El ritmo de la vacunación contra la COVID-19 en el Perú ha tenido un notorio declive desde inicios del mes de marzo. Según el exministro de este sector, Hernando Cevallos, las cifras diarias no se acercan al 50% de las que ya deberían haberse alcanzado en esta etapa de la pandemia. Este tema incluso fue discutido durante la reciente interpelación del ministro Hernán Condori en el Congreso de la República.
Ello despierta la interrogante: ¿qué rol cumple la coyuntura política en un proceso tan vital como la vacunación de la población?
Manuel Carpio-Rivero, profesor de Pacífico Business School y experto en habilidades directivas y supply chain, señala que los constantes cambios en el gabinete ministerial simplemente hacen insostenible un buen manejo de la gestión pública. “Cuando en una organización o empresa existen muchos cambios de personas, es muy difícil el poder sostener cualquier estrategia, porque las personas llegan con ideas nuevas, con desconocimientos”, explicó en entrevista a Infobae Perú.
“En el caso de Salud, no solo renunció (Hernando) Cevallos, sino también el viceministro y todo el equipo consultivo como la jefa de inmunizaciones. Todo eso hizo que el programa de vacunación comience a caerse. De hecho, en los últimos meses y en las últimas semanas, particularmente, la disminución ha sido drástica y eso debido a todos estos conflictos políticos”, indicó.
Efectivamente, el 25 de febrero, la jefa de Inmunizaciones, Gabriela Jiménez, dejó su cargo, el mismo que era clave en el avance de la vacunación contra la COVID-19. En su carta de renuncia expresó que los cambios continuos en el Minsa afectaban la estructura técnica de su área y denunció una serie de atropellos a su gestión desde que Hernán Condori había asumido el cargo.
“La renuncia del equipo de alto nivel ha sido un retroceso tremendo. Además, era un equipo de gente bastante técnica que sabía lo que hacía y hoy no tenemos eso, lamentablemente”, señaló.
CONFLICTOS Y COYUNTURA
Carpio-Rivero también afirmó que la coyuntura actual e inestabilidad política afecta mucho el proceso de vacunación. Debido a las recientes protestas en Ica, Huancayo, las manifestaciones y protestas se crearon restricciones que imposibilitan la movilización física a los centros de vacunación. Este es otro problema, ya que para el ejecutivo, el Gobierno debería llevar las vacunas a las personas.
Esta fue la misma aproximación que tuvo Flor de María Philipps, exjefa de Susalud y directora del MBA en salud de la UPC, en una entrevista con este medio en noviembre de 2021. “Creo que el problema no es en Lima, aunque aquí también bajó el índice (de vacunación). El problema son los lugares alejados. Aún hay personas mayores que no han recibido la dosis completa y mucho menos la de refuerzo”, dijo.
“Lugares como, por ejemplo, la Selva, donde la única forma de llegar es a través del transporte fluvial. Si antes ya era difícil, en términos logísticos, llegar, imagínate ahora con esta incertidumbre y desinterés político”, añadió.
LA GESTIÓN DE HERNÁN CONDORI Y PEDRO CASTILLO
Otro tema relevante, en medio de la crisis política, es cuánta importancia y prioridad le da el Gobierno a la vacunación. Recordemos que estamos en un escenario donde distintas instituciones vienen pidiendo la renuncia del presidente Pedro Castillo por su inoperancia en varios frentes.
“Habría que preguntarle al Gobierno si (la vacunación) aún es importante o si están más interesados en (aferrarse) al Ejecutivo. Me da la impresión de que se ha perdido el norte, que se ha perdido el objetivo del proceso de vacunación”, señala Carpio-Rivero.
Todo indica que el retroceso en la vacunación empezó durante la gestión del anterior titular de la cartera de Salud, Hernán Condori. El médico fue cuestionado apenas asumió el cargo. Fue interpelado el 16 de marzo y censurado el 31 de marzo.
“Por lo que hemos visto, no tenía las competencias para estar ahí y de hecho lo censuraron. No ha hecho absolutamente nada por el proceso de vacunación, el mismo que venía caminando más o menos bien. Uno podrá criticar a Cevallos y a sus asesores, pero iba caminando. Con Condori, claramente, dejó de andar”, expresó el docente de PBS.
EL VENCIMIENTO DE LAS VACUNAS
A la gestión anterior del Minsa también se le criticó por el vencimiento de 8 mil 580 dosis de vacunas AstraZeneca en marzo, este incluso fue tema de discusión durante el debate de censura. En total, 2.4 millones de dosis de AstraZeneca vencieron el 31 de marzo y 3 millones de dosis del mismo laboratorio vencerán el 30 de abril, según cifras de Cenares.
“Una vacunación es un operativo, tiene que ver mucho con la logística, con la operación, con los suministros, las vacunas y su vencimiento. Esos lotes se vencen porque no estamos siendo capaces de llegar a las personas para vacunarlas”, dijo Carpio-Rivero.
Entonces, el vencimiento de las vacunas se debe a una muy mala gestión de la distribución y manejo del inventario, no de un problema con los contratos, como señaló Condori, o por una “sobreoferta”. “Yo no creo que podamos hablar de sobreoferta cuando aún en el país hay un gran número de personas que no han recibido la vacuna completa”, opinó.
Según la Sala Situacional del Minsa, hasta el 14 de abril, 30.7% personas no han recibido las tres dosis de la vacuna. En el grupo de 5 a 11 años, el 33.4% solo tiene la primera dosis y el 66.6%, la segunda.
“Lo que ha sucedido es que el Gobierno no ha sido capaz de gestionar esas vacunas. Esto tiene que ver con cómo gestionan su inventario. Si no existen los recursos, los mecanismos, el interés político y no tenemos agente con las competencias debidas para poder gestionar esa cadena de suministros, claramente se van a vencer”, declaró.
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