Robó, mató y se escapó de la cárcel varias veces: la historia de ‘Tatán’ y su peligrosa banda en los años 50

Lima engendró a uno de sus más recordados delincuentes: Luis D’Unian Dulanto, alias ‘Tatán’. Era portada de periódicos después de los atracos y fue asesinado en prisión a los 37 años como parte de una venganza.

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Luis D'Unián Dulanto, alias 'Tatán', fue cabecilla de una banda criminal que causó terror en el Perú en los años 40 y 50. | Foto: Caretas N° 2421 - "Luis D’Unian Dulanto (Tatán), un día en los tribunales, ocasión de estrenar terno nuevo."
Luis D'Unián Dulanto, alias 'Tatán', fue cabecilla de una banda criminal que causó terror en el Perú en los años 40 y 50. | Foto: Caretas N° 2421 - "Luis D’Unian Dulanto (Tatán), un día en los tribunales, ocasión de estrenar terno nuevo."

Durante las décadas de 1940 y 1950, los periódicos de Lima llenaban sus portadas con historias de sangre, crimen y robos, todos orquestados y ejecutados por el famoso delincuente ‘Tatán’ y su banda criminal.

Su nombre era Luis D’Unián Dulanto y nació el 4 de marzo de 1925, en la antigua calle de Las Carrozas, hoy cuadra 1 del jirón Huánuco, en Barrios Altos. El sobrenombre de ‘Tatán’ se lo pusieron de niño, porque no podía pronunciar bien la palabra “Tarzán”.

Según sus antecedentes policiales, se inició en el mundo del crimen como carterista a los 16 años. Su primer ingreso a un centro carcelario fue en 1942, cuando tenía 17 años. Luego volvería a ser detenido por robo en mayo de 1944, a los 19 años. Salió libre, pero en abril de 1945, a los 20 años, volvió a entrar por robo.

Su nombre empezó a hacerse conocido entre los delincuentes mayores, quienes comenzaron a protegerlo. Posteriormente, se convirtió en un ‘faite’, un bravo, y formó su propia banda criminal para seguir asaltando a empresarios y grandes instituciones en Lima.

SUS MAYORES CRÍMENES

Con 20 años, ‘Tatán’ formó una banda con Ernesto Jaramillo ‘Guta’, Jacinto Andrade Gálvez ‘Piñeyros’ y otros. Uno de sus crímenes más sonados ocurrió el 13 de diciembre de 1945. Robaron 68 mil soles (18,500 dólares) de una empresa de Lima. Un grupo de integrantes de su banda fueron capturados en Lima, pero el resto (el líder y dos más) lograron fugarse hacia el norte del país. Llegaron hasta Guayaquil, Ecuador, donde también se dedicaron a su ya conocido negocio del hurto.

Unas semanas después, fueron atrapados e identificados por sus antecedentes y la policía ecuatoriana los expulsó a Paita, en Piura. Desde allí, fueron llevados hasta el Callao en el barco ‘Mantaro’. Tras un viaje de nueve días, arribaron el 26 de febrero de 1946.

'Tatán', al extremo izquierdo de la imagen, junto a dos de sus cómplices con los que fue detenido en la frontera con Ecuador. | Foto: Archivo Histórico GEC
'Tatán', al extremo izquierdo de la imagen, junto a dos de sus cómplices con los que fue detenido en la frontera con Ecuador. | Foto: Archivo Histórico GEC

Apenas pisó tierra firme, D’Unián Dulanto, intentó fugarse, incluso estando esposado. Sus cómplices quisieron hacer lo mismo, pero todos fueron recapturados en las propias inmediaciones del Terminal Marítimo.

Se realizaron las investigaciones pertinentes y se confirmó que el monto robado por la banda ascendía a 140 mil soles (casi 38 mil dólares). Así, el 30 de marzo de 1946, la banda completa fue ingresada en la Cárcel Central de Varones, ubicada al lado del Panóptico, entre las avenidas Bolivia y Paseo de la República.

El plan era tenerlos presos mientras se recolectaban las pruebas suficientes para sentenciarlos. Pero, poco a poco, los miembros de la banda fueron escapando de la cárcel. En julio de ese mismo año, dos fingieron locura y pidieron ir al Hospital Víctor Larco Herrera. Unos días después, lograron huir.

