El pasado sábado 15 de enero ocurrió una de las mayores catástrofes ambientales registradas en Perú, se derramaron alrededor de 11 mil barriles de petróleo en el distrito de Ventanilla, exactamente en la Refinería La Pampilla de Repsol. A más de un mes del derrame, el crudo sigue persistiendo en el litoral peruano, pero esta vez se asienta con fuerza en la profundidad del mar.
Recordemos que en un inicio Repsol no se pronunció al respecto, inclusive, según funcionarios del Gobierno del Perú, Repsol dio información inexacta de la cantidad de barriles derramados, en un inicio indicaron que la cantidad del derrame era un porcentaje mínimo de un barril a lo que llamaron “una pequeña mancha”. Sin embargo, las redes sociales fueron el principal aliado de los pobladores y pescadores artesanales, quienes denunciaron que entre el sábado por la tarde noche y el domingo que el mar estaba lleno de petróleo y el olor del oleaje marino se había convertido en olor de petróleo puro.
Miriam Alegría Zevallos, jefa del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental(OEFA) afirmó que ella junto con los demás funcionarios de dicha entidad se enteraron de lo ocurrido cuando revisaron sus redes sociales, siendo ya domingo, alrededor del mediodia. Hasta ese momento Repsol no se había comunicado con ellos.
La empresa española entró en contradicciones con las instituciones del gobierno al dar el número real de barriles derramados.
BUZOS DESMIENTEN A REPSOL
Tras la contaminación que ocasionó Repsol sus representantes afirmaron en reiteradas ocasiones que limpiarían y trabajarían para que el mar peruano quede en excelentes condiciones y que además no existía posibilidad en que el crudo se empose en las profundidades del mar. Unos buzos que se dedican a la extracción artesanal de mariscos desmintieron las afirmaciones con evidencia de petróleo puro en el fondo marino.
“No debería haber afectación en los fondos marinos a consecuencia de este derrame” dijo en una conferencia de prensa Jaime Fernández-Cuesta Luca de Tena, director ejecutivo de Repsol Perú.
Kiefer Taboada, quien es un buzo de 25 años y que lleva 4 años trabajando en la zona, se sumergió en el fondo marino y cuando salió, lo hizo con una bolsa llena de mitílidos jovenes muertos y embarrados en lo que podría ser el crudo, informó The Associated Press, medio periodístico que evidenció y capturó el hecho.
“Me quito los guantes y cojo esto y me comienzan a arder las manos”, dijo el buzo quien mostró a AP una bolsa negra y aceitosa que aparentemende sería el crudo derramado por Repsol.
Respecto a la postura de Repsol sobre que no habría afectaciones en el fondo del mar dijo lo siguiente:
“Eso es mentira y aquí lo estamos comprobando... queremos que la gente conozca la situación que estamos viviendo”, señaló Taboada y añadió que esa no sería la única playa que tiene dañado el fondo marino con residuos considerables de crudo.
REPSOL Y LA LIMPIEZA SUPERFICIAL
Repsol anunció el último miércoles que los trabajos de limpieza de mar y playas que contaminaron a causa del derrame de petróleo muestran un avance del 82% (limpieza). Sin embargo, se estaría dejando de lado el fondo marino que termina afectando la flora y fauna marina, junto con la economía y salud de todas las personas que viven de la pesca artesanal.
La bahía de Ancón y la Reserva Nacional Sistema de Islas, Islotes y Puntas Guaneras son duramente afectadas.
Muchos pescadores afirman que hasta el momento no han recibido ningún apoyo por parte de Repsol, cuando esta se comprometió a velar por los daños económicos a las familias directamente afectadas.
CIFRA INEXACTA DE BARRILES DERRAMADOS
A pesar de haber brindado datos inexactos sobre la cantidad de barriles en un inicio, en el último reporte que realizaron la empresa de hidrocarburos indicó que el derrame había sido de casi 10,400 barriles, pero el Gobierno peruano estimó que el derrame provino de 11,900 barriles.
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