8M: la ‘pandemia’ de la violencia contra la mujer en el Perú y sus preocupantes cifras que obligan a repensar la estrategia

Especialista en género analiza los múltiples problemas por los que atraviesa una víctima de violencia, mientras el agresor muchas veces se empodera al saber que no le pasará nada.

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Denuncian el mal funcionamiento de la Línea 155 que atiende casos de violencia contra la mujer. Imagen de referencia.
Denuncian el mal funcionamiento de la Línea 155 que atiende casos de violencia contra la mujer. Imagen de referencia.

Este martes 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer. Pero como señala Natalia Manso, especialista en género y profesora de Pacífico Business School, las noticias no son alentadoras y los indicadores son negativos en lo que se refiere a violencia contra la mujer.

En principio, hay que diferenciar que si bien resaltan las cifras de feminicidios en Perú, existen otros tipos de violencia, como la sexual, la física, psicológica, y la económica. De acuerdo con datos del programa Aurora, del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), en el 2021 hubo 293 tentativas de feminicidio, mientras que en 2020 fueron 330. Y según datos de la Defensoría del Pueblo, este 2022 solo en enero ya se reportaron 18 feminicidios.

Pero Manso resalta un dato interesante “porque muchas veces son el preludio de estas muertes y son las desapariciones”. Solo en enero de este año han desaparecido 519 mujeres, y el 85% son menores de edad. “Se nos están llevando a las niñas, y muchas de las que aparecen, aparecen muertas, violadas o golpeadas”, explica.

En todo el 2021, desaparecieron 5,904 mujeres, de las cuales el 66% son menores de edad. “Esto es intolerable. Esto sí es una pandemia, donde nuestras autoridades no están sabiendo proteger a nuestras niñas. Y con este panorama difícilmente podemos avanzar”, expresa Manso.

Uno de los graves problemas de la violencia contra la mujer es que muchas de ellas no denuncian. Se estima que el 74% de las mujeres que han sufrido violencia física no buscaron ayuda en ninguna institución. Hay que preguntarse por qué. Muchas veces esos procesos de denuncias van muriendo en el camino.

La especialista indica que el maltrato para la denunciante comienza en la comisaría, luego te topas con un poder judicial lento y muchas veces corrupto, donde los procesos duran años. “Se corre el peligro de que si no damos respuesta como país, se incentiva a que las mujeres dejen de denunciar”, refiere Manso.

En la Encuesta Nacional sobre Relaciones Sociales (ENARES) del INEI, en 2019 se consultó el nivel de tolerancia a la violencia. Dicho estudio arrojó que el 59% de personas tolera o justifica la violencia contra las mujeres.

Una cifra que refuerza esta problemática, es que solo el 30% de los feminicidas han recibido una sentencia condenatoria, según informe del 2019 de la Defensoría del Pueblo. Manso refiere que no existen datos de condenas de violencia psicológica contra la mujer, pese a que en las comisarías se realizaron 124,157 denuncias bajo esta tipificación. “El mensaje que estamos lanzando es peligroso, para qué voy a denunciar si no se llega a buen puerto, y más bien, los agresores se empoderan porque no les pasa nada”, asevera.

La experta indica que si bien el Estado ha invertido en dotar de mayor presupuesto al Ministerio de la Mujer, y el número de centros de emergencia mujer se ha extendido y es una caso de éxito, tenemos que dar el siguiente paso. Es necesario que cuando este caso pasa a las instancias de justicia, se tiene que actuar de manera célere, y dar una respuesta eficaz, “porque sino estaremos inundados de denuncias, pero no de sentencias condenatorias”.

LA CLAVE DE LA EDUCACIÓN

Para Manso, debería haber un pacto nacional para que todos estemos alineados en el repudio a la violencia contra la mujer. “No victimizar, no estereotipar, o decir que por que estaba en la noche, o por qué se viste así. La sociedad es machista. Y desde la escuela no estamos educando en igualdad”, sentenció.

Agregó que movimientos conservadores como el de ‘Con mis hijos no te metas’ presionan para quitar de las escuelas la educación sexual y la educación con enfoque de género. Y se quiere trasladar esa parte de la educación a casa. Pero, qué pasa si la familia es machista, si el papá es violento.

“Eso de que la educación debe ser ejercida solo por la familia, es en caso de una familia no disfuncional, no violenta. Por eso la importancia de trabajar con los niños desde la educación temprana en equidad, que no tiene nada que ver con feminismo”, manifestó.

Al respecto, en el Observatorio Nacional de Política Criminal – INDAGA del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, se hizo un estudio entre población penitenciaria, de Castro Castro, Lurigancho, Cusco y Trujillo, todos eran reclusos por tentativa de feminicidio. El 61 % había sufrido violencia por parte de sus padres cuando era niño.

“Quiere decir que la violencia se perpetúa, se repite, entonces si no rompemos este ciclo de violencia, tendremos padres agresores, e hijos agresores que se convertirán en papás agresores”, puntualizó.

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