Entre lágrimas y a la luz de las velas, 37 familias velaron a sus parientes desaparecidos y asesinados en la masacre del 14 de agosto de 1985. La Fiscalía logró identificar a las personas y sus restos fueron velados el jueves. Hoy 79 familias podrán sepultar a sus seres queridos en el cementerio del cerro San Cristóbal, donde antes había una base militar.
La fiscalía informó a la AFP que se “identificó con ADN” de las 37 víctimas y se entregaron el día martes. Sus restos óseos y vestimentas fueron hallados en una fosa común en 2007. Un día después, se entregaron 42 restos más.
Según el informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), divulgado en 2003, en el país existen unas 4 mil fosas comunes con víctimas de la época del conflicto armado interno y terrorismo. Desde hace años, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha intentado encontrar a los miles de desaparecidos.
Este viertes se enterrará un total de 80 restos, porque algunos corresponden a víctimas de otras matanzas. El entierro se empezará hoy en la plaza del pueblo, luego los ataúdes serán llevados al cementerio, a un kilómetro de distancia.
“Cada vez que venimos acá es para poner velas y orar, porque aquí mataron a mi mamá”, declaró la campesina quechuahablante Catalina Ochoa, de 59 años, quien perdió a su madre en la masacre, a la AFP.
SE ENTREGARON 78 RESTOS
Lorena Hermosa, gerenta de Desarrollo Social del Gobierno Regional de Ayacucho, señaló que en la región se han tenido alrededor de 114 personas fallecidas. Además, informó que el Ministerio Público hará entrega este viernes 20 de mayo de 70 restos más.
“Hoy se están entregando 79 (restos) a 79 familiares en la comunidad de Accomarca. Es fundamental que el país conozcan de estos procesos porque si no tenemos memoria y no restituimos, no vamos a sanar las heridas”, expresó en TV Perú.
“Los familiares por fin van a poder tener un lugar donde llevarle flores, recordarles, porque hasta ahora ellos no podían tener el consuelo de enterrar a sus muertos. Muchos han sido desaparecidos, muchos han sido inclusive cremados, a algunos inclusivos solo (se ha hecho) una restitución simbólica porque han encontrado (solo) muestras de alguna prenda”, explicó.
VELORIO DE LAS VÍCTIMAS
Las campesinas encendieron velas y rezaron en las ruinas de una antigua casa, en medio de un campo de maíz, sitio de la matanza. Frente a ellos estaban los restos de sus familiares, que fueron masacrados por una patrulla militar en 1985, en la comunidad ayacuchana de Accomarca.
“Aquí quemaron a toda mi familia”, dijo Terencia Gamboa, de 60 años. Vestía un traje típico andino y un sombrero, mientras observaba los restos de la casa donde fueron asesinados sus parientes. Ella perdió a su madre y dos hermanos, en ese entonces tenía 23 años y se salvó porque estaba trabajando en Lima.
Las campesinas se congregaron primero en la plaza del pueblo y acudieron al campo de maíz en camiones y camionetas. Luego, volvieron a la iglesia del pueblo, donde estaban siendo velados desde el miércoles los ataúdes de sus seres queridos. En los féretros de algunos niños víctimas, colocaron golosinas y globos.
La masacre que le quitó la vida a cerca de 70 campesinos, señalados falsamente como integrantes de la guerrilla maoísta Sendero Luminoso, fue ejecutada por una patrulla militar al mando del subteniente Telmo Hurtado. Mataron a casi todos los habitantes de la aldea de Accomarca, en la región andina de Ayacucho.
Hurtado, apodado “el carnicero de los Andes”, ahora está preso, luego de que fuera extraditado desde Estados Unidos.
SEGUIR LEYENDO