La semana pasada el dólar cerró en S/ 3.635, siendo su nivel más bajo desde mediados de mayo del año pasado, de acuerdo a Bloomberg. De esta forma, la moneda extranjera ha acumulado una disminución de 3.9% respecto al cierre del 2021, considerando que cerró el año en S/ 3.989 soles.
Para que el dólar estadounidense se mantenga a la baja en lo que va del año, estos son los factores que intervienen:
PRIMER FACTOR
Según expertos, a comparación de lo que sucede en la región, el Perú ha tenido una mayor intención de inversionistas extranjeros en posicionarse en activos peruanos. Pese a que este impulso no es nuevo, el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania le ha dado un nuevo impulso.
“Los mercados de Europa del Este han sido afectados y hay una nueva especie de sustitución hacia mercados más alejados del conflicto. Esto está vinculado a la mayor incertidumbre debido a la guerra de Rusia y la mejora de precios de commodities”, explicó Mario Guerrero, subgerente de Economía del Departamento de Estudios Económicos del Scotiabank a Gestión.
“En medio de todos estos efectos negativos, Latinoamérica se ha visto favorecida, pues el alza de los precios de granos, petróleo y metales (oro, cobre y zinc), hace que países como Argentina, Brasil, Colombia, Chile y Perú sean más atractivos”, continuó.
SEGUNDO FACTOR
A su vez, Guerrero precisó que el Banco Central de Reservas del Perú ha comenzado un periodo de aumento de la tasa de referencia para anclar las expectativas de inflación. “Hay un factor diferencial de las tasas de interés favorable para los países de América Latina con respecto a Estados Unidos, y eso atrae capitales a la región y, en particular, a Perú”, manifestó.
TERCER FACTOR
Ahora existe menor preocupación por parte de los inversionistas de que se implemente una política radical en las naciones. Es decir, el ruido político ya no produce una presión importante al aumento del tipo de cambio, y se hace que este vaya más en línea con la realidad macroeconómica y fiscal de la economía peruana.
“Esto se da porque el mercado entiende que no hay capital político para que las medidas que se proponen se lleven finalmente a cabo. El año pasado, en los primeros tres trimestres, se vio una salida de capitales sin precedentes y presionó el tipo de cambio hacia arriba, haciendo que el sol se separe de sus fundamentos. A pesar del ruido político, ahora el tipo de cambio está respondiendo a la solidez de las finanzas públicas y fundamentales macroeconómicos”, comentó Guerrero a dicho medio.
“Los incrementos por encima de 4 soles vistos el año pasado fueron una situación excepcional debido a la mayor sensibilidad al ruido político. Hoy esta sensibilidad se ha ido disipando”, continuó.
SOL PERUANO
El sol es la moneda de curso legal en Perú desde 1991 y reemplazó al inti, que circuló entre 1985 y 1991, en un principio también fue llamada como “nuevo sol” para diferenciarla de su antecesora, pero para el año 2015 se le llama solamente sol.
El surgimiento del nuevo sol se entiende tras la crisis mundial de 1929, que llevó a una profunda crisis económica y cambiaria al país, así como a la creación del Banco Central de Reserva del Perú. Fue durante el primer año del gobierno de Alberto Fujimori que se impulsó el nuevo sol para equilibrar la hiperinflación y reordenar la economía.
Luego de que entró en vigor, un sol equivalía a un millón de intis o a mil millones de “viejos” soles; actualmente la moneda está dividida en 100 céntimos y su emisión está regulada por el Banco Central de Reserva del Perú.
Actualmente circulan monedas de 10, 20, 50 céntimos, 1, 2 y 5 soles y billetes de 10, 20, 50, 100 y 200 soles. Antes también se acuñaron monedas de 1 céntimo, pero estas fueron retiradas de circulación en mayo de 2011, en tanto que en enero de 2019 salieron de circulación las monedas de 5 céntimos.
Por otro lado, la paridad cambiaria con respecto al dólar y el euro es fijada a diario por el organismo a cargo. Cabe precisar que desde el año 2014 la moneda peruana está en depreciación.
En el aspecto económico, el Banco Mundial (BM) ha pronosticado que para este 2022 Perú tenga un crecimiento de sólo 3.2% luego de que en el 2021 tuvo un rebote del 13%. Asimismo, para el 2023 desaceleraría al crecer únicamente un 3 por ciento.
No obstante, expertos han asegurado que Perú podría experimentar un deterioro de la confianza empresarial ante la incertidumbre que se vive en la política y las reglas fiscales que se pretenden llevar a cabo.
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