Desaprobación ciudadana de María del Carmen Alva alcanza el 77%

Dentro de la enorme crisis política que se vive en el país, el Congreso de la República tampoco se salva. Según una encuesta del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), publicada por el diario La República, la desaprobación a este poder del Estado se encuentra en un 87%. A comparación del mes pasado, hubo el aumento de un punto. Por su parte, respecto a su aprobación, tan solo registra un 10%. Es decir, uno de cada diez peruanos lo respaldan.

En el desglose de cifras del sondeo del IEP, el Parlamento genera más rechazo en el sur y la aprobación es más habitual entre los más jóvenes de 18 a 24 años. Este panorama de descrédito del poder legislativo no resulta casualidad. En la última semana, tuvo cuestionadas decisiones como seguir atentando con la reforma universitaria, atacar a las autoridades electorales por no alinearse a su contrarreforma con miras a los comicios regionales y municipales, y blindar a personas cuestionables como el excontralor Edgar Alarcón.

De igual manera también se hace mención que no permite a la prensa a cubrir desde el interior del Parlamento las incidencias que ocurren a diario.

El descrédito popular del Congreso también arrastra a su presidenta María del Carmen Alva, quien tiene una desaprobación de aproximadamente 77%. En el sur y los niveles socieconómicos A y B tienen alto rechazo contra la también integrante de la bancada de Acción Popular. Por su parte, tan solo un 16% de los ciudadanos aprueba cómo ejerce su función como titular de este poder del Estado.

Como se recuerda, el Instituto de Estudios Peruanos publicó ayer el resultado de su sondeo sobre cuál sería la solución para salir la incesante crisis política en estos diez meses. En base de 1201 entrevistados, el 67% apuesta porque el presidente Pedro Castillo y el Congreso se vayan.

Este porcentaje representa un alza considerable si tomamos en cuenta lo señalado en abril. En el mes pasado, un 61% consideraba ese escenario para salir del entrampamiento político por los constantes conflictos entre el Ejecutivo y Legislativo. En febrero se reportó, por primera vez, que el 41% estaba de acuerdo en que “se vayan todos” para elegir a nuevas autoridades en los principales poderes del Estado peruano.

Otras opciones que preguntó IEP a sus encuestados es sobre si el presidente Castillo debe quedarse o no hasta el 2026. El 24% consideró que sí debe quedarse hasta que cumpla su mandato. Mientras que un 2% apuntó que debe irse y ser reemplazado por la vicepresidenta Dina Boluarte, quien ha sido protagonista esta semana de un escándalo revelado por la Contraloría General de la República por la omisión en su declaración jurada de intereses de que era presidenta del Consejo Directivo del Club Departamental Apurímac cuando la ley lo prohíbe por ser ministra de Estado.

En tanto, un 3% se muestra a favor de que solo haya elecciones presidenciales y se queden los 130 congresistas.

En la misma encuesta del IEP también se informa que Aníbal Torres, presidente del Consejo de Ministros, es desaprobado con el 70%. Mientras que tan solo un 21% lo aprueba. Hay que considerar que estos números difieren bastante de cómo empezó Torres en la PCM en febrero pasado cuando le tocó reemplazar al congresista Héctor Valer, quien tuvo una breve etapa.

Cuando asumió el cargo, Torres tenía la desaprobación de un 54% del país y aprobación de un 36%. En tres meses, el primer ministro ha dilapidado su crédito político debido a que también ha tenido conductas lamentables.

Por ejemplo, en abril pasado alabó al genocida Adolfo Hitler al ponerlo como ejemplo de un personaje de la historia que tuvo una buena gestión cuando construyó autopistas y otras vías de comunicación en Alemania, las cuales luego servirían para preparar a ese país a iniciar la Segunda Guerra Mundial, durante una sesión descentralizada del Consejo de Ministros.

“Hay que reconocerle sus buenas obras, pero yo les pongo como ejemplo: ¿en Alemania no fue Adolf Hitler el que lo convirtió en potencia mundial? Fue él, pero fue condenado, no solamente por los alemanes, sino por todo el mundo, por los grandes crímenes que cometió. A nadie se le juzga -judicialmente- por sus buenas obras, se le juzga por las malas obras”, mencionó entonces.

Esto generó que la embajada de Alemania en Lima respondió a sus declaraciones señalando que ese personaje no es “referente adecuado como ejemplo de ningún tipo”. De igual forma, la embajada de Israel rechazó que Torres haya usado a Hitler y Benito Mussolini, a quien también ha mencionado, como referentes de “ejemplo de prosperidad”. “Regímenes de muerte y terror no pueden ser una muestra de progreso”, resaltaron desde la institución israelí.