El 1 de mayo se oficializó la exoneración del Impuesto General a las Ventas (IGV) a los alimentos de primera necesidad y que integran la canasta básica familiar, donde está incluido al pollo; sin embargo, el precio de este producto en los mercados minoristas sigue al alza, llegando a costar entre S/ 9,5 y S/10 el kilo
En los datos de la Dirección de Estadística e Información Agraria del portal del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), se registró que el pollo eviscerado se vendió, el martes, a S/ 9,49 el kilo en mercados minoristas de Lima. Esto representa un alza de S/ 1,65 respecto a lo registrado el 2 de mayo.
¿POR QUÉ SUBE EL PRECIO DEL POLLO?
Como se mencionó, el pollo sí está incluido en la lista de productos exonerados de pagar el IGV, pero según Oswaldo Molina, economista de la Red de Estudios para el Desarrollo (REDES), hay dos razones principales para entender por qué no se reduce el precio.
“Sigue aumentando el precio de los insumos. La crianza del pollo se ha vuelto mucho más cara. El precio del maíz, que es el principal alimento del pollo, ha subido de precio y ha venido subiendo consistentemente”, explicó en RPP Noticias.
“Ese producto se compra en el extranjero y traerlo del extranjero también ha subido un montón de precio. Entonces, mientras seguimos discutiendo, mientras se bajó el IGV, seguían subiendo los precios de los insumos”, agregó.
Por otro lado, también está que el mercado de pollo es altamente informal, según el economista. Entonces, “el beneficio de la medida de no cobrar IGV solo puede percibirse en lugares de venta formales, donde se pagan los impuestos”.
“El mercado del pollo es altamente informal; entonces, en esos lugares, donde nunca se pagó IGV, evidentemente, la eliminación del (impuesto) no va a tener ningún impacto”, precisó.
Sin embargo, Julio Favre, presidente de la Asociación Peruana de Avicultura (APA), explicó que la norma no incluye al pollo vivo, el cual es el 90% del que consumen los peruanos y el que se vende en los mercados. La norma solo contempla al pollo procesado.
“La norma favorece al importador de pollo congelado; es decir, al que vende a través de supermercados”, señaló Favre en otra ocasión, en Canal N.
El representante del gremio avicultor también explicó que no se añadió el cobro del IGV que se paga en los insumos, materias primas, bienes intermedios y servicios usados en la producción y crianza de los pollos. Solo se considera como crédito fiscal a los principales insumos, dejando de lado servicios que alcanzan hasta el 40% del valor total del pollo. Este costo luego es cobrado en el precio final del producto en los mercados.
“El MEF debe reunirse con el sector avícola para analizar qué componentes debe ingresarse a la deducción del IGV, y si no tienen capacidad para realizarlo, que lo informen. Deben ser transparentes”, expresó Ricardo Márquez, presidente de la Sociedad Nacional de Industrias, a El Comercio.
¿QUÉ MEDIDAS SERÍAN MÁS BENEFICIOSAS?
El economista Oswaldo Molina opina que se deben dar medidas más focalizadas para ayudar a las personas que no tienen los recursos para comprar estos alimentos. Esto podría hacerse con la entrega de bonos para poder comprar los productos y reducir el impacto negativo del alza de precios.
Por otro lado, también mencionó una mayor ayuda a comedores populares y ollas comunes.
“Una segunda medida clave que tendría que ocurrir es un apoyo directo a los comedores populares y ollas comunes. El Estado ya sea hace algo con los desayunos, comidas en las escuelas (Kali Warma), ¿por qué no (lo) ampliamos un poco a los comedores populares y ollas comunes, que hoy día son la respuesta de miles de familias frente al hambre y la necesidad?”, expresó.
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