Exportaciones del sector textil moverían US$ 1,830 millones este año en Perú

Al cierre del 2022, las exportaciones de textiles y confecciones en Perú moverían cerca de US$ 1,830 millones, lo cual se traduciría en el valor más alto desde el 2013 -año en el cual se alcanzó los US$ 1,926 millones de valor exportado, proyectó el Departamento de Estudios Económicos de Scotiabank.

Este resultado se explicaría por una mayor demanda por parte de Estados Unidos, el principal destino de exportación, y en menor medida, por países de América Latina y la Unión Europea.

Sin embargo, uno de los factores que podría limitar el nivel de crecimiento que se espera para el 2022 sería las mayores perspectivas de incremento de precios de alimentos en el mundo. Un mayor nivel de precios de alimentos a nivel global reduciría presupuesto para adquirir prendas de vestir, bienes que no son de primera necesidad.

Según los analistas de Scotiabank, la demanda por textiles y confecciones por parte de EE.UU. se mantendría sólida, tomando en cuenta la reactivación del consumo de los estadounidenses, el incremento del costo promedio de los textiles importados desde China y las sanciones comerciales impuestas al gigante asiático. Estos factores continuarían en el corto plazo.

Y es así como la demanda se mantendría fuerte dado que se espera que la economía de Estados Unidos crezca 3.2% durante el 2022, según el FMI. A ello se suma que, si bien se ha reducido el precio de los fletes marítimos, este aún se mantendría en niveles elevados -respecto de años anteriores- en los próximos meses.

Con respecto a las sanciones comerciales a China, en lo que se refiere a importaciones de algodón se mantendrían en el corto plazo. Esto permitiría que EEUU se abastezca de productos -en este caso textiles y confecciones- de otros países, tanto del continente asiático -menor costo de producción-, como de países de Centroamérica y Sudamérica, zonas cercanas a EEUU permite menor costo de transporte.

Así, las importaciones de textiles y confecciones por parte de EE.UU. crecieron 31% durante el primer trimestre del 2022, siendo su principal proveedor China (+29%) -representó el 25% del total de importaciones en esta categoría-, aunque representando una participación por debajo de lo registrado en años previos -cerca de 33% en el año 2021 y 40% en el 2011, según cálculos en base a cifras de Otexa.

Asimismo, durante el primer trimestre del 2022, entre los países que crecieron por encima de la tasa de crecimiento de las importaciones de EEUU destacaron países como Bangladesh (+61%), Indonesia (+63%), Guatemala (+35%), Perú (+42%), y Colombia (+35%), entre otros.

En el Perú, las exportaciones de textiles y confecciones cerraron el 2021 sumando US$1,648 millones, 62.2% más respecto al 2021, y 21.6% respecto al valor exportado en el 2019, superando el monto exportado en época prepandemia, según cifras del Banco Central de Reserva (BCR).

El monto anual exportado del 2021 fue el más alto desde el 2014 (US$1,800 millones). El incremento del valor exportado en el 2021 respecto al 2020 se explicó principalmente por un mayor volumen exportado (+59.8%), dado que el incremento del precio promedio de exportación fue relativamente marginal (+1.5%).

Cabe mencionar que el valor exportado en el año 2020 fue el más bajo desde el año 2003 (US$823 millones), debido a la paralización parcial de la actividad económica durante el segundo trimestre del 2020, debido al inicio de la pandemia por el Covid-19 a mediados de marzo del 2020.

Por destinos, el valor exportado se explicó por una mayor demanda por parte del principal destino, EEUU, dado que el monto exportado se incrementó en cerca de 63% respecto al año 2020 -demanda creció 26.5% respecto al año 2019-. Asimismo, este país de destino explicó el 54% del monto total exportado en el 2021 -cerca del 52% del total exportado en el 2019-.

Este comportamiento estuvo asociado por al menos tres factores importantes como la reactivación de la demanda por parte de EE.UU., el incremento del costo promedio de los textiles importados desde China, las sanciones comerciales aplicadas a la importación de prendas de vestir provenientes de China por parte de Estados Unidos.

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