Un empresario fue asesinado por su amigo de un balazo en la cabeza a plena luz del día en un grifo ubicado en la urbanización Gloria Grande, en el kilómetro 14 de la Carretera Central, en el distrito de Ate Vitarte. El asesino se negó a pagarle los S/ 25 mil que la víctima le había prestado hace varios meses y tras una discusión este sacó su arma y le disparó a sangre fría.
Juan Martínez Vargas (43) había llegado a la estación de servicio para intentar cobrar una vez más la deuda que Zeiner Álvarez Armas, quien era su amigo y también empresario. La víctima estaba cansado de intentar recuperar el dinero sin éxito pues la excusa era que no contaba con efectivo para honrar la deuda.
La amistad se había quebrado a causa de esta deuda y la hostilidad era latente entre los examigos quedó en evidencia en una grabación de una conversación telefónica que ambos tuvieron días previos a la muerte de Martínez Vargas.
“Acá el dinero que se debe se paga y tú lo sabes”, le dijo la víctima, quien recibe de respuesta: “Se paga con plata o se paga con sangre”. Sin embargo la conversación se torna más violenta y Álvarez amenaza de muerte al empesario.
“Les he dicho que te metan 3 plomos en el corazón y te voy a meter en la cabeza. Estoy alistándome para matarte”, le dijo el asesino.
Los familiares de la víctima, que deja en orfandad a un niño de solo un año, pidieron que el crimen no quede impune.
“Él le ha disparado directamente a la cabeza, entonces estamos hablando que ya hubo una premeditación, él lo ha planificado. Los abogados del señor intentan justificar de porque estaba en estado etílico no es un hecho punible”, sostuvo Anthony Martínez, abogado y hermano del hombre de negocios.
En su declaración a las autoridades, Zeiner Álvarez Armas sostuvo que no quiso matar a su amigo y que el disparo se le escapó al estar en estado de ebriedad. En otro momento, señaló a su víctima de haberlo extorsionado y amenazando si no le pagaba la deuda.
JUEZA LO DEJA LIBRE
Durante la audiencia con la jueza Janet Ibáñez Ambrosio, titular del juzgado de Investigación Preparatoria Transitoria de Ate creyó en su versión y desestimó el pedido de la fiscalía de prisión preventiva poniendo al asesino en libertad bajo comparecencia restringida y ordenó el pago de 10 mil soles de causión.
“Lo único que quiero es justicia, que esto no quede así, impune, por el dinero. No puedo creer que pase todo esto. Temo por mi vida y la de mi hijo y la de toda mi familia”, dijo entre lágrimas Delia Taminchi, expareja del empresario asesinado.
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