Como cada viernes, en el semanario Hildebrandt en sus trece, el periodista César Hildebrandt analizó la actualidad nacional en su columna Matices. Esta vez se refirió a las recientes revelaciones de la empresaria Karelim López sobre presuntos actos de corrupción del Gobierno para direccionar licitaciones de obras públicas. Dijo que el presidente Pedro Castillo y su entorno estarían actuando irregularmente por decisión propia, tal como lo hubiera hecho la “derecha empresarial” si ganaba las elecciones.
“Un maestro rural inexperto tenía remedio, un aprendiz de Alan García no tiene cura. Un campesino que usa un mondadientes después de comer parece (y es) tierno sujeto de estas tierras. Uno que va con gorra al pasaje Sarratea para hablar de negocios sucios no puede pretender indulgencias”, se lee en la columna.
Dejó en claro que “no es que el campesino se manchó en Palacio”, sino que la pulcritud que anunciaba durante la campaña en realidad nunca existió. En esa línea, consideró que “no es dable esperar un cambio”.
Hildebrandt también se puso en el escenario si Keiko Fujimori, lideresa de Fuerza Popular, hubiese llegado a al poder.
“¿Qué habría pasado si el fujimorismo hubiese llegado al poder? Es bien sencillo: no tendríamos meses sino años de pestilencia. El fujimorismo no habría cometido los errores bisoños de Castillo sino que habría reconstruido el diseño mafioso del patriarca para que todo tuviese la apariencia de la legalidad”, sostuvo.
Volviendo a Castillo, el periodista precisó que son varias las oportunidades que ha propuesto la renuncia presidencial, así como se lo han sugerido las encuestas con su alto índice de desaprobación. No obstante, el jefe de Estado ha dicho públicamente que no lo hará.
“Si el señor Pedro Castillo, presidente constitucional, no quiere renunciar, está en su derecho. Pero el país no puede continuar bajo el liderazgo inexistente de un hombre cuya vida entera está bajo sospecha. No es el socialismo el que gobierna de modo desatento: es un grupo voraz que ha visto la oportunidad de enriquecerse y que hablará del ‘pueblo’ cada vez que se vea descubierto”, comentó.
VOLUNTAD POPULAR
El director de Hildebrandt en sus trece se animó a proponer un referéndum para dar una solución a la crisis que vive el país en la actualidad.
“La única salida pacífica que veo es que el pueblo, sin comillas, decida en un referéndum si este gobierno debe continuar. Es decir, convertir las encuestas en poder decisorio. ¿Es algo que no se puede hacer porque la ley no lo permite? Pues cambiemos las leyes mayores y menores que haya que cambiar y convoquemos al pueblo, otra vez sin comillas, para que se pronuncie. Si la gente decide que Castillo se va, también deberá pronunciarse sobre la necesidad de que todos se vayan y así podamos resetear el país”, manifestó.
El periodista añade una reflexión haciendo un paralelo con la invasión de Rusia a Ucrania, que ha puesto en alerta a todo el mundo.
“Muchos se apenan por la Ucrania invadida. Pues entérense: de algún modo, somos ucranianos. No es Putin el que nos somete al miedo y a la miseria. Es la corrupción. Son sus obuses diarios. Es vivir entre sus humos y gases ponzoñosos. Es el país que vemos destruyéndose”, sentenció.
Y finaliza con un ligero toque de esperanza. “Quizás esta sea la gran oportunidad para decirle al mundo que aprendimos y que en las elecciones inminentes que debieran darse optaremos por la decencia”.
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