Montevideo se ha visto invadido por una verdadera marea blanquirroja de más de tres mil hinchas que hicieron de todo para poder acompañar a la selección peruana en el trascendental partido ante Uruguay, hoy en el estadio Centenario.
Sin embargo, son muchos los que viajaron a la aventura, con algunos dólares en los bolsillos, pero sin la ansiada entrada que le permita estar en las gradas del estadio donde hoy desde las 6:30 p.m. (hora peruana) se disputará el partido por la fecha 17 de Eliminatorias Qatar.
El precio de los boletos para la hinchada bicolor era de US$ 300, pero ante la expectativa de los peruanos por conseguir una, los revendedores están aprovechando el momento para ofrecer entradas desde los US$600 a US$1200, con lo que a muchos se les hace imposible de pagar.
Tal es el caso del icónico hincha israelita, quien viajó a Montevideo luego de vender algunas cosas y haciéndose un préstamo, por lo que en la ciudad uruguaya vende mascarillas para poder solventar sus gastos en tierras extranjeras y pagar su hotel.
Sin embargo está a la espera que alguien le ‘done’ una entrada para que pueda alentar a la selección peruana desde las gradas del Centenario, de lo contrario se quedará en los exteriores con otros muchos hinchas que también armarán la fiesta bicolor.
CANCELÓ BODA Y LO TERMINARON
Este duelo también nos está dejando historias de fanáticos que están dispuestos hasta de lo inimaginable con tal de perderse ningún partido del ‘equipo de todos’ y ese es el caso de un joven hincha que canceló su boda y vendió el anillo de compromiso que le iba a dar a su novia para comprar sus pasajes y su entrada para el Perú - Uruguay.
“La entrada para el partido cuesta 300 dólares, más el hotel y el pasaje. El próximo mes me iba a casar, ya había comprado el anillo y mi novia se enteró”, relató el aficionado ante las cámaras de América TV.
“Le dije a mi novia que mejor hay que posponer la boda, que me había salido un trabajo en la mina y hoy (ayer) se enteró que estoy en Uruguay”, reveló el joven hincha, quien tuvo que soportar la furia de su pareja.
“Me ha terminado y lo peor es que tuve que decirle la verdad. Postergué la boda porque he tenido que vender el anillo. La boda se puede postergar, pero el partido contra Uruguay no”, se justificó asegurando que su novia lo ha bloqueado de todas sus redes sociales y no quiere saber nada de él.
Otro seguidor de los dirigidos de Ricardo Gareca decidió no entrar a trabajar, agarrar su maleta e irse a la capital charrúa. “Lo siento jefe, me voy al partido”, dijo en televisión nacional.
Pero hay algunos que emprendieron viaje desde el lunes. Salieron en bus de Lima a Puno, de ahí llegaron a Bolivia y tras largas horas de travesía arribaron a Paraguay donde descansaron unas horas y nuevamente tomaron un transporte hasta Buenos Aires y sin perder tiempo tomaron una unidad que los lleve hasta Colonia.
Es aquí donde logran tomar un ferry y por fin llegar a Montevideo.
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