Una mujer ingresó a la iglesia San Roque ubicada en el distrito de Surco, con su menor hijo de cinco años a quien hacía hurgar en las carteras de las diferentes asistentes a la iglesia para robarles sus pertenencias.
Antes de este hecho delictivo, la mujer conversaba con su pequeño hijo, le hace una señas de silencio y entonces procede a estirar el brazo hasta la cartera de adelante, en segundos, ya tiene el celular y billetera ajenos en su bolso, toma la mano de su pequeño y se va rápidamente.
Una semana después, Sofía Condori Vásquez, madre del pequeño, regresó a la casa de Dios creyendo que ni él había visto lo que hizo, lo cierto es que la Policía y los serenos la tenían cercada para que confiese, pero ella optó por seguir negando su hecho delictivo.
“A mi me puedes engañar, pero al señor no, él te ha visto porque tu te haz acercado allá y haz visto que todas ponemos nuestras carteras en la banca confiadas”, comentó una de las afectadas.
Mostraron las cámaras de seguridad y así no le quedó de otra que aceptar, confesó que robaba porque la salud de su hijo estaba grave. “Necesita un tratamiento largo, tiene una cardiopatía congénita”, ańadió la madre.
Este argumento hizo que la víctima no proceda con la denuncia. “No quiero hacerte daño, no por ti, sino por la criatura, porque le estás enseñando a robar”, continuó.
La señora procedió a mostrar los documentos que evidenciaban la salud de su hijo y al final el perjudicado terminó siendo el niño, ya que recibía donaciones de la iglesia y le prohibieron el ingreso tanto a él como a su madre.
LA NUEVA MODALIDAD DE ROBO
La delincuencia sigue tomando riendas en Lima y Callao, a pesar de que nos encontramos en pleno estado de emergencia. Hace unas semanas, el premier, Aníbal Torres, propuso la nueva norma para que dos personas no se transporten en una sola moto lineal, que aún no se aprueba, pero se está debatiendo.
Eso no es impedimento para los delincuentes peruanos, ya que están viendo cómo pueden empezar a operar sin necesidad de estar los dos en una sola moto y han hallado la forma de poderse salirse con la suya realizando sus actos delictivos en motos lineales.
La Molina se ha vuelto uno de los distritos donde se ha puesto a prueba esta nueva modalidad. Su procedimiento para robar es de la siguiente manera:
Ambos delincuentes se movilizan, cada uno en su propia moto, para ir observando quién será su próxima víctima. Cuando la encuentran, uno de los raqueteros se baja de su vehículo y se sube al otro (donde se encuentra su compañero), ambos avanzan hacia su víctima para que uno de ellos se baje, robe el objeto en cuestión y luego se vayan hasta el lugar donde habían dejado la primera moto, cada uno se sube a la suya y se retiran como si nada hubiera pasado.
“Si bien se dan a la fuga en una sola moto, ya que tienen la otra de inmediación en el lugar para que ocupen cada uno esa posición de retirarse de la zona, entendiendo que la alerta iba a hacerse sobre dos personas sobre una moto. Entonces van en persecución de esta manera porque los tiempos, pasos, lugares son cortos cuando ambos están en una sola”, señaló un comandante a Panamericana Televisión.
El comandante aseguró que se está trabajando en conjunto con la Municipalidad de La Molina para que se puedan evitar este tipo de robos en las calles del distrito.
“El cumplimiento de la política de seguridad de la Municipalidad de La Molina, junto con el alcalde, hemos desarrollado un trabajo muy adelantado para rectificar la carencia delictiva, cuál es la connotación de hechos móviles y toda la recopilación de los videos nos permite hacer patrones para que se los podamos hacer llegar a la Policía Nacional”, finalizó.
SEGUIR LEYENDO