César Hildebrandt afirma que Vladimir Cerrón prepara un golpe de estado: “Ese sería el Plan B”

El periodista expuso que el secretario general del partido oficialista quiere que el Perú siga el camino de la dictadura cubana. “Piensa en Lenin y en Castro cuando le dice a la BBC que la mayoría de los peruanos aspira a una nueva Constitución”, escribió.

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Hildebrandt dedicó su columna a
Hildebrandt dedicó su columna a Vladimir Cerrón, el secretario general del partido oficialista Perú Libre. Fotos: La República/Andina

El periodista César Hildebrandt, en su columna de todos los viernes, del semanario Hildebrandt en sus Trece, aseguró que Vladimir Cerrón, secretario general de Perú Libre -el partido oficialista-, en la entrevista que ofreció a la BBC tiene un “Plan B para imponer la Asamblea Constituyente si es que el Congreso rechaza la propuesta del Ejecutivo”.

El también escritor recordó que en el reportaje de la cadena británica se hizo énfasis que el neurocirujano “no ha disminuido” su admiración por la dictadura cubana y criticó que el “gobierno del inexistente Pedro Castillo, seudónimo de Cerrón, anuncia que el ejército se retira del VRAEM y que hay un proyecto para que el Estado compre ‘toda la coca que se produzca en el país’”.

“No tengo duda: hay un silencioso golpe de estado en marcha. Ese sería el Plan B del señor Cerrón”, indicó.

“A ese proyecto conspirativo se suma la actitud de las autoridades en relación al secuestro de carreteras, los paros regionales, la invasión de propiedad minera, la inestabilidad económica alentada desde la sede del gobierno. Cerrón quiere mostrarnos la ingobernabilidad desatada por los pueblos en rebelión y luego vendernos la fórmula salvadora: la constitución a la cubana, la concentración del poder, la utopía de la igualdad. Todo eso asentado sobre las bayonetas de una fuerza armada domada y los elogios pavlovianos de una prensa al servicio ‘de las mayorías’”, agregó.

Hildebrandt opinó que Cerrón quiere
Hildebrandt opinó que Cerrón quiere el gobierno peruano siga el modelo cubano. Foto: Andina

CERRÓN Y CUBA

La columna de César Hildebrandt fue dedicada a Vladimir Cerrón, a quien señaló con seguir amando el modelo político de Cuba, aunque resaltó que es “su derecho”.

“No es su derecho, en cambio, gobernar desde la clandestinidad gracias a la debilidad, política y mental, del hombre que inventó para que fuera su testaferro electoral”, escribió.

Luego, el periodista describió todo lo que ha sucedido con el comunismo partiendo desde Lenin o Stalin en la desaparecida Unión Soviética.

“Cuba es el peor ejemplo de lo que puede suceder cuando la locura coloniza el romanticismo. La idea del comunismo sería maravillosa si no tuviese la necesidad de ser interpretada por seres humanos. Marx soñó con la reivindicación de los explotados del capitalismo industrial e imaginó la dictadura benévola de los de abajo. Lenin fue el arquitecto sombrío de esa dictadura implantada –ese fue el milagro– desde un partido que era minoría. Stalin, el más sencillo del elenco, dio los pasos necesarios para que el socialismo soviético fuese barro ensangrentado en vez de edén proletario, Beria y no igualdad, gulag y no hombre nuevo”, sostuvo.

Para Hildebrandt, el política de izquierda solo “piensa en Lenin y en Castro cuando le dice a la BBC que la mayoría de los peruanos aspira a una nueva Constitución”.

Hildebrandt ha sido muy crítico,
Hildebrandt ha sido muy crítico, desde su semanario, con el gobierno de Castillo y, sobre todo, con Vladimir Cerrón, el secretario general de Perú Libre. Foto: Hildebrandt en sus Trece

“La semana pasada había dicho, con absoluta claridad, que tener el gobierno “no es tener el poder”. Y había añadido que sin el dominio sobre el ejército, la policía, el poder judicial, la burocracia y el clero no se puede hablar de tener el poder. “Si no tienes esos cinco elementos, no tienes nada de poder. Y eso se consigue o se conquista”, añadió. Fue aún más explícito y señaló que llegar al gobierno “es solamente confiscar las instituciones del Estado”. Lo demás, la conquista verdadera de la gente, se puede hacer desde esa posición de mando”, manifestó.

El periodista recordó que eso fue, justamente, lo que hizo Fidel Castro en Cuba -”el padre putativo de Cerrón”-, y sostuvo que él jamás tendrá “una personalidad como la de Fidel Castro y, en segundo lugar, de la lenta construcción de una estructura del terror”.

“Cuando el comandante Huber Matos fue condenado a 20 años de prisión por denunciar la infiltración comunista en el gobierno cubano, el primer paso estaba dado. Cuando el código penal revolucionario previó hasta doce años de cárcel para quien escribiera eslóganes desafectos en alguna pared, el terror ya era obra consumada”, expresó.

Y rememoró la entrevista que le hizo a Matos cuando salió de la cárcel después de estar 21 años encerrado: “Había pasado los primeros cinco años en régimen de incomunicación, tenía un brazo inútil a causa de las palizas y había una gran tristeza en su mirada. Este hombre, que había sido comandante revolucionario y jefe de plaza en Camagüey, se sentía culpable. Como muchos cubanos, había colaborado con entusiasmo en la causa nobilísima de derrocar a Batista, un tirano corrupto que servía a la mafia norteamericana de los casinos y el lavado de dinero. Jamás pensó Matos que todo terminaría en aquel estalinismo de palmeras, comités de delaciones y prensa única parecida al incienso”.

Hildebrandt concluyó que “Cuba es ejemplo y modelo del señor Cerrón” y busca que el “Perú siga ese curso”.

“Ese es el Plan B. Estamos enterados”, finalizó.

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