Asesinaba sin piedad, su nombre generaba terror entre los peruanos, robaba automóviles al punto de hacer secuestros y extorsiones, pero su vida acabó en un penal por un ‘lío de faldas’. Se trata de Mamerto Henry Florián López, uno de los delincuentes más temidos en los años 90. Capturado, liberado, de nuevo llevado a prisión, una secuencia de idas y vueltas al punto de ser asesinado en el penal de Challapalca a causa de un traumatismo craneano por un posible ajuste de cuentas. ¿Quién era este hombre?
EL MUNDO DEL SECUESTRO
Asaltante y secuestrador de larga data, inició su carrera delictiva en Lima, a donde llegó a vivir de adolescente desde su natal Paiján, pueblo ubicado a unos 50 kilómetros al norte de Trujillo, aún con sus dos piernas. Fue a los 16 años que perdió una de ellas —la derecha y casi a la altura de la ingle— luego de recibir un balazo durante un enfrentamiento con la Policía.
Así se hizo conocido con su ‘alias’, empezando en el mundo de la delincuencia al punto de acabar con un policía cuando todavía era menor de edad. Según los registros penitenciarios, desde los 19 años, el Cojo ‘Mame’ empezó a ingresar y a salir de las prisiones peruanas y su nombre a ocupar las secciones policiales de los diarios.
La primera ocasión fue tras ser hallado culpable del robo de un vehículo. Esto fue quizás el impulso que necesitaba para continuar con su negocio bajo las sombras y mejorando sus estrategias contra la PNP.
LARGO HISTORIAL CRIMINAL
A pesar de andar en muletas, escaló rápidamente entre los más rankeados delincuentes y se convirtió en un hábil extorsionador y secuestrador. La captura más antigua de la que se tiene registro es de 1994, luego de cobrar el rescate por un secuestro.
El ‘Cojo Mame’ estuvo preso diez años y recuperó su libertad en noviembre de 2004, pero fue detenido un mes y medio después. En ese tiempo en libertad, el incorregible criminal perpetró los secuestros de un empleado bancario, del chofer de una accionista de una embotelladora de gaseosas y de una empresaria. Era su séptimo ingreso a prisión.
Mamerto Florián López volvió a ser capturado la madrugada del 2 de julio del 2005 por agentes de la División de Secuestros de la Policía luego allanar un inmueble del sur de Lima debido, aquella vez, a su participación en el rapto del estudiante, de entonces 23 años, César Augusto Rudas. El hecho ocurrió en Lima, en donde cuatro de los captores del joven señalaron al ‘Cojo Mame’ como el cabecilla de la banda.
Por otro lado, las autoridades también vincularon al ‘Cojo Mame’ con el plagio del empresario de Gamarra Elías Jiménez Valle, por cuya liberación se pagó un rescate de cien mil dólares. Sin embargo, fue excarcelado a fines de febrero del 2005, por orden del magistrado Wilder Sánchez, entonces titular del 38 Juzgado Penal de Lima, pese a tener una investigación abierta por los plagios, asaltos a mano armada y homicidios que había cometido. Sánchez terminó siendo destituido.
El 28 de diciembre del año en que fue liberado, fue detenido nuevamente pero gracias a sus contactos con el Poder Judicial salió en libertad. Fue acusado del secuestro de un funcionario de la SUNAT y de un empresario en el 2004. En febrero del año 2009, casi sale del penal de Piedras Gordas, a pesar de que las cámaras de seguridad lo grabaron extorsionando junto al director del penal a otro delincuente conocido como alias ‘La Rata’.
En 2010 fue sindicado como el autor intelectual del asesinato del director del Penal Castro Castro, Manuel Vásquez Coronado, quien recibió cuatro disparos a sangre fría. ¿La razón? El funcionario había establecido medidas severas para evitar el ingreso de celulares y droga. El homicidio fue ordenado por él y ejecutado por su hermana, Karina Florián, en El Agustino.
En diciembre de 2013, el Poder Judicial lo condena a 30 años de prisión por el delito de un secuestro perpetrado en 2009 contra el empresario Mirko Víctor Vidal Barrueta, a quien mantuvo escondido durante once días en Los Barracones del Callao. El ‘Cojo Mame’ pidió un millón de dólares para su liberación pero se desconoce si logró recibir el dinero.
No importó cuantas veces fue llevado a prisión, ya que desde una celda de máxima seguridad siguió dirigiendo atracos en la región La Libertad, junto a miembros de su familia, mediante extorsiones. Se ganó a pulso titulares de la prensa nacional con el fallecido ‘Cholo Jacinto’, fundador de otra banda criminal temida en el país, ‘Los Destructores’.
Incluso, engañó a los medios de comunicación de su supuesta muerte en el que, increíblemente, sus familiares lo velaron en el cuarto de su casa en Paiján, pero solo había sido herido. Aunque su destino era la celda, la duda yacía en de qué forma iba a terminar sus últimos días. Más aún cuando en todo negocio de la extorsión y sabotajes hay cuentas que pagar (y de qué forma).
ASESINATO EN EL PENAL DE CHALLPALCA
El 4 de marzo del 2018, se conoció que el ‘Cojo Mame’ fue asesinado en el penal de Challapalca de Tacna, en una inusitada gresca donde fue agarrado a golpes por una turba. Florián López se defendió con sus muletas mientras se cogía de su pierna ortopédica, pero estaba solo, sin su guardia personal.
Manuel Nuera Morales, ‘Rata’, aprovechó la situación y lo agarró por la espalda y estrelló su cabeza contra las paredes hasta abrirle el cráneo y meterle un cuchillazo en el cuello. El homicidio del ‘Cojo Mame’ ocurrió en el alero 2B, en el segundo piso del pabellón 2, sector conocido como ‘La iglesia’ o ‘La capilla’.
“Manuel Nuera Morales, ‘Rata’, confesó que él lo mató con apoyo de una decena de reclusos, quienes se enfrentaron a los agentes del INPE”, explicó un perito al diario Trome. Agregó que al revisar el cadáver de ‘Cojo Mame’, tenía destrozada la cabeza, había pérdida de masa encefálica, así como una herida profunda de cuchillo en el cuello y otras partes del cuerpo.
El medio peruano contó que ‘Rata’ confesó ser el asesino del ‘Cojo Mame’ por ‘lío de faldas’ y buscaba tener el dominio del penal: “Tenemos información de los reclusos que ‘Cojo Mame’ seguía ordenando robos, extorsiones y crímenes. Pero estuvo en un ‘lío de faldas’ con otro jefe de banda en Paiján, al norte de Trujillo, en La Libertad, y Mamerto Florián lo mandó a matar para quedarse con su pareja, pero dejó de recibir su visita cuando lo trasladaron a este penal”.
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