La incansable búsqueda por encontrar justicia de los padres de Solsiret Rodríguez para que su muerte no quede impune

Ante la ineficiencia de la PNP cuando denunciaron el caso, los progenitores de la activista empezaron una cruzada para encontrar a su hija y hallar a los culpables. Con la decisión del Poder Judicial de liberar a los asesinos, hasta ahora no encuentran justicia.

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Los padres de Solsiret Rodríguez
Los padres de Solsiret Rodríguez se sienten burlados por la justicia peruana. Foto: La República

Carlos Rodríguez y Rosario Aybar tuvieron que armar el rompecabezas del asesinato de su hija, Solsiret Rodríguez, ante la indiferencia de la policía que no quiso recibir la denuncia de su desaparición porque solo era una “calentura” y que ya aparecería en algún momento. Siguieron el caso y gracias al fiscal Jimmy Mansilla Castañeda - después de dos fallidas fiscales- pudieron dar con los culpables: Andrea Aguirre y Kevin Villanueva, quienes, por orden del Poder Judicial, serán liberados.

Desde la desaparición de la activista de Ni una menos en aquel 23 de agosto de 2016, los progenitores lucharon por hallar a su hija. Todos estos años han estado buscando los restos de la joven -solo se halló un 30%- y, después de la resolución del Poder Judicial, se sienten abandonados por este sistema.

“Son seis años, seis meses y 20 días después”, declaró un padre compungido. Tocaron todas las puertas, buscaron por todos lados las respuestas sobre el paradero de Solsiret y, posteriormente, los asesinos contaron cómo habían cercenado a la madre de dos hijos y la habían ocultado en la casa de los padres de Andrea, en el jirón Condesuyos 510, en el Cercado de Lima; allí los policías solo encontraron la cabeza de la víctima dentro de un envase de plástico y en el armario estaban una tibia, un fémur y un peroné envueltos en un periódico. No hay más. Los acusados no han mencionado dónde se encuentra el otro 70% de los restos de la víctima.

Los padres de Solsiret Rodríguez
Los padres de Solsiret Rodríguez durante el juicio contra los asesinos. Foto: Andina

Si no hubiera sido por Carlos y Rosario, ese 14 de febrero de 2020, cuatro años después de la desaparición de Solsiret, la PNP no hubiera detenido a Andrea y Kevin como los principales sospechosos del crimen.

Rosario, por su parte, ha dejado de creer en la justicia. Se siente burlada. Esta resolución implica que el Poder Judicial los señala como “inocentes” a los homicidas, pese a todas las pruebas.

Ella explicó cómo Solsiret le contaba que Kevin Villanueva le hacía tocamientos indebidos frente a Andrea que nunca frenó los acosos de su pareja. Y que, más bien, fue aumentando los celos en ella, por lo que es apuntada como el cerebro de este asesinato.

Durante la audiencia, la madre de la activista declaró que su hija había sido violada sexualmente por Kevin y que fue sometida a un aborto. Este abuso sexual, contó Rosario, fue entre agosto y septiembre de 2015. Y agregó que Alexander Villanueva, padre del asesino, sabía lo que había sucedido, pero solo contestó que había sido una relación sexual consentida.
Kevin Villanueva acosaba a Solsiret,
Kevin Villanueva acosaba a Solsiret, según la madre de la joven asesinada. Foto: Andina

BÚSQUEDA INCANSABLE

El día que Solsiret desapareció, Bryan -pareja de la estudiante de Sociología y otro cómplice del crimen, según el Ministerio Público- llamó a Rosario para contarle que su hija había abandonado a su familia y a sus hijos para viajar sin destino conocido. O eso le habían planteado los criminales. Los padres de la mujer llamaron incansablemente al celular de de la joven, pero nunca obtuvieron respuesta.

Al día siguiente, Carlos recibió una llamada de Bryan, quien le manifestó que Solsiret estaría en el centro comercial Plaza Norte y quería despedirse ante de partir. Fueron al lugar de encuentro, pero la activista nunca llegó y les enviaron mensajes de texto, desde el celular de su hija, mencionando que no iría.

Cuando impusieron la denuncia, además del machismo demostrado en la comisaria, nunca tuvieron el apoyo de la familia Villanueva Castillo. Algo había detrás. No se equivocaron.

Carlos Morán, ministro del Interior durante el gobierno de Martín Vizcarra cuando se detuvo a los culpables, tuvo que pedir perdón a nombre del Estado peruano por la “negligencia e insensibilidad que mostraron las autoridades políticas y policiales” tras la desaparición de su hija en 2016.

La justicia nunca llega para
La justicia nunca llega para los padres de Solsiret Rodríguez. Foto: El Comercio

NO HAY JUSTICIA

Luego de escuchar la decisión del Poder Judicial sobre dejar libre a Aguirre y Villanueva después que cada uno pague el monto de S/ 60.000; los padres de la víctima establecieron que, para los acusados, será fácil abonar ese monto. Están completamente decepcionados de este sistema judicial.

“No es justo, ni para mi hija ni para ninguna mujer que se quede esto en total impunidad. Nos sentimos totalmente burlados. La vida de mujeres y la de mi hija no valen nada. Señores del Poder Judicial explíquenme qué es lo que he hecho mal para que le den esta excarcelación a estos señores”, dijo Rosario.
Entredichos en la audiencia del caso Solsiret Rodríguez.

“La ley ya está ahí. Lo único que tienen que hacer es depositar el monto y están en libertad. Esto no lo puede variar nadie porque así funciona el Perú. Yo voy a esperar eso, ya perdí ya, pero voy a perder bien. Si tienes plata, bien. Si no tienes dinero, mal. Esa es la verdad del Perú. Voy a esperar este resultado que se va a dar en cualquier momento”, agregó Carlos.

Los padres de Solsiret confirmaron que hubo demasiado maltrato en el juicio contra los homicidas. “Estoy solicitando una copia del juicio para que vean cómo nos han tratado y ahí ven cómo me responde la fiscal”, concluyó.

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