El capitán del buque Mare Doricum, Giacomo Pisani, implicado en el derrame de petróleo del sábado 15 de enero, salió del Perú el pasado 9 de marzo, pese a que tenía una solicitud de impedimento de salida del país.
Latina detalló que el italiano abandonó el país un día después de que el Ministerio Público solicitara el impedimento de salida del país. Ahora, la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental ha solicitado a la Unidad Cooperación Judicial y Extradiciones del Ministerio Público “la necesidad de la extradición activa” del extranjero.
El pasado 23 de febrero, el capitán había sido incluido como investigado por el delito de contaminación ambiental dolosa, según la resolución del fiscal Ariel Tapia Gómez, el encargado de investigar el derrame de más de 10 mil barriles de petróleo de Repsol en la playa de Ventanilla.
Según la decisión del fiscal especializado en medio ambiente, una presunta maniobra inapropiada del buque, cuando se encontraba en proceso de descarga de petróleo, pudo haber producido la rotura de las mangueras que conectaban con el sistema submarino de distribución de hidrocarburos (PLEM). Ello podría haber originado la fuga del crudo.
CAPITÁN DENUNCIÓ MALAS PRÁCTICAS DE REPSOL
Giacomo Pisani ya había acusado a Repsol de incurrir en fallos en su manejo de la situación y por no dar suficiente información sobre el derrame de crudo, el cual ocasionó una catástrofe ambiental.
Según la carta de protesta del capitán dirigida a Repsol y a Refinería La Pampilla, del mes de enero y citada por el diario El País, existirían nueve irregularidades y malas prácticas cometidas por la empresa petrolera desde que se inició el derrame del crudo.
Repsol habría dicho al personal del buque que la contaminación estaba bajo control; sin embargo, el capitán Pisani y su tripulación constataron que la barrera de contención que colocó el operador de la refinería “no tenía suficiente longitud para cubrir el perímetro del buque”.
Además, el capitán señala que pidió a un práctico de una embarcación de Repsol que subiera al buque, “para colocar el navío en posición”, pero el tripulante encargado de las maniobras abordó siete horas después del pedido.
Hasta la madrugada del domingo, un día después del derrame, los operadores de la refinería no habían realizado las operaciones de buceo “para verificar el estado de la manguera flotante que causó el derrame”. Según el diario El País, el capitán incluso describió cómo su nave estaba llena de petróleo.
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Por otro lado, la agencia de noticias EFE informó que el buque petrolero consignó que la empresa no les indicó la cantidad de petróleo que ya había recibido en sus instalaciones para calcular cuánta se había perdido en el derrame.
Indicaron que Pisani reportó que a las 05:25 p.m. del 15 de enero, durante la operación de descarga del crudo, se rompieron hasta tres amarras de estribor que lo sujetaban a las boyas del terminal número 2 de la Refinería La Pampilla.
Entre las 3 p.m. y las 5 p.m. es cuando escucharon un ruido. No se escuchaba como una explosión, pero sí como un tubo que se desconecta de la proa del bote. “Escuchamos ese sonido fuerte, y le preguntamos a la tripulación, qué es eso. Lo tomamos como que no pasaba nada”, recuerda.
El capitán también dijo que el mar estaba calmo, ya que el viento no superaba los dos nudos el sábado 15 de enero. El capitán añadió que su tripulación es testigo de sus afirmaciones.
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