Una comitiva ministerial, encabezada por el premier Aníbal Torres, llegó hoy hasta Challhuahuacho, en la provincia de Cotabambas, departamento de Apurímac, para restablecer el diálogo debido al conflicto de la minera Las Bambas tras las demandas sociales.
Además del presidente del Consejo de Ministros, los miembros del gabinete que acudieron fueron los titulares de Inclusión Social, Dina Boluarte; de Justicia, Félix Chero; de Energía y Minas, Carlos Palacios; de Turismo y Comercio Exterior, Roberto Sánchez.
Sobre estos dos último, Palacios y Sánchez, nació la polémica esta tarde debido a las declaraciones de uno de ellos. En una entrevista para Exitosa, el ministro de Energía y Minas criticó la presencia del también congresista de Juntos por el Perú en un conflicto ajeno a su cartera, y le recomendó primero solucionar los problemas existentes de su sector.
“Bueno, no sé qué hace Roberto Sánchez ahí, la verdad. Yo ni sabía y hay mucho problema en turismo y eso lo dirá la comunidad. Yo no (le) tengo antipatía de nada. Yo también de repente vaya a solucionar ese problema que tiene (en su sector) en la falta de algodón que se tiene que producir para poder fortalecer nuestra textilería y poder darle trabajo artesanal (a la gente)”, cuestionó en Exitosa.
Asimismo, manifestó no encontrarle sentido a que Sánchez abordara el primer helicóptero rumbo a Challhuahuacho, zona en la que se desarrolló la mesa de diálogo con miras a levantar el conflicto minero.
“En el primer vuelo (del helicóptero) abordaron la vicepresidenta Dina Boluarte y el ministro Sánchez del Mincetur. Estoy yendo en el segundo vuelo. No me han dejado ir en el primer vuelo”, comentó.
“No sé porque ha sucedido eso. Yo debí estar al frente (de las conversaciones entre la comunidad y la empresa minera). A mí me ha invitado la comunidad”, agregó.
“NO SOMOS SECUESTRADORES”
La llegada de Aníbal Torres a Cotabambas provocó la molestia de sus ciudadanos debido a que hace una semana este dijo que no iba hasta la zona del conflicto porque lo querían “secuestrar”.
“Por supuesto que he querido escuchar a la comunidad y cuáles son sus necesidades, pero se niega. Quieren que yo vaya a donde ellos están levantados. ¿Que vaya para que me puedan secuestrar? No pues”, dijo aquel entonces el primer ministro.
Por tal motivo, cuando llegó para la mesa de dialogo lo recibieron con carteles en mano expresándole que ellos no son secuestradores. Enfatizaron que solo quieren las cosas claras y no caer en engaños por parte del gobierno de Pedro Castillo.
Lo que también molestó a los comuneros es la falta de seriedad con el tiempo estipulado, ya que el titular de la PCM, había hecho esta convocatoria para las 11 de la mañana, pero terminó llegando cerca de las 2 de la tarde. Esta situación, generó aún más el rechazo de la comunidad.
Los carteles que la población llevaba consigo, era el claro ejemplo del rechazo hacia las autoridades, sobre todo porque no se ha dejado claro el respaldo en la zona minera, el cual lleva más de 30 día en paralización por las continuas protestas.
“Respeto a los comuneros”; “no a la persecución de derechos comunales”; “premier, no somos secuestradores”, fueron algunos de los reclamos de los comuneros.
Al pasar este impasse los representantes de cada comuna, iniciaron el diálogo para posteriormente dejar hablar al ministro Torres. Los comuneros hicieron el pedido para que se derogue el estado de emergencia como condición para iniciar el diálogo, a lo que el primer ministro respondió que eso será posible si las comunidades desisten de sus medidas de fuerza y la invasión de la empresa minera MMG Las Bambas.
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