La guerra por el control de las calles y el cobro de cupos a trabajadoras sexuales del Centro de Lima no se detiene y la Policía Nacional sigue en completa inacción a pesar de denuncias de víctimas que son amenazadas constantemente si se niegan al pago de una ‘cuota’ si desean trabajar en su zona.
La muerte de dos ciudadanas extranjeras, asesinadas a balazos en el jirón Zepita, en el Centro de Lima, por no pagar un cupo de 200 soles a cambio de ‘seguridad’ y de ocupar las calles de esta parte de la ciudad, destapó el sangriento enfrentamiento que se ha desatado por las ‘mafias del sexo’.
Hace unos días otras dos trabajadoras sexuales fueron baleadas en El Agustino, también por no pagar estos ‘cupos’.
Solo en el Centro de Lima hay entre 350 a 400 meretrices que pagan aproximadamente cupos de 200 soles semanales: casi 75 mil soles en total para la mafia que tiene el control de esta zona.
Carlos Ángeles, regidor de Lima, explicó a El Comercio, que esta organización criminal cuenta con recursos suficientes para hacer uso indiscriminado de la fuerza a vista y paciencia de la Policía Nacional.
Este clan de extorsionadores está conformado por delincuentes de nacionalidad venezolana que han tomado el control de varias zonas en la capital y no están dispuestos a dejar que nada ni nadie se meta con ‘negocio’.
Ricardo Valdés, exviceministro del Interior, indica que las mafias de extorsionadores no son nuevas, pero sí lo es la violencia con la que se lotiza la ciudad para el cobro de cupos.
“Se está lotizando la vida económica dentro de una gran informalidad, el cobro de cupos está generando esta degradación del Estado”, recalcó.
Para Leila Portal Tapia, representante de Rosa Mujeres de Lucha, esta situación está obligando a las trabajadoras a pagas cupos. “Las autoridades son ciegas o sordas cuando las trabajadoras sexuales presentamos alguna denuncia”.
MAFIAS VENEZOLANAS
La mafia de venezolanos, algunos integrantes de la peligrosa banda ‘Tren de Aragua’, buscan tener el control de esta parte de Lima debido a que es una de las zonas en las que hay poca presencia policial y es muy asidua por parroquianos que buscan pasar un momento de placer con alguna de las decenas de mujeres que se pueden encontrar a lo largo de esta ‘zona rosa’.
“Son venezolanos y quieren cobrar cupo acá”, dijo una trabajadora sexual que teme que nuevamente se desate este tipo de crímenes en su ‘zona de trabajo’.
Las zonas de Risso (Lince) y de Fiori (San Martín de Porres) también son dominados por estas mafias del sexo, especialmente por las venezolanas, quienes ya han tomado el control absoluto de estas zonas y son pocos los que se atreven a hacerles ‘competencia’.
En San Martín de Porres, la prostitución en zonas de Fiori, frente al centro comercial Plaza Norte, también es una zona tomada por delincuentes venezolanos que explotan a cientos de mujeres las 24 horas del día para obtener ganancias de miles de soles diarios y por lo que también se han desatado guerras entre ellos por el liderazgo de esta mafia que tiene como cómplice a dueños de hoteles.
Son decenas las víctimas que han sido asesinadas, torturadas y desaparecidas por estos sicarios por negarse a pagar o querer retirarse de este oficio.
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