Si hace unos meses se volvió viral el ‘Estafador de Tinder’ en Netflix, ahora la plataforma de streaming trae una nueva serie de estafadores de la vida real. Pero no se compara con la de Simon Leviev, ya que aquí se involucran vidas en juego. Dirigida por Domini Hoffman y producida por Jason Blum, la serie se divide en cinco episodios en casos donde se involucran a alguos latinoamericanos.
Uno de ellos fue asesinado por una abuela en Estados Unidos, el segundo es un prófugo acusado de homicidio. En resumen, son historias de personas que decidieron compartir su casa sin medir los peligros que le acechaban con el pasar de los días. Las redes sociales viralizaron el documental por los casos de Costa Rica y en otro episodio aparece un asesino en Chile. Aquí contamos esos dos casos que podrán ver a detalle en la plataforma.
PRIMER CASO: LA MUERTE DEL COSTARRICENSE EN EE.UU.
Dorothea Puente, una mujer que mató a 9 personas, una de ellas es el costarricense Álvaro González Montoya, que era conocido como “Bert Montoya”. A sus 16 años de edad decidió emprender un viaje a Estados Unidos junto a su familia en búsqueda de un futuro mejor.
Sin embargo, por allá de 1988 no esperaba terminar viviendo con Dorothea. A sus 52 años, ya sufría problemas de salud mental tras quedarse sin hogar. Fue así que decidió ir a la casa de Puente, quien la acogió para vivir. Esa sería una mala decisión. La razón es tenebrosa: Dorothea Puente se aprovechaba de sus víctimas para asesinarlos en el domicilio, el objetivo era robarles los cheques de ayuda social que recibían del estado norteamericano.
Álvaro fue la última víctima ya que sospechaban de Dorothea, —el documental señala a Judy Moise como la que descubrió los crímenes con ayuda del costarricense— al punto de lograr su captura en 1993 para que recibiera cadenas perpetuas hasta su muerte el 27 de marzo de 2011 a los 82 años de edad. Ella se llevó a la tumba la acusación de tres asesinatos.
SEGUNDO CASO: “EL MARATONISTA”
El hecho ocurre en el tercer episodio con el caso de Youssef Khater. Él era estafador y logró obtener miles de dólares al quedarse con los depósitos de sus víctimas, que eran los compañeros de cuarto. Además, se dedicaba a robar dinero con la excusa de que buscaba una recaudación de fondos para una campaña de financiación colectiva con el objetivo de contribuir una carrera de maratón.
La gota de derramó el vaso llegó cuando intentó matar a su compañera de cuarto, Callie Quinn, la tentativa de homicidio ocurrió en Chile (2011). La serie de Netflix menciona que Khater fue atrapado ese mismo año para ser condenado por otros cargos de engaños, aunque logró su libertad tras solo 600 días de condena.
El nombre de Khater estuvo en los ojos del mundo otra vez cuando en 2015 participó en un maratón en Costa Rica bajo el alias Josef Maria. Se conoce que cometió de nuevos robos mientras estaba en una relación. Fue buscado en su momento por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) tras dejar sin dinero a una ciudadana canadiense, su nombre era Marie Taylor.
Ella estaba paseando por Costa Rica y al parecer el deportista de origen libanés le sustrajo de su tarjeta de débito unos 18 mil dólares. La táctica de Khater era ganarse la confianza de sus víctimas mientras cumplía su faceta de maratonista. Tras la narración de Taylor, él permaneció en prisión preventiva porque intentó enterrar viva a Callie Quinn el 20 de julio de 2011.
Ella advierte en el documental de Netflix que la última vez que se vio a Khater fue en Dinamarca en 2018. Y se sospecha que utiliza los nombres de Joseph Carter y Josef Maria para pasar desapercibido de la justicia.
Ambas historias han dejado boquiabierta a los fanáticos costarricenses en un nuevo material de Netflix sobre casos de asesinatos y estafadores.
TRAILER DEL DOCUMENTAL
SEGUIR LEYENDO