Charito Flores, interpretado por Mónica Sánchez, fue una de las protagonistas principales de Al Fondo Hay Sitio durante las ocho temporadas de la serie. En el primer episodio, se conoce que se quedó viuda tras enterarse que su entonces esposo, Lucho Gonzáles, falleció a causa de un accidente automovilístico. Devastada por la noticia, se mudó de Ayacucho a Lima con toda su familia.
La segunda matriarca de los Gonzáles se instaló con sus hijos, suegros y cuñada en la casa a medio construir de Pepe Gonzáles, ubicada en el exclusivo distrito de Las Lomas. Fue allí que conoció a Raúl del Prado, interpretado por Christian Thorsen, cuando se disponía a vender quequitos en un puesto improvisado. Con el tiempo, ambos se hicieron buenos amigos y desarrollaron sentimientos uno por el otro.
LA BODA INTERRUMPIDA
Al final de la primera temporada, Charo y el recordado ‘Platanazo’ se dieron su primer beso. En la siguiente temporada, iniciaron una relación amorosa, aunque la familia Gonzáles no estuvo muy de acuerdo al inicio debido al fallecimiento de Lucho. Cuando Raúl por fin se ganó a la familia y las cosas parecían ir bien, le pidió matrimonio frente a todos.
La historia de amor de Charito y Raúl estaba por tener un final feliz cuando se dieron el “sí” en el altar, pero su boda fue interrumpida por Lucho Gonzáles (Bruno Odar), a quien todos daban por “muerto”. Esto ocasionó que ella confundiera sus sentimientos y abandonara a Raúl en el avión que los llevaría al destino de su luna de miel.
Fue así que Charito retomó su relación con Lucho y hasta intentaron casarse por segunda vez. No obstante, nuevamente terminó con el corazón destrozado porque se enteró que el padre de sus dos hijos tenía otra familia en Ayacucho. Eventualmente, se reconcilió con Raúl del Prado, al mismo tiempo que se reencontró con Carlos Cabrera (Orlando Fundichely), su primer amor.
SEPARACIÓN DEFINITIVA
Charito decidió divorciarse de Raúl del Prado tras enterarse que este nunca se fue de viaje a Alaska, lo que la llevó a pensar que le fue infiel con otra mujer. El ‘Platanazo’ le aseguró que nunca la engañó y que debían luchar por su amor; sin embargo, firmó los papeles cuando se enteró que la madre de Joel Gonzáles ya lo había superado con Carlos Cabrera.
En la quinta temporada, Cabrera le pidió matrimonio a Charito, pero ella no aceptó porque todavía seguía amando a su expareja. Cansado de sentirse como el “plato de segunda mesa”, el doctor terminó con ella. Cuando Charo quiso regresar con Raúl, se dio cuenta que él se encontraba en una relación amorosa con Viviana (Gianella Neyra).
En la sexta temporada, cuando Raúl y Viviana estaban a punto de casarse, Charo interrumpió la boda para decirle que lo seguía amando. Del Prado quedó sorprendido por sus palabras y Viviana se marchó porque creía que no había olvidado a Charito, cuando la realidad era otra. Molesto por haber estropeado su matrimonio, el recordado ‘Platanazo’ terminó con Charito para siempre en una memorable escena.
“Piensas solo en ti, creo que siempre lo has hecho. Eres una mujer egoísta, no podías dejar que yo fuera feliz con Viviana (...) Me has hecho mucho daño, cuando yo siempre te amé. Pero me repuse y me volví a enamorar. Yo no volvería contigo así Viviana desaparezca para siempre. Tú no eres la persona de la que me enamoré, esa mujer buena y noble. Eres egoísta y mal intencionada”, expresó, finalizando así su historia de amor con Charo.
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