Los peruanos somos arroceros por naturaleza, a menos que estés en una dieta estricta, este grano siempre acompaña a las comidas peruanas como complemento infaltable de nuestra gastronomía. Incluso, hay platillos que lo tienen como ingrediente protagonista, como el arroz con pollo, un dulce arroz con leche, acercarnos al mar con un arroz con mariscos, entre otras combinaciones que disfrutamos hasta chuparnos los dedos.
Aquellos cocineros amateur que han tenido que aprender a usar las ollas y sartenes saben que es un arte encontrar la cocción perfecta del arroz, sobre todo porque dependerá del gusto de cada uno. Algunos los prefieren bien graneados, otros un poco más duros, pero siempre evitando que nos quede mazacotudo, ya que su textura no será muy agradable.
Evitar que el arroz se nos queme en el fondo de la olla es otro de los dolores de cabeza que sufrimos a menudo, ya que retirarlo toma varios minutos, incluso horas, dependiendo de cómo lo hacemos o qué recipiente nos está ayudando en su preparación.
En muchos casos nos fiamos de la cocción a tiempo que realiza una olla arrocera eléctrica. Y aunque su uso es sencillo, igual tenemos que vigilarla de vez en cuando para peinarlo con un trinche y evitar que se nos queme por completo en el fondo.
Un consejo que siempre recomiendan los expertos en cocina es la cantidad de agua que le debemos agregar. Este paso también será importante ya que el producto se puede ver afectado, ya sea que agreguemos mucho o poco.
Uno de los sabios consejos que se han transmitido por generaciones es que se coloque una taza de agua por una de arroz. Claro está que, si vemos que necesita un poco más, debemos añadir de a pocos, justamente para evitar que se convierta en una especie de masa espesa como una mazamorra.
Conoce los utensilios que vas a usar. Si tienes una olla nueva, lee el manual aunque esta sea una tarea poco divertida. Así podrás saber el rendimiento que tendrá, cómo actúa con el fuego y de esta manera calcular las porciones y niveles de calor.
Hay varias formas de preparar un arroz graneado sin exponerlo a que se queme. Algunos usan el “método chino”, en el que no se coloca ningún tipo de aderezo y es al natural. Otros prefieren cocinarlo con un aderezo básico con sal y ajo que también se combina a la perfección. Incluso, puedes agregar zanahoria cortada en cubos pequeños o granos de choclo para resaltar la textura.
¿QUÉ HAGO SI SE ME QUEMA EL ARROZ?
Si pese a los intentos, el resultado ha sido tener una capa marrón o negra al fondo de la olla, lo primero que debemos hacer es llenar el recipiente con agua y esperar unos minutos para que se remoje bien la superficie.
Cuando veas que se han levantado algunos de los granos que se encontraban en el fondo, empieza a retirarlos con mucho cuidado con ayuda de una esponja suave que no raye al hacer contacto. Usa un poco de lavavajillas para que la tarea sea más sencilla.
Otro truco que también puedes probar es crear una pasta con un par de cucharadas de bicarbonato de sodio y agua. Esta la debes colocar al fondo de la olla o donde estén pegados los granos de arroz. Deja que actúe por unos minutos y lava para retirar el excedente.
Evita el uso de esponjas ásperas o que sean muy tiesas ya que lograremos marcar el material de la olla, dejando unos rayones que no podrás tapar.
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