En pleno estado de emergencia en Lima y Callao, la delincuencia sigue haciendo de las suyas. Esta semana, se han podido evidenciar varios casos en los que ya sea, los vecinos o la Policía Nacional del Perú (PNP) han frustrado robos de diversos delincuentes que han querido hacer de las suyas en las calles.
El 28 de febrero, en el distrito de Puente Piedra, un grupo de delincuentes entraron a robar a una farmacia con armas e incluso una granada de tipo piña, pero la PNP pudo detenerlos antes de terminar con su cometido. Estos malhechores se acercaron en dos mototaxis, luego sacaron sus armas de fuego, amenazaron a uno de los trabajadores del lugar y uno de ellos le golpea la cabeza a su víctima, dejándola gravemente asustada.
Cuando comenzaron con su huída, la PNP se acercó a los delincuentes dando disparos al aire, haciendo que estos malhechores bajen de su vehículo.
El proceso para desactivar la granada de guerra fue el más largo y complicado. Por ello llegaron al grifo integrantes de la Udex (Unidad de Desactivación de Explosivos) de la PNP para desactivarla.
El primer día del mes de marzo, algunos vecinos, hartos de la delincuencia que se vive día decidieron atacarla por sus propias manos. En Los Olivos, un delincuente decidió ingresar a un negocio de frutas y hurtar una cartera que contenía 400 soles de las ganancias que había tenido la comerciante en el día; como castigo ante eso, lo agarraron, desnudaron y amarraron a un poste al malhechor.
“Tu cartera está completa, no he agarrado ni un sol”, gritó el delincuente, mientras que la señora le reclamaba por haberle robado y exigía que le devuelva su dinero.
Después de unos minutos de estar expuesto a golpes e insultos por parte de los comerciantes, el sujeto terminó confesando y asumiendo la culpa de su delito. “Lo acepto, he agarrado su cartera, pero no he sacado ni un sol”, repitió.
La Policía Nacional del Perú, llegó luego de unas horas y lo salvó de recibir una paliza; el ladrón fue llevado a la Comisaría Sol de Oro para que se determine lo que se hará con él.
Todo esto ante la impotencia de los comerciantes porque no hay presencia policial y los robos están cada día más presentes en el mercado y en el distrito. “Así lo están haciendo, en varios sitios he visto que están tomando esa actitud violenta”, comentó una vecina.
Finalmente, los comerciantes aseguran que han decidido tomar medidas extremas para que los delincuentes lo piensen dos veces antes de robar en ese mercado en Los Olivos.
El 4 de marzo, un delincuente lloró para no ser detenido por la PNP ni atacado por un padre de familia. A golpes y en defensa propia un hombre, padre de familia, golpeó a un delincuente en San Martín de Porres.
Ante la inseguridad en la capital, el señor se percató que el sujeto intentaba robarle su auto en horas de la noche por lo que se acercó para encararlo y con ayuda de los serenos, tumbarlo al suelo a golpes. El hampón intentó llorar y gritar para huir del lugar.
El delincuente intentó abrir la puerta del vehículo rompiendo una de las lunas del lado izquierdo. Ese fue el detonante que puso en alerta al señor para proteger su auto.
Lo primero que hizo es negar cualquier vínculo suyo con las lunas rotas. Sin embargo, el padre de familia ya estaba decidido a hacer justicia con sus propias manos y le propinó un par de golpes al delincuente con el objetivo de reducirlo al suelo.
Fue en ese momento cuando un agente del Serenazgo fue a ayudarlo debido a que el sujeto buscaba escaparse a cualquier costo al verse acorralado y no esperar la respuesta de su víctima. “Yo no he robado nada”, dijo el hampón en reiteradas oportunidades para que lo suelten. Sin embargo, fue en vano. “Te juro que vas a ir a la cárcel”, le mencionó el ciudadano mientras lo retenía en el suelo. El hecho fue grabado por el celular de Serenazgo.
El delincuente se puso a llorar para que lo dejen libre sin éxito. Alegaba ante la policía que “era un vecino de la zona”. Según las pesquisas, él es de nacionalidad venezolana y habría ingerido alcohol.
Al final, el delincuente fue llevado a la comisaría Sol de Oro para que brinde sus descargos. Entre tanto, el padre de familia puso la denuncia para que se quede detenido.
Finalmente, el 5 de marzo, la PNP abatió a un delincuente luego de una persecución y varios tiroteos de por medio. Media hora antes de la persecución, el joven identificado como Rusbel Bravo Favián, asaltó a un grupo de amigos en el sector VII grupo 2 del distrito. Les quitó el celular, y ellos no impusieron resistencia debido al arma que portaba el malhechor. Los jóvenes luego dieron la identificación a los efectivos policiales, quienes lo encontraron en el proceso de asaltar a otro transeúnte con el arma apuntando a su cabeza.
“En esta zona cae abatido el delincuente producto del intercambio de disparos con el personal policial. Como podemos apreciar, se encuentra su pistola marca baikal de serie erradicada. Con esta arma hizo disparos contra los policías. Gracias a la capacitación del programa policial, no ha sido herido ningún efectivo policial”, señaló el coronel Walter Palomino, jefe de la división policial sur II.
La persecución se dio y tanto el delincuente como los oficiales se tiraron disparos. Finalmente, el malhechor fue herido por dos impactos de bala. Los oficiales lo cargaron y llevaron en el auto policial. La Policía confirmó que el delincuente falleció tras recibir asistencia médica en un hospital cercano.
SEGUIR LEYENDO