El desafío de esta y las próximas generaciones. La conmemoración del Día Internacional de la Mujer es una oportunidad importante para que se recuerden los esfuerzos que se han hecho desde hace siglos para que la igualdad de género no permanezca como un derecho escrito, sino que se cumpla y se vigile a gran escala, con el fin de que las brechas no interfieran en el empoderamiento de las mujeres que enfrentan problemáticas asociadas a su rol en esta sociedad.
Pese a los esfuerzos que se han hecho a lo largo del tiempo, aún quedan batallas por luchar para que las mujeres sean reconocidas y empoderadas, estimulando su crecimiento profesional, productividad y adopción de nuevas habilidades. En esta fecha importante cobra interés la palabra feminismo, que ha logrado asociar a todos los movimientos sociales que buscar el reconocimiento y la visibilidad ante las autoridades.
EL NACIMIENTO DEL FEMINISMO
Un artículo oficial de la ONU indica que para el año 1985 se realizó la Conferencia Mundial para el Examen y la Evaluación de los Logros del Decenio de las Naciones Unidas para la Mujer: Igualdad, Desarrollo y Paz; evento que se celebró en Nairobi y que se convocó en un momento donde el movimiento por la igualdad de género había ganado un impactante reconocimiento mundial.
Para muchos expertos y activistas, este acontecimiento fue descrito como “el nacimiento del feminismo a nivel mundial”. Al darse cuenta de que los objetivos de la Conferencia de Ciudad de México no se habían alcanzado como lo previsto, los 157 gobiernos participantes aprobaron las Estrategias de Nairobi Orientadas hacia el Futuro para el año 2000. Este documento daba las indicaciones para las nuevas bases para enfrentar los asuntos sociales que aún afectaban a las mujeres.
¿QUÉ ES EL FEMINISMO?
Victoria Sau, autora del Diccionario Ideológico Feminista, hace una interpretación desde su origen hasta el propósito que mantiene como foco de su lucha. “Es un movimiento social y político que se inicia formalmente a finales del siglo XVIII –aunque sin adoptar todavía esta denominación- y que supone la toma de conciencia de las mujeres como grupo o colectivo humano, de la opresión, dominación, y explotación de que ha sido y son objeto por parte del colectivo de los varones en el seno del patriarcado bajo sus distintas fases históricas de modelo de producción, lo cual las mueve a la acción para la liberación de su sexo con todas las transformaciones de la sociedad que aquella requiera.”
No podemos definirla como una moda o “popularidad esporádica” porque, aunque no llevaba un término definido, desde la antigüedad se registraban acciones de mujeres defendiendo sus derechos y el de su comunidad para no quedar en la invisibilidad de la sociedad.
Actualmente podemos apreciar asociaciones y agrupaciones feministas en nuestra región que han tenido un gran impacto ante los gobiernos. España, México, Argentina y Chile son algunos ejemplos de los países que tienen al feminismo como base para el fortalecimiento de la igualdad de género, que sigue siendo un tema en debate para las autoridades y poblaciones.
SITUACIÓN DE LAS MUJERES EN EL PERÚ
Para diciembre del año 2021, la Defensoría del Pueblo expresó su preocupación por el incremento de feminicidios, acumulando más de 100 casos. Las autoridades de esta institución indicaron en una publicación oficial que los feminicidas no solo le quitan la vida a sus parejas o exparejas, sino también a los hijos o hijas de las víctimas, aumentando de esta manera el número de asesinatos a manos de estos hombres.
Aunque el ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, entre otros organismos, han hecho esfuerzos para cambiar las estadísticas, esta sigue siendo una de las problemáticas que mantiene en riesgo a un gran número de mujeres peruanas.
¿QUÉ ES EL FEMINICIDIO?
El Código Penal Peruano que define el feminicidio como la “acción de matar a una mujer por su condición de tal, en cualquiera de los siguientes contextos: violencia familiar; coacción, hostigamiento o acoso sexual; abuso de poder, confianza o de cualquier otra posición o relación que le confiera autoridad al agente o cualquier forma de discriminación contra la mujer, independientemente de que exista o haya existido una relación conyugal o de convivencia con el agente”.
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