Los delincuentes siguen haciendo de las suyas y no hay quiénes lo controlen. Este domingo, se registró la muerte de un comerciante en el Callao tras ser interceptado por unos delincuentes para quitarle la fuerte suma de dinero que llevaba tras cobrar por el abastecimiento de las verduras que venden en el mercado de Oquendo.
La víctima identificada como Juan Carlos Benites se encontraba a punto de ingresar a la cochera para sacar su pequeño camioncito e iniciar sus labores como todos días, cuando de repente fue interceptado por estos malhechores que para valerse de sus pertenencias lo golpearon brutalmente hasta matarlo.
“Él ha salido como todos los días a las 2 de la mañana con rumbo al mercado de Santa Anita para comprar los productos”, expresó su cuñada.
Algo que también los ha sorprendido es que al demorarse, el suegro de Benites decidió ir a buscarlo a dicha cochera y al entrar lo encontró tirado sobre el suelo y lleno de sangre. Al pedir ayuda intentaron llevar al comerciante al hospital Carrión pero llegó cadáver.
“Encontraron desangrándose a mi cuñado, nada se pudo hacer”, sostuvo la esposa del hermano de la víctima. Además, expresó que Juan Carlos de 35 años, no tenía enemigos ni nadie que lo intimide ni lo amenace. Sin embargo, alegó que esto se debe a un marcaje, ya que sabían la hora que siempre salía y sobre todo que se iba con rumbo a comprar los tubérculos.
La familia también contó que el empresario se había convertido en padre hace ocho meses y que era muy querido en la zona del Callao, ya que trataba muy bien a sus “caseros” y que desde hace muchos años se dedicaba a la compra y venta de verduras.
“A los ladrones no les importó solo robarles, también lo mataron. Él deja dos hijos en la orfandad uno de 6 años y un bebé de ocho meses. Mi sobrino cree que se ha golpeado la cabeza y que pronto va a venir”, expresó entre lágrimas la cuñada de Benites.
INVESTIGACIONES
Al conocerse esta noticia, diversos comerciantes de la zona están exigiendo justicia por la muerte de un gran amigo. Asimismo, aseguran que muchos de ellos están siendo amenazados por extranjeros que los buscan para cobrarles cupos.
También solicitaron más apoyo policial y municipal ya que en este mercado no hay presencia de las autoridades por lo que se convierten en personas vulnerables ante la presencia de delincuentes que merodean la zona.
“Pedimos justicia. No puede quedar impune esta muerte, quizás mañana más tarde podamos cualquiera de nosotros”, expresó una comerciante al enterarse de la muerte de su amigo.
EL DATO
Aunque en los primeros meses de la pandemia y con la paralización de varias actividades comerciales, la delincuencia en Lima y Callao parecía haber disminuido, los robos y asaltos han incrementado. De hecho, hasta setiembre de este año se han denunciado 69.715 asaltos en Lima y 6.474 en el Callao, de acuerdo a los datos del Sistema de Denuncia Policial (SIDPOL).
En promedio, por cada hora que pasa 11 víctimas se acercan a una comisaría para asentar su denuncia. Lo que revela un aumento respecto al 2020, ya que hasta setiembre de ese año las comisarías de Lima habían recibido 51.607 y las de Callao, 5.862, según los datos recopilados por el diario El Comercio.
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