Hace unos días el periodista César Hildebrandt felicitó la investigación de la Fiscalía al presidente Pedro Castillo durante su mandato, algo que, según sus palabras, no había sucedido con los últimos mandatarios como Alberto Fujimori, Alejandro Toledo, Alan García y Ollanta Humala. Esta vez, el autor de Confesiones de un inquisidor volvió a referirse al actual gobernante y recordó que el jefe de Estado no responde a la prensa.
El expresentador de Hildebrandt a las 10 manifestó que la primera autoridad nacional no tendría qué decir a la prensa si se le refuta, sobre todo, al saber que cuando postulaba al sillón presidencial estaba con Perú Libre, dirigida por el secretario general del partido, el sentenciado Vladimir Cerrón.
“Castillo preside un gobierno donde los prontuariados tienen cabida, los ineptos acogida, los lobistas comprensión. Castillo preside un gobierno y, al mismo tiempo, encabeza una sociedad oscura en la que pueden cocinarse licitaciones y asignaciones presupuestales en el fuego lento del paisanaje, de la colaboración electoral y las promesas del resarcimiento”, expresó.
El también escritor consideró que el jefe de Estado “fue una inversión para los Villaverde, los Pacheco y los Silva”. Pese a que, según el periodista, él sabía dónde se estaba metiendo, pero como iba a obtener muchos beneficios, “tuvo la precaución de tercerizar y ahora clama estar limpio”.
“Es el presidente zombi de un gobierno que iba a cambiar el país y que terminó cambiando de camiseta”, agregó en su columna.
Hildebrandt tampoco fue muy plausible con la oposición de derecha, sobre todo, con los fujimoristas a quienes tildó de “chanchismo, el telesupismo o el cesarismo de la fotocopia” y concluyó que " los peruanos están atrapados entre dos bandos igualmente inaceptables”.
SOBRE EL CONGRESO
El director de Hildebrandt en sus Trece criticó la función del Congreso actual y sostuvo que solo se prestan para intereses de “oligopolios y monopolios dispuestos a todo con tal de mantener sus privilegios” y luego culpó directamente al expresidente Alberto Fujimori por “destruir los partidos políticos y a normalizar el latrocinio”.
“La oligarquía y Fujimori hicieron del neoliberalismo esta escuela de desigualdad que ha acentuado nuestra naturaleza renga. Fue la desigualdad extrema e insultante la que construyó a Castillo Terrones”, escribió.
Luego, recordó los gobiernos anteriores:
“Lo que Castillo ha empezado a hacer en materia penal no es ni el diez por ciento de lo que hizo Alan García en su primer gobierno y repitió en el segundo. Ni el 5 % de lo que robó el fujimorismo en 10 años, aunque muchos se empeñen en recetarnos la terapia de la amnesia. ¿No quieren que recordemos los 15 millones de dólares (robados del presupuesto de Defensa) que Fujimori le pagó como CTS a Montesinos? ¿No quieren que recordemos que el excomandante del ejército, Nicolás de Bari Hermoza, admitió en juicio público ser un ladrón? ¿Qué más quieren que olvidemos? Lo descubierto hasta ahora en el club de chicos malos de Sarratea es agua de malvas frente a los negocios de PPK, las turbideces suculentas de Toledo, los dineros que Heredia y Humala recibieron del extranjero”.
Hildebrandt afirmó que Pedro Castillo tiene que irse de la presidencia, sin embargo, si la población vuelve a creer en la derecha -”que no pudo construir un país en 200 años”- aseguró que no saldremos adelante como país y “los resentimientos tomarán las decisiones”.
El autor de Una piedra en el zapato pidió, que si se dan nuevas elecciones, los peruanos seamos capaces de elegir a “a un centrista sensible y social que nos entusiasme y que odie la vulgaridad de la picaresca nacional” y que la única manera de conseguir a alguien así es que “tenga el coraje de decir que los peruanos admiran un arquetipo degenerado –el ladrón exitoso, el impostor impune– y que es hora de cambiar si queremos sobrevivir como país”.
Finalmente, Hildebrandt anotó que cuando el país se encuentra en estas instancias comienza a leer poesía, pero ahora se ha interesado en otros temas como las “grandezas de la astrofísica”.
“Sé, por ejemplo, que hay dudas sobre qué episodio descomunal nos habrá de extinguir para toda la eternidad: o el colapso del sol, que lo hará al principio gigante y que nos asará como en una barbacoa, o el choque de la Vía Láctea con la invasora galaxia de Andrómeda, que hará hervir los océanos y derretirse el roquerío de nuestras firmezas. Ambos episodios sucederán en muchos millones de años y lo más probable, según mi modesto entender, es que en ese momento la faz del planeta será una vastedad deshabitada. Los sucesivos Elon Musk nos habrán aniquilado en una sola tormenta de arrogancia y estupidez”, finalizó.
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