Vándalos que se han infiltrado en medio de la marcha contra Pedro Castillo en el Centro de Lima han originado destrozos en distintas instituciones públicas y han atacado a patrulleros, así como a algunos periodistas que cubrían la manifestación.
La movilización se inició en diversos puntos de la ciudad, siendo uno de ellos la Plaza San Martín en el Centro de Lima. Los manifestantes se dirigieron hacia el Congreso de la República, donde la Policía Nacional colocó una barrera humana para evitar posibles disturbios.
Durante la marcha, parte de los manifestantes también intentó llegar al Palacio de Gobierno, acceso bloqueado por la Policía, lo que provocó los primeros momentos de tensión entre las dos partes que derivaron en lanzamientos de bombas de gas lacrimógeno por parte de los agentes.
Ante ello, los manifestantes, al mismo estilo de las barras bravas, respondieron con el lanzamiento de piedras contra miembros de la Policía Nacional, lo que ha dejado varios heridos. Al mismo tiempo, una periodista fue atacada con una piedra que le cayó en el brazo.
Debido a que la Policía había implementado un cerco en la intersección de la avenida Abancay con Nicolás de Piérola, los vándalos rodearon el edificio de la Corte Superior de Lima y lograron abrir uno de los portones de la parte posterior gracias al uso de piedras y palos con los que forzaron la cerradura, según informó RPP.
A los minutos se observó a varios de ellos sacando sillas de oficina y otros objetos, tras lo cual la Policía Nacional les lanzó gases lacrimógenos para dispersarlos.
De igual manera, estos sujetos lanzaron piedras contra la sede del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), donde intentaron en vano abrir las puertas de dicha institución ubicada en el jirón Lampa.
Los desmanes también alcanzaron las mamparas del acceso a una de las estaciones de El Metropolitano, así como a patrulleros de la Policía Nacional estacionados en la avenida Abancay.
En todos los casos, la Policía dispersó a los vándalos con gases lacrimógenos y con la participación de la Policía Montada, lo que hizo posible que a los pocos minutos se retomara el control de dichos puntos.
Es necesario señalar que la mayoría de los manifestantes ha tenido una actitud pacífica, mientras que los vándalos -que tenían en todo momento piedras y palos- tuvieron una actitud agresiva.
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