Las puertas de madera son las más comunes en la mayoría de casas, por su peso, durabilidad y la variedad de precios que presenta. Es necesario darles el correcto cuidado para evitar que se desgasten, pero ¿qué hacer cuando estas se atascan y ya no pueden cerrar?
Aunque no sea algo con lo que lidiemos de manera muy seguida, sí sucede, sobre todo en temporadas de invierno. Esto se debe a que la madera absorbe el 30% de humedad en forma de vapor de agua, lo cual produce una hinchazón de la puerta.
Pero todo tiene solución, así que a continuación, te mostraremos unos trucos fáciles de realizar desde la comodidad de tu hogar.
TRUCOS PARA REPARAR LA PUERTA
Antes de mostrarte los trucos recuerda que las puertas se atascan por diversos motivos y aquí te daremos la solución para tres motivos por los cuales este inconveniente se presenta.
1. Puerta que se atasca con el suelo
- Primer truco con lija:
El procedimiento inicia identificando la zona exacta donde la puerta roza. Para efectuarlo debes emplear una hoja de papel y ubicarla entre la puerta y el suelo. Desliza la hoja a lo largo de toda la puerta para que ubiques cuál es el lugar donde se atasca.
Utiliza un lápiz para marcar en la puerta la zona que debes trabajar.
Con la ayuda de una persona, desmonta la puerta y sitúala sobre un caballete.
Ahora necesitarás una lija para repasar sobre la zona que provoca el rozamiento. Recuerda hacerlo con mucho cuidado y mide la diferencia con una regla.
Luego de lijar, pide ayuda para colocar la puerta sobre las bisagras y así probarás que no hay roces.
- Segundo truco con lija:
Este segundo truco es más sencillo, pero también deberás emplear una lija.
A diferencia del primer truco, solo debes de pegar la lija con un adhesivo en el suelo mirando hacia arriba. Cerciora que no se mueva.
Ahora, abre la puerta con cuidado para que se vaya lijando poco a poco hasta que el atascamiento se reduzca.
2. Bisagras dañadas
Las bisagras son piezas fundamentales para el funcionamiento de las puertas y su mal estado puede ser el motivo del atascamiento de las puertas.
Si esta es la causa, entonces deberás de verificar si la ranura superior se ve más ancha de lo normal, de ser ese el caso, el problema está en la bisagra.
Para solucionarlo debes de recurrir a los ovalillos que son unas arandelas que se encuentran en las ferreterías. Además de ello, te tocará desmontar la puerta para añadir una o dos arandelas en cada una de las bisagras.
¡Listo! Realizando todo ello le darás la solución a este problema.
3. Puertas que rozan por suelo levantado
Otro de los motivos usuales por el cual la puerta roza el suelo es porque las baldosas o loseta de por sí están levantadas a causa de diversas anomalías. Para dejar atrás ese problema, te mostraremos un truco fácil de ejecutar y económico.
Al tener un suelo con relieve, tendrás que optar por rebajar parte inferior de la puerta. Esta es la opción más económica en comparación al cambio de baldosas.
Inicia cepillando la parte inferior de la puerta y luego marca con un cutter todo el excedente de la zona. Para cortar esa parte puedes utilizar un cortador especial de madera.
Sin embargo, al ser un procedimiento más tedioso, te recomendamos optar por llevar la puerta con un especialista.
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