El conflicto entre comuneros y la mina Las Bambas en Apurímac suma un nuevo personaje: los estudiantes de educación básica. Estos han detenido su asistencia a los centros educativos a los que regresaron luego de dos años debido a hechos violentos registrados durante las últimas horas en el distrito de Chalhuahuacho, distrito que pertenecer a la provincia de Cotabambas, Apurímac y que se encuentra a apenas dos kilómetros del proyecto minero.
El subprefecto de la zona, Gilberto Pinares, tuvo una comunicación con RPP noticias en la que afirmó que “las clases ayer se suspendieron por seguridad de los niños” luego de que se registrara el incendio de carpas cerca a una institución educativa. “A raíz de eso es que se toma la decisión por seguridad de los niños porque no podemos exponerlos”, agregó para luego confirmar que entre 900 y 1200 estudiantes entre inicial, primaria y secundaria son los afectados por los enfrentamientos registrados durante los últimos días.
La medida regirá mientras dure el problema, según Pinares. “Lo malo es que no se deberían suspender estas clases porque el problema no es de las instituciones educativas, sino entre la mina y una comunidad. Ellos deben resolver su problema; sin embargo, afectan a nuestros estudiantes lo cual no es correcto”, agregó.
Sobre una denuncia que señala que se habría obligado a algunos estudiantes a participar de las protestas, el subprefecto señaló que se buscará a los responsables de lo sucedido. “Esto es incorrecto, no pueden exponer a los estudiantes a este tipo de cosas porque ellos no tienen ninguna culpa. Los que la tienen son los comuneros y la minera”, dijo para luego confirmar que no se tiene certeza si los culpables serían los directores, maestros o los mismos padres de familia. “La Ugel tomará cartas en el asunto”, resaltó.
REFUERZO POLICIAL
Durante la tarde del jueves, comuneros de Fuerabamba intentaron capturar la comisaría de Chalhuahuacho, pero fueron impedidos por la Policía Nacional del Perú (PNP); sin embargo, se ha solicitado que se envíen más efectivos a las zona ya que los 600 destinados no son suficientes para enfrentar la situación complicada que se ha vivido durante los últimos días.
“No hay policías, tiene que haber un respaldo porque estos sujetos quieren saquear las tiendas y atacan con piedras. Algunos bajan con sus hijos y no miden las consecuencias”, señaló una comerciante tras registrarse un enfrentamiento en la zona de Choaquere. Algunos pobladores, incluso, señalaron al mencionado medio que hace falta la presencia del ejército ya que la PNP no se da abasto para controlar las muestras de violencia por parte de algunos manifestantes.
“De verdad ahorita la comunidad indígena Huancuire nos encontramos indignados. Nosotros pensábamos que este presidente era del pueblo, pero lamentablemente nos ha traicionado”, dijo el vicepresidente de la comunidad Huancuire, Isidro Pusacla Huilca. Este, quien aseguró que su comunidad es propietaria del tajo de Chalcobamba, responsabilizó al presidente Pedro Castillo “de cualquier cosa que suceda” en el área mencionada.
“El gerente de la minera Las Bambas en un acta ha reconocido que nosotros estamos posesionados de este territorio. Además, está judicializado las 132 hectáreas, a parte de 1.900 hectáreas”, agregó el dirigente quien también reclamó la manera cómo la PNP ha intentado reprimir sus reclamos.
La mina Las Bambas, por su parte, ha presentado un comunicado que invoca a la comunidad de Huancuire a continuar con las negociaciones . “Hacemos un llamado a los dirigentes de Huancuire a retomar el diálogo y evitar cualquier acción de fuerza que ponga en peligro la integridad de nuestro personal ubicado en el campamento y de los miembros de la misma comunidad, con el fin de mantener la paz social en la zona”, se lee en un documento publicado tras los enfrentamientos registrados.
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