El público peruano, en su mayoría, aplaudía; otros comenzaron a corear el nombre del grupo: “¡Néctar!”. La agrupación de cumbia, liderada por Johnny Orosco, había terminado otra ostentosa presentación en la discoteca Mágico Boliviano, en el barrio de Liniers y se estaba dirigiendo a La Plata para seguir con su ruta de conciertos. Era la última vez que se les vería con vida, se apagaban las voces del emblema de la chicha peruana en una carretera de Buenos Aires un 13 de mayo de 2007, hace 15 años.
En el Mercedes Benz viajaban los 8 miembros del conjunto y cuatro personas más, entre los que se encontraba el empresario Juan Murillo -quien conducía el vehículo- que los había contratado. Se chocó contra otro auto en la autopista 25 de mayo, se salió de la vía y cayó al vacío. Todos murieron. El Perú perdía a Johnny y Enrique Orosco, Miguel Porras, Ricardo Hinostroza, Pascual Pine, Pedro García, Juan Carlos Marchand y Daniel Tahuana.
Los cuerpos fueron repatriados a suelo peruano para que los familiares los despidan. Hubo un tumulto que pugnó por acercarse al féretro de Johnny en el velorio que se realizó en la Plaza de Acho, pero fue detenido por los policías mientras que los seguidores de Néctar aclamaban las canciones El arbolito o Pecadora. El entonces presidente, Alan García, ofreció al grupo peruano la Orden al Mérito por Servicios Distinguidos.
En el Campo Mapfre de Huachipa la situación era similar: cientos de seguidores se apersonaban para darles la última despedida. Se tuvo que cercar el lugar del entierro. Entre lágrimas y lamentos, los familiares y los fans se despidieron del Grupo Néctar.
“Y, NUEVAMENTE, CON MUCHO CARIÑO”
La historia de la banda es singular. Néctar había sido creado por inmigrantes peruanos en Buenos Aires. Empezó su camino con el ayacuchano Johnny Orosco que emigró a Argentina debido a la crisis financiera de los años 80 y se abrió camino como vendedor ambulante.
En 1995, junto a su hermano Enrique y los músicos Ricardo Hinostroza y Juan Carlos Marchand -luego se sumaron más integrantes- fundaron una de las agrupaciones más emblemáticas de la cumbia peruana. Llenaban conciertos, tanto en Perú como en Argentina, para escuchar sus éxitos. Ese género, que era considerado marginal en Perú, comenzó a ser aceptado por otros sectores sociales.
La música de Néctar fue requerida en otros países: Bolivia, Chile, Ecuador y Estados Unidos. Y también en Europa. Las giras eran interminables .Johnny Orosco pudo asentarse en Perú otra vez. En mayo de 2007, el mes de la tragedia, la agrupación regresó a Argentina.
TEORÍA DE LA MAFIA
Una semana después del accidente en Buenos Aires, Víctor Valladares, jefe de prensa de Néctar, culpó a una mafia internacional que se dedicaba a extorsionar a los empresarios de ser los autores de provocar el accidente y causar la muerte de los integrantes del conjunto.
El comunicador se encontraba en Perú cuando dio estas declaraciones. Pidió a Alan García que investigue el caso. “Esto ha sido un asesinato”, sentenció.
La teoría de Valladares se basó en lo que le dijo Juan Murillo: esta supuesta organización criminal conformada por peruanos, colombianos y brasileños pedían un cupo del 25% de la taquilla. También negó que el empresario estuviera en estado de ebriedad cuando estaba manejando porque Murillo era abstemio.
La cantante argentina María Martha Serra Lima también opinó sobre este tema cuando se iba a presentar en Lima: “No creo que (la muerte de los músicos) tenga nada que ver con un accidente. Sinceramente, pienso que es una mafia”. Aunque aclaró que habría sido por una guerra entre representantes y que el supuesto atentado era contra Murillo y no contra el Grupo Néctar.
Todo quedó en teoría porque el abogado de Deyvis Orosco, en Argentina, le comunicó que las primeras investigaciones arrojaron que uno de los dos autos involucrados habría tenido responsabilidad al invadir el carril donde se encontraba la camioneta de los peruanos.
EL ASCENSO DE DEYVIS OROSCO
Johnny Orosco era muy pegado a su familia. Entre canciones aludía a sus hijos Deyvis y Piero. Cuando el líder del Grupo Néctar falleció, Deyvis decidió relanzar la agrupación musical. Hoy, actúa bajo su mismo nombre. Por su parte, la viuda del desaparecido cumbiambero y su hijo menor mantienen su vida privada y discreta, alejados de las cámaras y los flashes.
En los últimos años, Deyvis se ha forjado una carrera como cantante, actor y jurado de concursos. Tal como su padre, él tampoco lo olvida: lo recuerda en cada presentación, interpreta sus canciones que son seguidas por un público fiel y todos los 13 de mayo o el Día del Padre le dedica unas emotivas palabras.
El ‘Bomboncito de la cumbia’, como es conocido, siempre tiene presente cómo su padre lo salvó de la muerte en ese accidente en Argentina. Quedaron que lo iba a acompañar a la gira, pero el fundador del Grupo Néctar tuvo un sueño premonitorio, por lo que decidió no llevarlo.
“Dos días antes, mi papá había tenido un sueño, el avión en el que el grupo viajaba sufría un desperfecto y se incendiaba. Cuando mi papá le contó su sueño a mi mamá, le dijo que por eso había decidido no llevarme, y mi mamá asintió. Los dos decidieron bajarme de ese avión, de esa tragedia en la que se cayó del puente 25 de mayo en Buenos Aires y se incendió”, escribió en su libro autobiográfico Lo que fui, lo que soy, publicado en 2019.
Hoy, Deyvis es una figura peruana muy demandada en los espectáculos. No deja de aclamar a Johnny y nunca se olvida de nombrarlo en todos lados.
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