La delincuencia en el país está cada vez más peligrosa y el robo de celulares es el tipo de crimen más común. Nadie puede caminar tranquilo, ya que los ladrones están al acecho en todo momento y arrancan los dispositivos móviles desde las ventanas de los carros, puertas de las casas y a transeúntes distraídos.
Según Osiptel, solo en marzo de este año se reportaron más de 140 mil casos de robo a celulares en el país.
“Son 4 mil 529 celulares robados diariamente en marzo de este año”, informó Luis Pacheco Zevallos, director de fiscalización e instrucción de Osiptel, a América TV.
“En marzo (la cantidad) ha sido 140 mil 412; en enero, 129 mil 214; en febrero, 120 mil 790 totales”, agregó.
En cuanto a las medidas que se están tomando para detener este tipo de robos y de evitar que los artefactos robados terminen en el mercado negro se está optando por la colaboración con las empresas de telefonía, contó Zevallos.
“Lo que nosotros hacemos ahora en colaboración con las empresas. Se hacen corridas cada semana para identificar los celulares inválidos que justamente han sido alterados, que están funcionando en la red y se bloquean”, dijo.
Además, señaló que cada semana se van bloqueando diversos celulares, cuyos datos luego son identificados y enviados a las autoridades como el Ministerio del Interior y la Policía Nacional del Perú (PNP).
Este tipo de robos son constantemente captados en cámaras de seguridad de diversos distritos.
En San Juan de Lurigancho, una cámara de seguridad grabó cuando una madre de familia corre tras ser amenazada por un ladrón. Ella lanzó su teléfono para alejarse del peligro, pero él lo recogió y huyó con su cómplice en un mototaxi.
Por otro lado, en la primera etapa de la urbanización Santa Luisa de Oquendo en el Callao, los vecinos dicen sentirse aterrados por los constantes robos. Los delincuentes suelen sorprender a sus víctimas en los exteriores de las bodegas o mientras caminan por las calles, en motos lineales. Además, no tienen piedad y persiguen a las personas que se oponen a los hurtos.
En El Agustino, las cámaras captaron cómo un joven fue arrastrado por unos hampones a bordo de una mototaxi. La víctima del intento de robo no soltó su celular y el vehículo terminó chocando contra la reja de un parque. Luego, mientras un transeúnte se acercó a socorrer al joven, los delincuentes huyeron dejando el mototaxi atrás.
Otro caso, en el mismo distrito, es el de una vecina que fue asaltada por el chofer de un mototaxi al que había subido. El sujeto la despojó de sus pertenencias de forma violenta y, en el forcejeo, la señora cayó. Cuando se dispuso a huir, el delincuente la atropelló.
En La Victoria, dos falsos clientes entraron a un minimarket fingiendo que van a comprar algo. Entró una tercera persona y llamó a la trabajadora del local para que le alcance una bebida. Mientras atendía su pedido, se alejó del mostrador, y es en ese momento los otros dos sujetos aprovecharon para robarse su celular. El sujeto puso el artefacto en el morral de su compinche, quien fingió que hablaba por el móvil y salieron de la tienda como si nada hubiera sucedido.
Las modalidades para efectuar el robo de celulares son variadas, tanto en Lima como en provincias, para que luego terminen en el mercado negro donde son desbloqueados y vendidos como nuevos, aunque muchos de los compradores saben de su delictivo origen.
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