Son casi dos semanas desde que inició el paro de transportistas en Perú. Ante ello, miles de empresarios se han visto afectados debido al alza de precios, sobre todo las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes). Todos los precios de los alimentos se han encontrado al alza, alertando tanto a los consumidores como a los empresarios, ya que según María Laura Cuya, profesora de Pacífico Business School, el país está compuesto masivamente por ellas.
“Esta crisis de alza de precios les afecta en su operación, suben los costos de capital, de infraestructura, logística, gestión financiera. Estamos viviendo un impacto a la red mipyme muy grave que afecta su competitividad”, aseguró.
Debido a la pandemia que comenzó en el 2020, la informalidad de las mypes, según la Sunat, ascendió a un 85%, esto debido al cierre de las empresas formales y eso las agrava, ya que vienen esforzándose por subsistir y reinventar sus modelos.
Además, en los días que se ha presentado la inmovilización por parte de los transportistas se ha perdido alrededor de 1000 millones de soles.
“Un día inmovilizando la región con mayor población de personas y empresas genera graves pérdidas e implica un análisis de razones relevantes. Instituciones serias como la Cámara de Comercio de Lima señalan que son mil millones de soles los que se pierden. Otros expertos señalan que la cifra es de 1200 a 1500 millones. Durante la pandemia él se perdía alrededor de S/1.2 mil millones por un día de inmovilización a nivel nacional, importante referente para ver la proporción de estas medidas en los resultados del mes”, añadió.
Con respecto a la crisis política que se ha venido viviendo en estas últimas semanas, luego de que se realizara la sesión descentralizada del Consejo de Ministros en Junín y que el premier Aníbal Torres citara a Adolf Hitler como ejemplo, Jorge Carrillo Acosta, profesor y experto en finanzas de Pacífico Business School, aseguró que afecta a las inversiones y al turismo.
“El inversionista va a pensarla dos veces si quiere venir a invertir al país, no se va a sentir seguro. Un turista que quiere conocer Lima o Cusco corren el riesgo de que lleguen y estén encerrados en su hotel o perdiendo los vuelos (debido al paro de transportistas)”, señaló.
Por su parte, Cuya, comentó que uno de los detonantes ha sido el alza de precios de los combustibles, ya que eso ha escalado movilizaciones, bloqueos de carreteras y un conflicto que al tener respuestas erráticas de parte del gobierno.
“Generan paralización en los negocios (los conflictos y bloqueos) , por poner un ejemplo, el 5 de abril no operaron los bancos, con las consecuencias que ello tiene en el día día de una empresa. En un país altamente informal como el Perú, donde miles de familia viven del trabajo diario en economías de subsistencia, las decisiones políticas como la inmovilización de una región como la de Lima sin explicaciones claras (9.485 millones población al 2017) generan descontento, grave molestia en la población”, afirmó.
QUITAR EL IMPUESTO IGV DE LOS ALIMENTOS
El pasado jueves, el Congreso de la República aprobó el proyecto de ley que exonera el Impuesto General a las Ventas (IGV) a los alimentos de primera necesidad hasta diciembre de este año, esto para que no afecte en su totalidad el aumento de precios de los alimentos. Además, la presente ley regirá desde el 1 de mayo hasta el 31 de diciembre de 2022.
De existir saldo acumulado de crédito fiscal no utilizado, el titular podrá solicitar la devolución ante la Sunat, cada tres meses y por un monto mínimo de una Unidad Impositiva Tributaria (UIT), actualmente S/ 4,600.
Como se explicó anteriormente, el Perú es un país altamente informal, por lo que no afectaría a los vendedores, ya que esta medida no se aplicaría para ellos, a quienes sí afectaría es a las empresas formales. En esa misma línea, esta ley no solo exonera al pollo, huevo, harina, etc. sino que a más productos.
“Esta ley no solo exonera del IGV al pollo, huevo, harina de trigo, fideos (pastas) y carnes, como inicialmente propuso el MEF, sino que se agregan más productos, como el azúcar, la leche concentrada y otras aves (pavos, patos y gansos)”, señaló Carrillo Acosta.
Es importante señalar que a la fecha ya existen productos en el país de la canasta básica que se encuentran exonerados del IGV los cuáles son los pescados y mariscos, las frutas, verduras, y menestras (frescas y refrigeradas), entre otros.
En una entrevista con Gestión, Carrillo Acosta comentó que exonerando el IGV de ciertos alimentos, estos precios no disminuirían en un 18% como se proyecta, sino solo en un 15% aproximadamente.
“Cabe resaltar que dicha reducción, si se trasladase en su totalidad al consumidor final, disminuiría los precios de estos bienes en un 15.25% y no en 18% como algunos indican, ya que este tributo es el 18% del “valor de venta”, y no del “precio de venta”, que es el monto final que se paga (valor de venta + IGV = precio de venta)”, afirma.
Por ejemplo, si el kilo de pollo costaba S/ 10, con la reducción del IGV pasaría a valer S/ 8.47, siempre que se traslade este beneficio en un 100%.
“Asimismo, se estima que, en la práctica, el porcentaje de reducción de precios sea menor, ya que los negocios recuperaban el IGV de las compras con el IGV de las ventas (crédito fiscal), y en el caso de estar exonerado el producto final, el IGV pagado en algunas compras se convertirá en un “sobrecosto” (no se recuperará), teniendo que ser trasladado al consumidor”, agrega Carrillo.
Finalmente, el especialista estima que esta medida tendría un impacto total de S/ 500 millones en menor recaudación durante el 2022.
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