homicidio piadoso.
Los demandados que eran los procuradores de los ministerios de Salud y Justicia, así como de Essalud, no apelaron. No obstante, falta al menos cuatro votos que ratifique el fallo de 2021.
En la Sala de Derecho Constitucional y Social Permanente de la Corte Suprema de Justicia, tres están a favor de Ana Estrada, David Quispe Salsavilca (presidente de la sala), Jackeline Yalán Leal y Ramiro Bustamante Zegarra; pero los jueces supremos Augusto Yaya Zumaeta y Ángela Cárdenas Salcedo desaprobaron la sentencia al no estar de acuerdo con los fundamentos presentados. Todo está en manos de Ruidías Farfán.
ANA ESTRADA DECLARARÁ
En entrevista con Infobae, Percy Castillo, adjunto de la Defensoría del Pueblo para los Derechos Humanos y Personas con Discapacidad, dijo que Ana Estrada tendrá la oportunidad de hablar como sucedió en las otras audiencias para que, por fin, se le reconozca una muerte digna.
Aunque está confiado que la decisión del juez sea positiva; en caso no se le dé la razón se tendría que llamar a otro vocal supremo para que defina la situación. Igualmente, Ruidías Farfán se puede tomar el tiempo que considere necesario para dar su voto, aunque espera que no se demore demasiado, pues Ana se encuentra a la expectativa de una victoria.
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