¿Cómo limpiar la refrigeradora correctamente para evitar malos olores?

¿Qué es lo primero que hacemos cuando compramos un electrodoméstico? Es probable que sea enchufarlo para confirmar que su sistema funcione sin ningún problema, además de ponerlo en uso de inmediato, pero, ¿qué hacemos con el manual de instrucciones? Sí, este pequeño libro no solo indica las piezas que tiene tu compra, sino que también menciona los pasos a seguir para limpiarlo. Es por esta razón que es importante leerlo al menos una vez, sobre todo esa sección que nos interesa: la limpieza.

En el caso de la refrigeradora, por su tamaño y lo que almacena, es el elemento de nuestra cocina al que le debemos dar mayor atención, ya que se encarga de conservar los alimentos que consumimos a diario. Si es que perdiste o botaste el manual del fabricante, no te preocupes, a continuación te vamos a compartir los mejores trucos para limpiarla y quitarle los malos olores que almacena en su interior.

Recuerda, la limpieza la debes hacer al menos una vez al mes para evitar que se acumule la suciedad o desperdicios.

1. Desenchufa y desocupa la refrigeradora. Debes dejarla vacía por completo y esperar que el hielo de las paredes se haya descongelado para retirarlo sin ningún problema. Esto lo puedes hacer con las puertas abiertas para acelerar el proceso.

2. Retira las repisas, cajones y todos los compartimentos que tenga en su interior. En esta zona podremos usar un pañuelo que previamente ha sido humedecido en una solución de una mezcla de agua tibia y bicarbonato de sodio en una proporción de 50% y 50%. Trata de escurrirlo muy bien.

3. Para retirar la suciedad que se haya pegado en las superficies, puedes ayudarte de guantes de plástico, paños o esponjas que no rayen. Evitar utilizar productos químicos que puedan impregnarse en las superficies.

4. Si encuentra una mancha difícil de limpiar, aplica sobre ella una mezcla de bicarbonato de sodio con vinagre y déjala actuar por 5 minutos y luego enjuaga con agua tibia.

5. Enjuaga con un paño húmedo luego que hayas limpiado todo el interior. Para retirar el exceso de líquido, usa uno seco.

6. Vuelve a colocar las repisas y cajones cuando el interior se haya secado por completo. Finalmente, conecta la refrigeradora, espera unos minutos para que retome la temperatura adecuada y coloca los alimentos.

7. Para el exterior del electrodoméstico, debes usar un paño seco, sobre todo si tienes una pantalla táctil.

Ya que hemos limpiado el interior de la refrigeradora, es momento de tomar medidas para que no vuelva a aparecer los malos olores que se producen por los elementos que guardamos.

1. Evita guardar los alimentos en bolsas. Una mejor idea es usar envases, de plástico o vidrio, que conservarán su frescura y no expondrán sus olores.

2. Ayúdate con etiquetas para señalar las fechas de vencimiento y así evitarás conservar alimentos que ya caducaron.

3. Divide los alimentos y productos en las divisiones. Por ejemplo, que una zona sea exclusiva de las verduras, otra para las frutas, la más amplia para las carnes, los líquidos en la rejilla de la puerta, etc.

4. Ya que ordenamos la nevera, el siguiente paso es prevenir los malos olores. Puedes usar varios métodos, siendo los más populares: colocar un algodón empapado de esencia de vainilla, café molido en un plato, una papa pelada en la zona donde se almacenan más elementos y rodajas de naranja. Estas soluciones deben emplearse por un plazo máximo de 24 horas, no te excedas del tiempo.

5. Decide los días en que harás la limpieza completa del electrodoméstico, aunque otra salida práctica es asear una zona por día para ahorrar tiempo.

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