Lo que buscaba ser un encuentro ameno entre amigos terminó marcado por la violencia. Alrededor de las 5:00 a.m. del lunes 14 de marzo, los disparos de un arma de fuego pusieron fin a una fiesta salsera que venía llevándose a cabo en la vía pública, precisamente en la cuadra 6 del jirón Renovación ubicado en el distrito de La Victoria. Los primeros reportes periodísticos dieron a conocer que fueron dos las personas que resultaron heridas, pero con el paso de las horas se confirmó que la cifra ascendió a tres.
Quienes recibieron impactos de bala fueron identificados como Giuluano Stefano Pajuelo Peña (25), Dayeli Rocío Ordires Obando (21) y Eduardo Abraham Raymundo Cabrera (27). De este último se tuvo conocimiento horas después cuando en el hospital Dos de mayo se encontró que había sido agraviado a la altura del abdomen. La joven Ordires también fue trasladada al mismo centro de salud por una herida de bala en el tobillo, mientras que Pajuelo se encuentra en grave condición ya que la bala que le impactó llegó a su cabeza.
“Escuché bulla, gritos, balacera, pero yo no salgo a mirar. Ha sido a las 5 de la mañana, han sido bastantes disparos. No sé quiénes son, qué habrá pasado”, fueron las declaraciones de una vecina de la zona al diario La República. Señaló que este tipo de encuentros sociales suelen culminar en actos violentos por lo que solicitó que las autoridades tomen cartas en el asunto y evitar una posible desgracia.
“A veces terminan así, se tiran las botellas, escuchas gritos. Amenazas, nadie hace nada. Pedimos que pase más seguido la policía, se supone que esto está prohibido por el virus, pero a la gente le da igual”, recalcó.
Los agentes de la Depincri de La Victoria han informado que cerrarán los establecimientos que vienen desarrollando actividades clandestinas y sobre el encuentro violento registrado la madrugada del lunes sospechan que se trate de un ajuste de cuentas. Por el momento, las investigaciones para determinar las verdaderas causas de los hechos continúan bajo investigación.
MEDIDAS CONTRA LA DELINCUENCIA
El debate en torno a cómo abordar el problema de la delincuencia y la inseguridad ciudadana se viene llevando desde hace varios años; por ello, las autoridades han optado por implementar ciertas medidas que han contando con el apoyo y rechazo de la población. El más reciente intento por parte del gobierno de ponerle fin a la ola delincuencial ha sido la puesta en marcha del Estado de emergencia en Lima y Callao, las misma que inició el 3 de febrero de este año y que durará durante los próximos 45 días.
El decreto mencionado indica que durante el periodo que rija la medida adoptada por el Ejecutivo, quedarán suspendidos algunos derechos constitucionales, tal como lo estipulan los incisos 9, 11, 12 y 24 del artículo 2 de nuestra Carta Magna como el derecho a la libertad, inviolabilidad del domicilio, libertad de reunión, libertad de tránsito en el territorio nacional, entre otros.
Entre los derechos suspendidos se encuentran la libertad de reunión. Mientras que en un periodo ordinario no habría problema en congregarse, agruparse o reunirse, ahora este tipo de actividades podrían ser suspendidas por las autoridades si así lo creen conveniente. Junto a la Policía, las Fuerzas Armadas participan en el monitoreo y cuidado de la ciudad mientras siga en vigencia la medida antes expuesta. Con el fin de que estos no caigan en actitudes que vulneren los Derechos Humanos se ha dispuesto medidas que deben respetar en todo momento.
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