La provincia de Cotabambas, Apurímac vuelve a ser el centro de conflictos entre las comunidades de la zona y la minera Las Bambas, la misma que se encuentra entre los distritos de Challhuahuacho, Tambobamba y Coyllurqui. Enfrentamientos, discusiones y fallidas mesas de diálogos han generado cierta confusión en la población por lo que compartimos algunos datos que ayudarían a entender el complicado contexto de este problema.
Comunidad reubicada
Antes de iniciar con sus actividades, el proyecto Las Bambas debía lidiar con el futuro de una comunidad asentada en la zona en la que planeaban construir. La empresa MMG Las Bambas asegura que compró un terreno de 4,200 hectáreas a las comunidades de Chila y Choaquere.
Desde hace cinco años la comunidad se trasladó a una zona denominada Nueva Fuerabamba donde se construyeron viviendas y se habilitaron servicios; sin embargo, el último 14 de abril esta decidió regresar a su antiguo hogar alegando que la empresa minera incumplió los convenios firmados hace una década, hecho habría generado conflictos entre las comunidades.
Titularidad de terrenos
Las comunidades de Chila y Choaquere comunicaron que tomarían posesión de las tierras vendidas a la empresa minera por no cumplir los compromisos acordados. Chila por su parte, alegó que no se cumplió con considerarlos como zona de influencia directa y exhortaron a realizar una renegociación de la venta de hectáreas.
Según Edison Vargas, presidente de la comunidad de Fuerabamba, las otras dos comunidades aseguran que la venta de terrenos no fue regular. Una publicación de Ojo Público asegura que la empresa señaló que los terrenos se encuentran a su nombre en la Superintendencia Nacional de Registros Públicos (Sunarp).
“Estas tierras se encuentran inscritas a nombre de la comunidad de Fuerabamba. Nosotros hemos edificado la nueva urbanización -nueva Fuerabamba- donde existen 441 viviendas, un mercado de abastos, un centro educativo y un centro de salud de primer nivel, entre otros edificios públicos”, comunicó la mina.
Promesa agrícola
La comunidad de Fuerabamba también denunció que la empresa incumplió 123 de los 171 compromisos pactados, entre los que se encontraba la compra de 180 hectáreas de terreno agrícola para la comunidad. Ojo Público señaló que la minera confirmó el incumplimiento de este acuerdo alegando que “no se han concretado las fechas de reuniones con la comunidad para definir las características del mismo”.
A modo de compensación por este caso, se habría entregado S/ 215,000 entre 2015 y 2018 y S/ 450,000 entre 2019 y 2021 para que la comunidad pueda alquilar terrenos destinados a la agricultura. Por su parte, la empresa señala que uno de los inconvenientes recae en el hecho de que la comunidad solicita que se adquieran los terrenos en Cusco o Arequipa, hecho que discreparía con lo acordado inicialmente.
Valioso suministro
La mina Las Bambas resulta un atractivo económico importante ya que de ahí se consigue el 2% del suministro mundial de cobre y a nivel nacional simboliza el 18.8%. Además, cabe recordar que el Perú es el segundo mayor productor de este material en el mundo. Según América economía, Las Bambas representa alrededor del 1% de nuestro Producto Bruto Interno.
Desde la paralización de actividades, el Perú perdió 5 millones de soles al día por concepto de regalías y de Impuesto a la Renta, según el gerente de asuntos legales de Las Bambas, Claudio Cáceres. Este señaló a RPP que desde el 2016 a la fecha “hemos pagado más de 1,500 millones de soles por concepto de regalías a favor del del gobierno regional de Apurímac y también de los gobiernos locales”.
Dificultad para dialogar
Ante la llegada de la comunidad de Fuerabamba a la propiedad de la mina, la Policía Nacional del Perú (PNP) buscó desalojarlos de la zona generándose enfrentamientos. El hecho ha minimizado cualquier posibilidad de generar un diálogo entre las partes, aun con la intención del Estado de presentarse como mediador. “En estos momentos, seguimos en la lucha. Prácticamente, las Bambas nos ha declarado la guerra y la comunidad nunca se va a rendir”, señaló Edison Vargas.
Por el momento, el presidente de la comunidad ha adoptado una postura radical señalando que la mina no tiene futuro en la zona. “Lo lamentamos, ya no hay esperanza, simplemente la decisión del pueblo es que la Bambas no va. Nosotros no vamos a dejar de luchar”, agregó.
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