Pero Luis D’Unián Dulanto escapó a lo grande. No necesitó ser trasladado a otra instalación, lo hizo desde la misma Cárcel Central de Varones. Aprovechó los festejos del año nuevo de 1947 y junto a los cuatro restantes miembros de su banda se escabulleron antes de la una de la madrugada del 1 de enero. Los cinco hicieron un agujero y treparon un muro, el cual los condujo a un patio. Desde allí, salieron por la puerta de Paseo de la República y llegaron a la calle. Las autoridades carcelarias no descartaron que algún guardia haya sido cómplice de su huida.

El 10 de enero de 1947 lo volvieron a capturar, tras una intensa balacera en La Perla, Callao. Pero, esta vez, ‘Tatán’ regresó a la misma cárcel como un héroe, seguro de que volvería a huir.

LOS AÑOS 50

En la década de 1950, la fama de ‘Tatán’ creció grandemente. Cualquier cosa que hacía era noticia para la prensa roja y se volvió el favorito de las portadas de periódicos. Es probable que se debiera a que era todo un personaje: trataba de vestirse bien y tenía una actitud de “refinado”. Caminaba con cuidado y aparentaba cierta bondad; aunque por dentro era el más osado de todos los criminales. Sus bigotes y su diente de diamante se convirtieron en un símbolo.

La prensa no dudaba de sus delitos, pero también especularon que podría estar siendo aprovechado como “cortina de humo” por el gobierno del entonces presidente Manuel A. Odría.

Los medios periodísticos siempre publicaban noticias de los crímenes de Tatán. | Foto: Archivo Histórico GEC
Los medios periodísticos siempre publicaban noticias de los crímenes de Tatán. | Foto: Archivo Histórico GEC

Tras una serie de arrestos más, el 30 de septiembre de 1954, Luis D’Unián Dulanto fue puesto en libertad nuevamente. Después de tantas salidas de prisión, ya se corría el rumor de la existencia de algún “padrino” o “madrina” influyente que lo salvaba en sus numerosos juicios.

Había pasado 8 años en la cárcel y parecía haberse reeducado, pues se dijo que en el centro penitenciario adquirió habilidades en la carpintería. Pero todo era una farsa. ‘Tatán’ participó en el robo de 2 millones de soles (casi medio millón de dólares) de la antigua Caja de Ahorros y Consignaciones, hoy conocida como el Banco de la Nación. Fue atrapado y conducido al penal de El Sexto, en el centro de Lima.

En 1956, el fiscal Ibarra Samanez pidió una larga condena para él, pero esta no se cumplió. ‘Tatán’ fue apoyado como nunca y consiguió escapar de la justicia peruana para luego irse a Chile, donde vivió un tiempo.

SU REGRESO A PERÚ Y ÚLTIMOS DÍAS

Al regresar a Perú, estuvo involucrado en más asaltos y robos, y entraba y salía de la cárcel como si fuera un hotel. En diciembre de 1959, enfrentó su último juicio, donde fue declarado inocente; pero al poco tiempo, volvió a delinquir.

Su último crimen fue en marzo de 1961, participó en el robo y asesinato de un empresario nisei (segunda generación de inmigrantes japoneses). Tras un mes de búsqueda policial, ‘Tatán’ fue detenido el 4 de abril de 1961. Lo atraparon en la casa de una mujer en Barranco, pero intentó huir por los techos. Aun así, lo atraparon y entró nuevamente a prisión, sin saber que sería su última vez.

El 15 de junio de 1962, Luis D’Unián Dulanto fue asesinado en la Cárcel Central de Varones. Tenía 37 años. El delincuente Javier ‘China’ Peralta lo apuñaló nueve veces en venganza porque había asesinado a su pareja, Víctor Pizarro, ‘Zamba’, quemándolo vivo.

Pero ‘Tatán’ estaba lejos de ser olvidado. Su muerte aumentó su fama y popularidad, se volvió un mito. 32 años después, la televisión peruana hizo una serie completa inspirada en su vida. Así, el 25 de abril de 1994 se estrenó, por el Canal 9, la miniserie de 12 capítulos ‘Tatán’, la cual fue todo un éxito.

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