El 17 de marzo, el Tribunal Constitucional (TC) revisó y discutió el hábeas corpus que interpuso y estaba pendiente que interpuso el abogado Gregorio Parco para dejar sin efecto la resolución de la Corte Suprema en diciembre por el indulto de Alberto Fujimori. El resultado fue a favor de la medida: se indultó al expresidente quien se encontraba condenado a 25 años de prisión por el caso Barrios Altos y La Cantuta.
Anteriormente, se había dado un indulto en la Navidad de 2017 durante el entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski (PPK), quien otorgó el indulto a Fujimori Fujimori por razones humanitarias. Con esta nueva decisión, el TC declara fundado uno de los tres casos que buscan la liberación del expresidente.
El periodista y también columista del diario El Comercio, Federico Salazar opinó que lo que ha hecho el TC es un fallo y que ha sorprendido a todos la decisión del caso Fujimori, además explicó lo que realizó el abogado Gregorio Parco.
“El recurso pasó varias instancias en la justicia de Ica desde donde fue finalmente enviado al Tribunal Constitucional. No ha sido la única vez que Parco recurrió al TC. El abogado presentó un recurso a su favor luego de purgar prisión por estafa y falsificación. También presentó recursos a favor de condenados por violación. Todos esos recursos fueron rechazados”, comentó Salazar en su columna de El Comercio.
Además, comentó que el TC ha resulto a favor de quién no suele hacer fundamentaciones rigurosas ni invalidan ningún recurso ante la justicia.
“Mientras no se conozca la sentencia del Tribunal, solo podemos especular. El TC ya había rechazado otro hábeas corpus de Parco en favor de Fujimori. Los argumentos, en gran medida, eran similares al último recurso presentado”, añadió.
Sobre Parco,, comentó que invocaba “el derecho a no ser sometido a tortura”, ni a la “contaminación ambiental y coronavirus” y que eso es lo que figura en el documento que evaluó la Sala Superior Mixta de Emergencia de Ica.
“A Fujimori, decía Parco, “los políticos lo tienen recluido como un trofeo”. Mientras no se conozca la resolución del TC, sin embargo, no se podrá hacer una verdadera apreciación de los argumentos que obraron en favor de Fujimori”, continuó.
“El razonamiento principal, ha dicho Parco, ha sido la falta de competencia de un juez penal para anular la Resolución Suprema del indulto. ‘El escrito no decía que él (Alberto Fujimori) era anciano ni nada’, aseguró el abogado. Explicó que su argumento es que ‘un juez penal es incompetente para declarar nula una resolución suprema’”, citó.
Sobre la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aseguró el caso del indulto del 2018 debía resolverse en sede jurisdiccional. “En eso se basó la justicia peruana para declarar la invalidez del indulto del 2017″, afirmó.
“El fallo de la Corte IDH ordenaba que el indulto debía someterse a un control constitucional en el Perú. El juez penal que vio el caso se basó en la posibilidad de ejercer control constitucional en la opción del control difuso. Quizá esto es lo que ha valorado la mayoría en el TC para dejar sin efecto la resolución judicial. A fin de cuentas, el TC es el máximo intérprete de la Constitución.No sabemos, sin embargo, cuál ha sido el fundamento de la mayoría en el Tribunal. No podrá considerar la salud de Fujimori ni argumentos como los que el abogado Parco esgrimía en sus escritos.”, dijo.
Finalizó mencionando que este indulto tuvo muchas irregularidades. “Para anular la sentencia que lo invalidaba el TC tendría que mostrar razones constitucionales y jurisdiccionales indubitables y contundentes.No solo se pone en juego el caso Fujimori, sino la justicia constitucional del país.”, finalizó.
Por su parte, Patricia del Río tiene su propia opinión sobre este indulto a Fujimori, donde señala, también para el diario El Comercio y mencionó que “desde que Alberto Fujimori llegó al poder, el destino de los peruanos ha estado fatalmente ligado al de su clan”.
“Con eso no nos estamos refiriendo a los actos de gobiernos ejecutados por Alberto, Keiko, Kenji o Susana, cuando ejercieron cargos públicos, sino a las rencillas intrafamiliares que debieron quedarse ahí donde se guardan los trapos sucios sin afectar a todo el país”, añadió.
Ella hace un recorrido por lo que ha sido la historia familiar de los Fujimori, más que nada de sus hijos, Kenji y Keiko Fujimori.
“Del primer escándalo familiar, a saber, el pleito a muerte por la ropa donada entre los esposos Fujimori, surgió la figura de Susana Higuchi, una de las madres del antifujimorismo que enfrentó a su exmarido desde diversas candidaturas durante casi diez años. Cuando en el año 2000, Luis Iberico y Fernando Olivera presentaban el famoso ‘vladivideo’ Kouri-Montesinos que expectoró al ‘Chino’ de Palacio, sentada en la misma mesa con cara de triunfo estaba la señora Susana Higuchi, cobrándose una vieja revancha”, recordó.
Con respecto al segundo “escándalo” que tuvieron fue de la siguiente generación, donde para ella se buscara la lucha del control del partido Fuerza Popular, entre ambos hermanos Fujimori
“Recordemos que, en su segundo intento por alcanzar la presidencia, Keiko había decidido desalbertizar el partido. Había dejado a la vieja guardia fujimorista fuera de las listas congresales y se había desmarcado de la figura de su padre. A Kenji, el congresista más votado del momento, cuya única agenda era sacar a Alberto de la cárcel, no le hizo gracia el giro y se acercó a PPK para ofrecerle los votos que lo librarían de una vacancia segura, a cambio de un indulto. El 21 de diciembre los diez votos de Kenji y amigos le salvaron el pellejo a PPK y tres días después Alberto Fujimori recibió su perdón”, señaló.
“El final de la historia lo conocemos: Kenji enfrenta hoy a la justicia por estas prácticas y Alberto regresó al fundo Barbadillo. Esta semana, sin embargo, el TC ha dicho que el Poder Judicial no tiene la facultad de revocar un indulto y Fujimori está a punto de pisar las calles nuevamente. Como suele ocurrir con todos los temas que involucran al expresidente más tóxico de nuestra historia, su libertad ha abierto heridas, ha desatado insultos, ha enfrentado a un país ya tantas veces cansado de discutir. Lo que resulta absurdo e irónico es que los fujimoristas acusan de odiadores a todos los que consideran que el ‘Chino’ debe morir en la cárcel, olvidando, convenientemente, que la que se esforzó por devolverlo al bote, con tal de perjudicar a su hermano, fue nada menos que la heredera Keiko Fujimori”, finalizó.
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