Inversión pública en Perú creció 2.4 % en mayo, impulsada por gobiernos locales y regionales

La ejecución de la inversión pública creció por segundo mes consecutivo, alcanzando los S/ 3,178 millones. Esta evolución positiva fue liderada por los gobiernos locales y los gobiernos regionales.

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| Foto: Agencia Andina
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En mayo del presente año, la inversión pública en Perú ascendió a S/ 3,178 millones, una cifra superior en 2.4% en comparación al mismo mes del 2021 (3,104 millones), según reportó el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).

A nivel desagregado, la evolución positiva fue liderada por los gobiernos locales (+27.2%) y los gobiernos regionales (+22.3%), lo que fue contrarrestado por la caída de la inversión del Gobierno Nacional (-23.0%).

Es así que la ejecución de la inversión pública creció por segundo mes consecutivo, considerando que en abril del 2022 aumentó 8.6%. Mientras que durante el año se registraron las siguientes cifras de inversión pública: enero (-16.7%), febrero (-19.6%) y marzo (-8.7%).

AÑOS ANTERIORES

Cabe recordar que la inversión pública alcanzó una ejecución de S/ 39,102 millones durante el 2021, registrando un crecimiento nominal de 38.02% frente al gasto registrado en el 2020 (S/ 28,330 millones), en un año en la cual la pandemia del covid-19 afectó a la mayoría de actividades económicas.

Mientras que llegó a S/ 32,288 millones en el 2019, cifra que superó al monto alcanzado en el 2018 (S/ 32,284 millones). Asimismo, la inversión pública se recuperó en el 2017 y creció 8.7%, después de dos años de retroceso, tras situarse en S/ 28,406 millones.

La ejecución de la inversión pública sumó S/ 31,608 millones en el 2014, pero luego se redujo a S/ 30,609 millones en el 2015 y a S/ 27,205 millones en el 2016.

PROYECCIÓN

Según el MEF, para este año, se prevé que la inversión pública aumentará en 11% debido a que se ejecutará un presupuesto histórico alrededor de S/ 58 mil millones muy por encima de años previos. Además, se viene implementando una serie de medidas que elevarán la ejecución de las inversiones.

Asimismo, la continuidad de proyectos importantes como los relacionados al Plan Nacional de Infraestructura para la Competitividad (PNIC) y a la reconstrucción impulsarán a la inversión pública.

Sin embargo, el Departamento de Estudios Económicos de Scotiabank estimó que para el 2023, la inversión pública registrará un retroceso de -1.5%. Esta evolución reflejaría el impacto del cambio de autoridades, pues el 2023 será el primer año de gestión de los nuevos gobiernos regionales y locales.

Como sucede cada cuatro años, la curva de aprendizaje de las nuevas autoridades incidirá en una menor ejecución de los gobiernos subnacionales, en especial durante el primer semestre del 2023.

Cabe anotar que inicialmente se esperaba que este comportamiento pudiera ser contrarrestado por un mayor nivel de gasto del Gobierno Nacional, pero la evolución de la inversión pública en el primer trimestre del 2022 cayó en -13.7%, y los continuos cambios de ministros, llevan a los economistas a ser más cautos en sus proyecciones.

FINANZAS PÚBLICAS

En 2022, el MEF prevé que el déficit fiscal y la deuda pública se ubiquen en 2,5% del PBI y 34,7% del PBI, respectivamente. El gasto no financiero del gobierno general será equivalente a 22,1% del PBI y estará orientado a brindar soporte en un contexto de incertidumbre por la emergencia sanitaria y tensiones geopolíticas, y se destinará a fortalecer sectores prioritarios y estratégicos e impulsar la actividad económica a través de la inversión pública.

Mientras que, los ingresos del gobierno general crecerían 1,5% en términos reales (21,0% del PBI), menor al crecimiento económico esperado debido al efecto base del 2021 por el pago de impuestos extraordinarios provenientes del sector minero, sin los cuales los ingresos fiscales crecerían 4,5% real.

De acuerdo a proyecciones del MEF, la deuda pública seguirá una trayectoria decreciente bajo la consolidación fiscal prevista, hasta ubicarse en 33,2% del PBI en 2026, 30,8% del PBI en el año 2030, 26,6% del PBI en 2040 y 24,1% del PBI en 2050, con lo que continuará posicionándose como una de las más bajas de la región y entre economías emergentes.

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