Las autoridades forenses españolas y canadienses confirmaron que entre los nueve fallecidos tras el naufragio del barco pesquero Villa de Pitanxo, cinco de ellos son de nacionalidad peruana. Es así que el ministerio de Relaciones Exteriores informó que se brindará la ayuda necesaria para que los restos de nuestros compatriotas reciban las atenciones necesarias.
“Nuestra Cónsul General en Montreal se ha trasladado a la ciudad de St. Jhon a fin de brindar apoyo en las gestiones de reconocimiento, identificación y repatriación de los cuerpos de los ciudadanos peruanos que hasta el momento han sido recuperados”, se lee en un comunicado publicado a través del sitio web del ministerio.
El lamentable accidente ocurrido a inicios de esta semana cobró la vida de cinco peruanos, tres españoles y un ghanés, según la confirmación hecha por las autoridades a cargo de este caso. De los 24 tripulantes, fallecieron nuevo, tres sobrevivieron, pero doce todavía permanecen desparecidos.
Entre los compatriotas que perdieron la vida en este lamentable accidente se encuentran el marinero Miguel Lumbres, quien había ocupado el puesto de otro tripulante que dio positivo a COVID-19. Daniel More y Diego More eran tío y sobrino que al igual que William Arévalo perdieron la vida en el naufragio. El ayudante de cocida Rogelio Franco había señalado que deseaba que sus restos regresaran a su patria ya sea que se encontrara con la muerte en España o en algún otro lugar del planeta.
Se ha confirmado que los familiares de las víctimas han sido notificadas del fallecimiento de sus seres queridos y a su vez vienen recibiendo ayuda psicológica especializada por personal capacitado en gestión de catástrofes. Así lo indicó un comunicado de la delegación del gobierno español en la región de Galicia, lugar de donde provenía la embarcación.
MEDIDAS TOMADAS
El comunicado del ministerio de Relaciones Exteriores señala que se realizarán las gestiones necesarias ante los representantes del gobierno español en Canadá con el fin de que los cuerpos recuperados sean trasladados a España o el Perú. La decisión sobre el destino se realizará tomando en cuenta las solicitudes que presenten los familiares de las víctima.
“El Consulado General en Barcelona y la Embajada en Madrid han enviado funcionarios a la ciudad de Vigo para que brinden apoyo a los familiares de las víctimas ante las autoridades locales y la empresa dueña de la embarcación”, agrega la misiva. Guiándose del N° 063-2016-RE, la Cancillería asegura estar en permanente contacto con los familiares de los connacionales fallecidos, a fin de brindarles la orientación y ayuda.
Los supervivientes arribaron hoy en el puerto de San Juan de Terranova para ser sometidos a exámenes médicos. Se trata de Juan Padín, su sobrino Eduardo Rial y el ciudadano ghanés Samuel Kwesi. En la misma embarcación también fueron transportadas siete de las víctimas mortales.
Según las primeras hipótesis, el desastre habría ocurrido tras una falla en los motores de la embarcación. Durante la madrugada del 15 de enero, la zona del accidente registró vientos entre 50 y 75 Km/h y oleaje que oscilaba entre los 6 y 9 metros de altura. Frente a este panorama es que se habría producido la falla del motor que dificultó el manejo de la nave entre el oleaje de aquella mañana. Se cree que gran cantidad de agua entró por la parte trasera de la embarcación inundando así los compartimientos traseros.
Aquellos tripulantes que se encontraban descansando a esas horas de la mañana habrían quedado atrapados dentro del barco. Se cree que al despertar se encontraron con un escenario caótico que dificultó cualquier intento de escape. Fueron pocos los que tuvieron tiempo de ponerse el traje de supervivencia.