El canto patriótico que entonan los peruanos posee un origen de gran carga histórica que define la esencia del territorio nacional y el sacrificio de miles de compatriotas que entregaron sus vidas por defender el suelo que abraza a sus habitantes.
Desde que nos formamos en las escuelas nos asocian al espíritu patriótico, por lo que estamos familiarizados con los versos que acompañan la melodía que hasta la fecha se sigue entonando con la mano derecha sobre el pecho y a la altura del corazón.
Por la antigüedad de los registros, se mantienen algunas dudas sobre quién fue la primera persona que cantó el Himno Nacional y a qué personas les corresponde la autoría del canto que refleja el reconocimiento al pueblo, sus victorias y hazañas que protagonizaron sus protagonistas.
La historia del Himno Nacional
De acuerdo a los documentos públicos expuestos por el Congreso de la República, antes de que Don José de San Martín llegue a Lima, los habitantes ya entonaban un tema que valoraba el patriotismo. Este no poseía un origen conocido, ni un autor detectado.
Este escenario permitió que el libertador y su representante en relaciones exteriores emitieran un mandato en el año 1821 en el que precisaban que “era necesario la adopción de una Marcha Nacional en el Perú” tras proclamar la independencia. En este documento se hizo una invitación pública a maestros, letristas, compositores y aficionados para que participen con sus piezas musicales. El ganador del concurso no quedaría en el anonimato, ya que sería registrado para su reconocimiento.
Aunque en aquellos tiempos aún se vivían enfrentamientos territoriales, se cuestionó la veracidad del concurso. Tomando como referencia al autor Félix Cipriano Coronel Zegarra, quien detalló la vida de Bernardo Alcedo, San Martín escuchó la composición ganadora, y que se ajustaba a sus requerimientos. Su conformidad la habría confirmado al decir “sin disputa, éste es el Himno Nacional del Perú”.
Citando la “Tradición del Himno Nacional” de Ricardo Palma, la composición fue estrenada la noche del 24 de setiembre de 1821, fecha en que se festejó la capitulación de las fortalezas del Callao
¿Quién compuso el Himno Nacional del Perú?
La composición general fue realizada por José Bernardo Alcedo, que desde muy joven tuvo una cercanía a las artes, hecho que lo lleva a formarse como músico. Tras acompañar a los batallones peruanos con sus melodías, este formó un historial con aportaciones de corte religioso.
Sobre la letra que acompañó a la melodía oficial, se sabe que la escritura de las estrofas fue realizada por el iqueño José de la Torre Ugarte. A través de una carta escrita por puño y letra de Alcedo se narró que usó el material de su compatriota.
“... Él también compuso los versos de La Chicha; y llegando estas dos piezas a mis manos les puse música. Refiriéndome a la primera, conservo los versos originales de su misma mano, los que he sabido, que los han variado”. A este envío unió la transcripción de la letra del Himno Nacional que representa a todo el país.
¿Quién cantó por primera vez el Himno Nacional?
El importante acontecimiento tuvo como protagonista a la señora Rosa Merino, quien para los estudiosos de la historia peruana, ella fue la reconocida soprano de la época en entonar por primera vez la letra del Himno Nacional.
Pese a que su participación en el escenario fue a días de que culmine el mes de septiembre, la documentación del Congreso especifica que el 23 de septiembre de 1821 se cantó por primera vez en el teatro. Don José de San Martín fue el principal testigo del evento histórico.
Letra del Himno Nacional del Perú
Esta se considera la versión completa con todas sus estrofas y coro.
Coro
Somos libres, seámoslo siempre
y antes niegue sus luces el Sol,
que faltemos al voto solemne
que la Patria al Eterno elevó.
Estrofa I
Largo tiempo el peruano oprimido
la ominosa cadena arrastró;
condenado a una cruel servidumbre
largo tiempo en silencio gimió.
Más apenas el grito sagrado
¡Libertad! En sus costas se oyó,
la indolencia de esclavo sacude,
la humillada cerviz levantó.
Estrofa II
Ya el estruendo de broncas cadenas
que escuchamos tres siglos de horror,
de los libres al grito sagrado
que oyó atónito el mundo, cesó.
Por doquier San Martín inflamado,
Libertad, libertad, pronunció,
y meciendo su base los Andes
lo anunciaron, también, a una voz.
Estrofa III
Con su influjo los pueblos despiertan
y cuál rayo corrió la opinión;
desde el istmo a las tierras del fuego
desde el fuego a la helada región.
Todos juran romper el enlace
qué natura a ambos mundos negó,
y quebrar ese cetro que España,
reclinaba orgullosa en los dos.
Estrofa IV
Lima, cumple ese voto solemne,
y, severa, su enojo mostró,
al tirano impotente lanzando,
que intentaba alargar su opresión.
A su esfuerzo sellaron los grillos
y los surcos que en sí reparó,
le atizaron el odio y venganza
que heredara de su Inca y Señor.
Estrofa V
Compatriotas, no más verla esclava
si humillada tres siglos gimió,
para siempre jurémosla libre
manteniendo su propio esplendor.
Nuestros brazos, hasta hoy desarmados
estén siempre cebando el cañón,
que algún día las playas de Iberia
sentirán de su estruendo el terror.
Estrofa VI
Excitemos los celos de España
Pues presiente con mengua y furor
Que en concurso de grandes naciones
Nuestra patria entrará en parangón.
En la lista que de éstas se forme
Llenaremos primero el reglón
Que el tirano ambicioso Iberino,
Que la América toda asoló.
Estrofa VII
En su cima los Andes sostengan
la bandera o pendón bicolor,
que a los siglos anuncie el esfuerzo
que ser libres, por siempre nos dio.
A su sombra vivamos tranquilos,
y al nacer por sus cumbres el sol,
renovemos el gran juramento
que rendimos al Dios de Jacob.
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