El pasado 6 de mayo, la ciudadana venezolana Saraí Yanela Alvarado Hernández, que vivía en Perú con su familia, denunció que su hijo había sido víctima de bullying, acoso escolar, xenofobia y fue golpeado por su compañero del colegio. La progenitora denunció, en varios programas de televisión, que su hijo había sufrido un esguince cervical y un derrame cerebral.
Hizo un escándalo a Carlos Negrete Córdova, director del colegio N° 5167 Víctor Raúl Haya de la Torre, en Zapallal, Puente Piedra, para que se hagan cargo del menor.
Sin embargo, los padres del supuesto adolescente agresor siempre negaron que esto haya ocurrido y que los golpes habían sido propinados en la casa del niño: “Eso es completamente falso. Mi hijo en ningún momento ha agredido a ese niño. Ese niño tiene hematomas en el cerebro y cuerpo, y un niño no puede causar tanto daño; mi hijo es más pequeño. Mi hijo tiene 12 años, mi hijo no lo agredió, es totalmente falso”.
Las historias sobre esta familia continuaron en la televisión abierta y la Primera Fiscalía Provincial de Familia de Puente Piedra abrió una investigación preliminar.
Saraí continuó culpando a las autoridades de la escuela y dio varias versiones de que había llevado a su hijo a una clínica privada para que lo revisaran. Incluso, hay un video donde se aprecia al adolescente temblando varias veces.
“No me pueden mandar a mi hijo a mi casa con un derrame cerebral, quién me garantiza que mi hijo estará bien en mi casa, que no tendrá una convulsión, yo no soy médico para poder ayudarlo, yo exijo que mi hijo sea evaluado”, dijo la venezolana cuando los médicos determinaban que el menor no se encontraba tan mal de salud como había indicado en un comienzo.
Las instituciones como el Ministerio de Educación (Minedu), a través de la a Dirección Regional de Educación de Lima Metropolitana (DRELM), inició una investigación sobre el caso y la embajada de Venezuela en Perú condenó la “brutal agresión” e inició las gestiones ante las instituciones del Estado para que el caso del menor no quede impune.
“Estamos prestando todo el apoyo consular a la familia y el acompañamiento respectivo hasta la total recuperación de Jhoangel y el esclarecimiento del caso”, se leía en el comunicado que fue aprobado por el régimen de Nicolás Maduro. Hubo marchas de los ciudadanos venezolanas en Perú para que se dejara la xenofobia en el país de lado.
EL CASO
Hildebrandt en sus Trece publicó una investigación sobre las mentiras de Alvarado Hernández. El niño no había sufrido ningún derrame cerebral, lo cual fue admitido por la madre del menor y se defendió mencionando que no había entendido el término porque había pasado por varios médicos que no le habían explicado qué significa.
No obstante, algo era cierto: el niño estaba lesionado. Según el semanario, los médicos del Hospital Carlos Lanfranco La Hoz, en Puente Piedra, le diagnosticaron un esguince cervical -conocido como “latigazo cervical”-, algo extraño porque solo sucede en víctimas de accidentes de tránsito.
El director de la escuela informó a la UGEL que la madre del menor había intentado extorsionarlo al solicitarle 6,000 soles para “evitar situaciones problemáticas”. Admitió haber ofrecido a Alvarado Hernández 300 soles para los gastos médicos, pero lo rechazó. Tuvo que bloquearla del Whatsapp porque lo acosaba en la madrugada para insistir por su hijo.
Hay otro suceso extraño que enmarcó la investigación del semanario: el adolescente había tenido una pequeña riña con un compañero, a quien llamó “tardón”. Hubo un forcejeo, pero terminó como una broma. Todo quedo allí. Nadie le había tomado importancia. El escolar hizo ejercicios de Educación Física sin problemas y asistió a clases en los siguientes días hasta que no se presentó el miércoles 27 de abril cuando su madre llamó a la tutora del escolar para contarle que su hijo estaba en el hospital debido a una golpiza que había recibido de parte de otro estudiante.
Negrete Córdova activó los protocolos de bullying, citó a los padres de ambos niños y se acordó que la madre del supuesto agresor pagaría todos los gastos médicos, pero, al salir del la escuela, estaban todos los medios de comunicación para preguntar sobre el caso, por lo que decidió retirar cualquier apoyo.
“¿Por qué no comparan las declaraciones de la señora? Ella cambia de declaración a cada rato. Que investiguen a su familia, del niño, a sus papás y que investiguen a mi familia, a mi hijo. (Que investiguen) en qué situación vive mi hijo”, declaró a América Noticias.
La progenitora del supuesto adolescente agresor dijo que el padrastro del niño había llegado al colegio con un palo; por eso el menor venezolano que no quería salir del ambiente escolar, lo cual fue corroborado por el semanario.
Alvarado Hernández negó todas las acusaciones y aseguró que iba a tomar acciones legales contra todo aquel que estaba divulgando información falsa, en clara referencia a Hildebrandt en sus trece, pero esto ya no se podrá dar porque toda la familia regresó a Venezuela.
LLEGADA A VENEZUELA
Sorprendentemente, Saraí Yanela Alvarado Hernández y su familia llegaron al Aeropuerto Internacional Simón Bolívar, en La Guaira, este sábado 21 de mayo con un grupo de 264 migrantes que regresaron a Venezuela con el Plan Vuelta a la Patria del régimen de Nicolás Maduro.
Rander Peña, viceministro de la Cancillería venezolana, publicó el video en su cuenta oficial de Twitter, informando que estaba el menor que fue “víctima de violencia escolar en escuela en Perú, consecuencia de la campaña de xenofobia en contra de los venezolanos”.
“Ya están en su patria, seguros, protegidos. Han tomado la mejor decisión, volver a la patria”, concluyó.
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