Luis de la Sotta, el militar peruano-venezolano que sufre torturas como preso político del régimen de Nicolás Maduro

El gobierno venezolano lo tiene casi cuatro años preso en Caracas, acusado de promover una rebelión en contra de Maduro.

Guardar
Luis de la Sotta, el
Luis de la Sotta, el militar peruano-venezolano, que se encuentra como preso político casi cuatro años

Luis de la Sotta es un capitán de navío peruano-venezolano de 50 años que lleva casi cuatro años como preso político del régimen de Nicolás Maduro. Se le acusa de haber instigado a una rebelión contra Nicolás Maduro días antes de las elecciones que le dieron la reelección.

Su hermana, Molly de la Sotta, conversó con el diario El Comercio, donde cuenta el infierno que está viviendo el capitán de navío en uno de los sótanos de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) de Caracas donde permanece detenido desde tres años y nueve meses.

De la Sotta rechaza las acusaciones en su contra y sostiene que mientras espera su juicio la tortura es el ‘pan de cada día’.

Molly lo ha visitado solo en tres oportunidades desde que está preso y en su última visita manifestó que su hermano estaba vestido con un mameluco verde que olía a orines y otras sustancias.

Él está enclaustrado junto a cinco personas en un pequeño cuarto de 3x2 metros y sin baño. Durante el encuentro con su hermana, Luis contó las condiciones en las que se encontraba dentro de la DGCIM.

Molly hizo público las penosas condiciones y el trato que está recibiendo su hermano en las instalaciones de la DGCIM. Exigió justicia para De la Sotta, pero esto le costó caro al capitán, a quien lo metieron al ‘Ataúd’, un cuarto de tortura de 60x60 donde es imposible agacharse y no se puede respirar.

La hermana del peruano-venezolano dijo que las denuncias del trato que estaba teniendo su familiar lograron que estos atentados pararan, pero no pudo evitar que lo trasladaran a otra celda, una habitación con 60 personas y un baño.

En su última visita le llevó botellas de agua y bolsas donde los presos hacían sus necesidades. Aquí se enteró que Luis de la Sotta había sido llevado ‘El Tigrito’ y ‘El cuarto de los locos’, donde “lo golpearon con maderas, le pasaron electricidad, lo asfixiaron con bolsas, le introdujeron polvos lacrimógenos, restringieron sus alimentos, el baño y las visitas, además de la comunicación con su abogado”.

Desde Estados Unidos, Molly denunció su caso y gracias a una periodista, se hizo viral en las redes sociales un video suyo contando el terror que vive su hermano a manos del régimen de Nicolás Maduro.

Luis de la Sotta, es un militar peruano-venezolano que actualmente es preso político en Venezuela

PIDE APOYO AL PERÚ

Luis de la Sotta, hijo de un matrimonio peruano que migró a Venezuela en los años 60, no ha recibido apoyo y las denuncias de su salud aparecen en informes de derechos humanos de la ONU y de la OEA, pero esto no ha tenido eco en la Cancillería de Perú.

“Me han dejado sola. Estamos exigiendo su liberación y repatriación al Perú. En todo este tiempo ni el cónsul peruano en Venezuela ni siquiera lo ha visitado”, denunció Molly.

Asegura que el ensañamiento en contra de su hermano se debe a que él denunció a su jefe, Edward Ojeda Sojo, por usar a personal militar para construir su casa de playa y robar comida a la tropa.

“Al mundo no le importan los derechos humanos. Sé que demorará su caso, pero yo tengo paciencia”, dijo.

PRESOS POLÍTICOS EN VENEZUELA

La ONG Foro Penal informó que hasta el 22 de noviembre contabilizó 251 personas privadas de libertad a las que considera “presos políticos”, uno menos que en su último informe publicado el pasado 16 de noviembre.

La organización expuso el balance a través de su cuenta en Twitter y detalló que, de los 251 detenidos contabilizados, 236 son hombres y 15 son mujeres, de los cuales uno es menor de edad. Además, precisó que 119 de los “presos políticos” son civiles y 132 militares.

“Desde 2014, se han registrado 15.749 detenciones políticas en Venezuela”, explicó el Foro Penal, que ha asistido a “más de 12.000 detenidos”, ya excarcelados, y a otras presuntas víctimas de violaciones de derechos humanos, según indicó.

La organización insistió en que, además de los “presos políticos” contabilizados, hay “más de 9.000 personas” en Venezuela que siguen “sujetas, arbitrariamente, a medidas restrictivas de su libertad”.

SEGUIR LEYENDO

Guardar