Rodrigo Salazar Zimmermann, director ejecutivo del Consejo de la Prensa Peruana (CPP), analizó la gestión del premier Aníbal Torres, quien viene atacando constantemente a los medios de comunicación. En su última intervención, el primer ministro, además de insultar al cardenal Pedro Barreto, también dijo que se tendrán que empezar a aplicar medidas contra la prensa.
—¿Cuál es la opinión general del Consejo de la Prensa Peruana (CPP) respecto a Aníbal Torres?
—La opinión del CPP es que Aníbal Torres busca una especie de chivo expiatorio y su excusa son los medios de comunicación. Cuando la prensa investiga presuntos actos de corrupción del gobierno de Pedro Castillo, la respuesta del premier es que somos golpistas y ladrones de la verdad. Esto puede generar un impacto casi delictivo en el asunto particular que comentó Ximena Pinto, exfuncionaria del PCM, acerca de que el primer ministro buscaba dirigir la publicidad del Estado para que no llegara al Grupo El Comercio; eso va contra la ley de publicidad estatal. Hay una estrategia -no oficial- contra la prensa por parte del Gobierno y la punta de lanza es Aníbal Torres.
—El premier dijo que los medios de comunicación pertenecen “a la clase alta, la derecha y la ultraderecha”.
—Parece que tiene la balanza de las ideologías un poco invertidas o, en todo caso, descalibradas. Llamar a un medio de comunicación golpista porque investiga actos de corrupción es no reconocer posibles errores. Si nos ponemos a analizar a nivel regional podemos mencionar, como un buen ejemplo, al expresidente estadounidense Donald Trump: cuando un mandatario ataca así a la prensa, lo que suele buscar es que la ciudadanía tenga animadversión contra los medios de comunicación. Cuando se presentó el Gabinete ministerial en el Congreso, en los exteriores, había un grupo de manifestantes de Perú Libre que estaban agrediendo a periodistas; eso no es casual, sino es un azuzamiento constante de parte del gobierno. Hoy en día, los periodistas somos vistos como enemigos del pueblo, y en parte es, porque el mismo Gobierno crea esta dinámica y retórica.
—¿Cuál puede ser la solución?
—Si hay situaciones de posibles actos de corrupción e investigaciones en el periodismo de oposición, la respuesta de un gobernante debe ser ofrecer entrevistas para abrir el espectro de colaboración con los medios. Sin embargo, el Gobierno cierra filas y ataca, lo cual es bastante elocuente.
—Aníbal Torres elogió a Hitler y luego dijo que los medios de comunicación tergiversamos sus palabras, en consecuencia de la “ignorancia” porque no entendemos que hay personas “absolutamente buenas o malas”.
—Es una persona que no tiene voluntad de enmienda, que no se corrige. Esto causa un gran daño a la libertad de expresión porque cualquier investigación que haga la prensa va a ser considerado como golpista y eso le quita legitimidad a los medios de comunicación frente a un sector de la ciudadanía.
REUNIÓN DE LA SIP
Salazar Zimmermann estuvo en la reunión de medio año de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), que fue en modo virtual entre el 19 y el 21 de abril, y se alertó que hay una ola de violencia contra periodistas “nunca antes vista”. Al referirse a Perú, la asociación de agencias informativas de América Latina remarcó, en su informe semestral, que “la situación de las libertades de expresión y de prensa están en su peor momento de las últimas dos décadas”, incluyendo al Gobierno de Pedro Castillo entre las instituciones que más afectan estos derechos.
“Era moneda corriente que los gobernantes de varios países de la región como Nicaragua, El Salvador o Argentina tenían una tendencia particular: criticar a los medios de comunicación de manera pública para generar animadversión en la ciudadanía. Y funciona con un sector”, comentó.
El periodista comparó a Pedro Castillo con Donald Trump, aunque salvando las distancias: “Yo sé que suena muy fuerte, pero si nos ponemos a ver las actitudes de los presidentes con los medios de comunicación y la libertad de expresión, en el Gobierno peruano es mucho peor. Es cierto que Trump botó a varios periodistas -como Jorge Ramos- de la Casa Blanca, pero, en este caso, el ataque del Gobierno es sistemático; los agentes del presidente han golpeado a una periodista al costado del jefe de Estado; la publicad nacional es un escudo para que los periodistas no puedan llegar al presidente. También hay situaciones extremas en que los periodistas no pudimos ingresar a la sala de prensa de Palacio de Gobierno. Eso es lo que sucedió en Estados Unidos con Trump porque las actitudes son concretas. Es una situación muy complicada que comenzó desde 2016, en un Congreso que estaba dominado por fujimoristas. Fue una degradación constante”.
El también escritor contó que en la reunión de la SIP recibieron “condolencias” de otros países latinoamericanos debido “al deterioro a la libertad de expresión en el Perú”.
—¿Desde el Consejo de la Prensa Peruana (CPP), cuál es su mensaje?
—Queremos intentar hermanar a ambos: al Ejecutivo y a la prensa. No estoy diciendo que seamos amigos, pero que tengamos una relación de trabajo. Que nos dejen entrevistar al presidente y a los ministros. Además, el CPP ha tenido reuniones con organizaciones internacionales y supranacionales para que vengan al Perú, entre los que se encuentra la SIP. Hemos tramitado una carta, junto con el IPYS (Instituto Prensa y Sociedad) y la ANP (Asociación Nacional de Periodistas del Perú), ante la CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos) para que venga a nuestro país y vea lo que está sucediendo contra la libertad de expresión.
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